Un avión sanitario superó un accidentado aterrizaje
La aeronave provenía de Buenos Aires para trasladar a un paciente de Regina. Nadie avisó a los pilotos que la pista elegida allí estaba inutilizable y superaron una difícil emergencia. sdfsdfs
VILLA REGINA .- Pudo haber sido una tragedia, pero la fortuna hizo que los tres ocupantes de un avión sanitario que bajó en el aeroclub reginense, salieran ilesos tras golpear el tren de aterrizaje y las palas del motor contra montículos de tierra ubicados en la pista, que estaba inhabilitada. El hecho ocurrió en horas del mediodía de ayer y provocó que se montara un rápido dispositivo de seguridad, para socorrer a los tripulantes del vehículo aéreo.
El inusual incidente se registró en el aeroclub ubicado en la meseta norte de las bardas, a unos mil metros del centro reginense. No es el primero que se registra y por las mismas razones.
El avión sanitario, un Cessna 414 bimotor matrícula LV-JPZ, de la empresa Aero Sistemas 2000, llegó al aeroclub local para buscar un paciente que debía ser trasladado a Buenos Aires. Pero en el momento del aterrizaje el mal estado de la pista jugó en contra y generó la rotura del tren de aterrizaje y el «panzazo» de la nave.
Los tres ocupantes del vehículo, piloto, copiloto y un médico salieron ilesos, pero señalaron que vivieron momentos de tensión y nerviosismo.
El más shoqueado era el médico Daniel Alberto Greco, quien relató que «yo venía atrás y no veía nada, pero pensé que podía pasar lo peor».
La aeronave quedó ayer parada en el medio de una de las pistas de aterrizaje apoyado sobre su fuselaje, dado que el tren de aterrizaje se «barrió» al impactar contra los montículos de tierra. Los mismos bordos de tierra fueron los que ocasionaron el aterrizaje accidentado.
Esto generó controversias entre los pilotos y los responsables del aeroclub, quienes indicaron que la pista está inhabilitada desde hace seis meses por reparación, y que las autoridades aéreas de Neuquén estaban al tanto.
Sin embargo el piloto y copiloto de la nave señalaron que desde Neuquén no les informaron sobre el estado y les autorizaron el plan de vuelo. «Si nos hubieran dicho no aterrizábamos, íbamos a Roca que es donde siempre bajamos para hacer los traslados, y no hubiera sido un mayor inconveniente trasladar el paciente hacia allí» comentó Luis Casartelli, propietario y uno de los pilotos de la aeronave.
Sin embargo el presidente de la comisión del Aeroclub, Alberto Felicevich, indicó que la información había sido girada en su momento a las autoridades de aeronavegación. Agregó que las señales puestas en la cabecera de la pista «están tapadas por tierra, y por las lluvias».
El avión alcanzó a carretear unos 300 a 400 metros antes de impactar contra los montículos de tierra. Tras chocar contra ellos corrió otros 80 metros apoyado sobre la panza del fuselaje. Al momento de tocar tierra el avión se desplazaba a unos 150 kilómetros por hora. Cuando ocurrió el accidente la velocidad había disminuido a unos 80 km/h.
Casartelli apuntó que «afortunadamente no nos pasó nada».
El piloto precisó que antes del aterrizaje hicieron un reconocimiento aéreo «y se veía un poco desparejo, pero cuando estábamos tocando vimos estos lomos que tienen prácticamente más de medio metro de alto».
Luego de recorrer la pista caminando, ya repuesto del susto, apuntó que «cuando pasamos no vimos las señales que se colocan para informar que la pista está inhabilitada». Explicó que para que los pilotos puedan tener esta información desde el aire, en las cabeceras de las pistas se colocan tambores, y también se hacen señales sobre el terreno con una cruz en forma de equis. Agregó que «éste es el primer accidente que nos pasa en esta zona».
En cuanto al accidentado aterrizaje, el piloto Ignacio Llali, apuntó que «bajamos bien, pero cuando comenzamos a carretear una de las ruedas se trabó en un montículo. También una de las palas del avión se trabó y se dobló, y esto hizo que giráramos. Al quedar de costado se barrió el tren de aterrizaje y pegamos con la panza en el suelo arrastrando hasta donde se detuvo». Remarcó que al momento de iniciarse esta maniobra «corté toda la electricidad y paso de mezcla, para evitar todos los riesgos».
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