Un ciberninja y un fantasmán, los nuevos héroes infantiles
Ilustrador, escritor, diseñador freelancer y autor de varias obras para niños, Jó Rivadulla charló con nosotros y nos presentó dos de sus personajes más conocidos. Repasamos las creaciones de un narrador que pasó parte de su vida en Cinco Saltos.
Desde que nacemos estamos atravesados por historias en las que grandes héroes nos invitan a ser parte de su mundo de aventuras y nos muestran que el camino a seguir es siempre hacia adelante, a pesar de los obstáculos, y que siempre existe un buen final en el que uno logra alcanzar su propósito.
En este arte de crear personajes intrépidos, una de las personas que más se destaca es Jó Rivadulla, escritor, ilustrador y diseñador free-lance que dio sus primeros pasos en el ámbito literario de manera indirecta: simplemente publicó un cuento en Facebook, el cual fue objeto de interés para una editorial que lo impulsó en la profesión.
Transcurrió su infancia y adolescencia en Cinco Saltos, ciudad a la que Rivadulla recuerda de forma emotiva “como un excelente lugar para ser niño: se podía jugar en la calle (literalmente), juntarse con amigos sin necesidad de más transporte que una bicicleta, y había bardas, ríos y lagos alrededor para vivir aventuras”.
Su interés por los libros ilustrados, a los que considera “bellos y universales”, y su idea de que “las ilustraciones pueden ser ‘leídas’ por un niño pequeño o una persona que habla un idioma diferente” lo llevaron a experimentar con la escritura y la imagen para dar origen a coloridos ambientes y personajes entrañables como Alan Ventura y Fantasmán, dos de los nuevos héroes de la literatura infantil que forman parte de su amplia obra.
El primero es el protagonista de “Alan Ventura y el código ninja” (novela de aventuras editada en 2019 por AZ Editora), un chico programador de videojuegos distraído y sedentario que, tras descubrir el plan siniestro de la compañía líder para la que trabaja, renuncia a su rutina y emprende un viaje a Japón.
Una vez allí, debe llevar a cabo la difícil tarea de convertirse en el mejor guerrero ninja para poder salvar a la humanidad de una catástrofe. Con la ayuda de Laura, una joven periodista, Alan transita lugares inexplorados, inaccesibles y amenazantes, donde experimenta una serie de sucesos cada vez más dificultosos –acciones que estratégicamente se intercalan en la narración en formato de historieta– que lo harán crecer como persona mientras mantiene a sus lectores sumergidos en la acción y entretenidos hasta el último punto de la historia.
El segundo es el héroe de un cuento, un fantasma que acompaña y cuida a una niña y vuela como los superhéroes, por eso ella lo llama “Fantasmán”.
Inserto en locaciones que según el autor “fueron surgiendo más libremente, de una exploración sobre el ‘lienzo’”, con contrastes fuertes de color que hacen de este libro álbum una verdadera obra de arte, el personaje no hace más que emocionarnos en cada una de sus apariciones porque representa una forma pura de amor, el de un ser querido que ya no está pero igual nos guía, nos consuela y nos protege ante el peligro. Un amor que trasciende cualquier frontera.
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