Turismo: la crisis global y su impacto en la región
La Organización Mundial del Turismo ha informado que el turismo mundial tuvo su peor año en el 2020. La pandemia ocasionó una parálisis de la actividad, con una disminución en los arribos de viajeros del 74%. Esto significa que los destinos internacionales recibieron mil millones de llegadas menos que en el 2019. Todo producto a la baja inusual de la demanda y la parálisis de los viajes.
Las empresas aerocomerciales, de cruceros, ferroviarias, en general todo tipo de transporte como asimismo la hotelería y la gastronomía tuvieron una inactividad total a partir de marzo del año pasado. Según los informes de la OMT, ello ha representado pérdidas estimadas en 1,3 billones de dólares.
Esta situación puso en riesgo entre cien y cientos de millones de empleos turísticos, muchos de ellos en pequeñas y medianas empresas.
Se estima que con la aplicación de vacunas contra la covid-19 se pueda ir restableciendo la confianza de los viajeros y paulatinamente se reactive la actividad. Sin embargo, aún no se puede ser optimista sobre una rápida recuperación, si nos atenemos a cómo está la situación sanitaria en todos los continentes.
En tal sentido el secretario general de la OMT Zurab Pololikashvili ha significado que “somos conscientes de que la crisis está aún lejos de haber terminado”.
Mientras tanto, en Argentina, la llegada del verano permitió una reapertura paulatina de la actividad.
Así fue como la costa atlántica y la cordillera, entre otras regiones, mostraron la avidez generalizada de salir luego del prolongado confinamiento en la pandemia.
En Río Negro la gobernadora Arabela Carreras y su ministra de Turismo, Martha Vélez, apostaron a coordinar acciones con los cuidados pertinentes para abrir las regiones a los visitantes.
La primera prueba fue en Bariloche y paulatinamente fueron creando la accesibilidad al resto del territorio, logrando la llegada de visitantes.
Se coordinó con el sector privado -de la gastronomía, la hotelería y el transporte se buscaron los protocolos necesarios- para reabrir la actividad.
Recientemente apostaron a otro desafío: llevar a cabo el encuentro denominado “Bariloche a la carta”, en el que los visitantes degustan las exquisiteces elaboradas por expertos.
A esos efectos se llegó hasta esa ciudad y después a El Bolsón el ministro de Deportes y Turismo nacional, Matías Lammens, quien tuvo una definición contundente: “Quedó claro que el turismo no generó el aumento de casos”. Agregó que la actividad “genera una enorme cantidad de empleos en todo el país, en más de un millón de familias”.
Acompañando a Carreras y Vélez en esas ciudades cordilleranas dijo que “venir a Bariloche y El Bolsón y escuchar los niveles de ocupación que hay en la región nos llena de satisfacción”.
Destacó la labor de los privados, ya que “necesitamos que sigan invirtiendo, sin ninguna duda va a ser la gran locomotora del desarrollo económico de la Argentina”.
Por su parte la presidenta de Fehgra (Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de Argentina), Graciela Fresno, ha informado que la situación del sector es crítica.
Reveló que el 90% de los empresarios del sector está endeudado y en conversaciones con Lammens se delinearon acciones que permitan mejorar el desenvolvimiento de los establecimientos.
Junto al presidente y el vice de la Cámara Argentina de Turismo, Aldo Elías y Oscar Ghezzi, como con otros empresarios, vienen planificando acciones tendientes a mantener abiertos los hoteles y restaurantes.
Se debe tener en cuenta que el Turismo es el cuarto sector de la economía, considerándose el tercer exportador y generador bruto de divisas, impactando directamente en el ámbito laboral indiscutiblemente.
Por todo ello los esfuerzos gubernamentales y privados están focalizados en lograr la reactivación del sector.
* Licenciada y experto en Turismo
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