Un cazador neuquino murió aplastado por un elefante

José Antonio Monzálvez, un neuquino que participaba de una partida de caza, murió al ser alcanzado y pisado por un elefante, en Namibia, en el continente africano.

El trágico episodio se produjo el sábado, alrededor de las 16,30, en una reserva privada ubicada a 70 kilómetros al noroeste de la pequeña localidad de Kalkfeld, según indicó la agencia Namibia Press.

De acuerdo con las informaciones consignadas por las agencias noticiosas, Monzálvez, un trabajador petrolero de 46 años y que aparentemente en la actualidad se desempeñaba en una empresa en Brasil, participaba de la cacería junto con otro argentino y tres ciudadanos namibios.

El elefante formaba parte de una manada que era seguida de cerca por los cazadores, y que al percatarse de la presencia de los invasores, cargó en contra del grupo de hombres, quienes no tuvieron tiempo de preparar sus armas ni disparar.

El elefante sólo alcanzó a embestir y derribar a Monzálvez, a quien pisoteó y aplastó hasta la muerte, sin que sus acompañantes pudieran hacer nada por salvarle la vida.

“Cazador experimentado”

“El fallecido era un cazador experimentado y portaba un permiso de caza de especies exóticas en regla”, se indicó en los despachos, citando a Maureen Mbeha, portavoz de la Policía de Namibia en la región de Otjozondjupa, donde se produjo el trágico episodio.

Una hermana de Monzálvez, Karina, confirmó en Facebook la noticia y le dio el último adiós. “Te voy a extrañar hasta mi último día”, escribió.

Numerosas expresiones de condolencias se veían tanto en el Facebook del trabajador petrolero fallecido como en el de sus familiares.

En un posteo posterior, Karina Monzálvez también escribió: “Si pudiésemos darnos cuenta de lo efímera que es nuestra vida quizás pensaríamos dos veces antes de desperdiciar las oportunidades que tenemos de ser y hacer felices a los demás. No podemos adivinar cuánto tiempo estaremos aquí y descuidamos de nosotros y de los demás”.

Autoridades policiales namibias indicaron que Monzálvez era un cazador experimentado y que tenía permiso para cazar animales exóticos.