Un cartel para no olvidar en sede de la Federal

Juan Thomes

NEUQUÉN (ACE).- La delegación neuquina de la Policía Federal será señalizada mañana como centro clandestino que operó como herramienta de persecución política a partir del 24 de marzo de 1976, el mismo día del golpe cívico militar. “La señalización está enmarcada en el conjunto de las señalizaciones del país, habrá 6 en distintas provincias”, dijo David Lugones, delegado en Neuquén de la secretaría de Derechos Humanos de la Nación. La unidad policial fue inspeccionada por la Justicia el 19 de febrero del 2014, al finalizar el tercer juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en la región (La escuelita III). Uno de los sobrevivientes de los tormentos en el lugar, Orlando “Nano” Balbo halló durante la inspección ocular, la parte superior de la mesa en la que fue golpeado salvajemente, entre otros, por Raúl Guglielminetti, civil de Inteligencia que participó de la persecución política a los estudiantes universitarios, dirigentes gremiales, artistas y dirigentes políticos comandado por los jefes oficiales y suboficiales del DI 182, todos condenados en los juicios que se desarrollaron desde el 2008 en la región. La señalización será mañana a las 11 en Santiago del Estero 136, de la capital neuquina. La subsecretaría de Derechos Humanos de la provincia describió que se instalará en el lugar un cartel de 1,40 x1,10 con un extracto de la causa “Di Pasquale”, el juicio que tuvo sentencia el 2 de julio de 2014 y en el que se acreditó la sede de la Policía Federal como centro clandestino “donde se cometieron detenciones ilegales, vejaciones, apremios y torturas”, recordó el subsecretario Juan Guaita. La sentencia en a causa conocida como La Escuelita II, que fue confirmada por la Cámara Nacional de Casación la semana pasada, también dio por probadas las torturas en la Policía Federal. El comisario del período juzgado, Jorge Ramón «perro» González, murió antes de que se reabrieran las causas penales en su contra.

día nacional de la memoria por la verdad y la justicia