Trump firmó un decreto para «mejorar los estándares» de la Policía
"Se van a prohibir los estrangulamientos, excepto si la vida de un oficial está en peligro", aseguró el mandatario de los Estados Unidos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó hoy un decreto para «reducir el crimen» y «mejorar los estándares» de las policías, su primera medida concreta dirigida a los reclamos de las protestas contra el racismo y la brutalidad de las fuerzas de seguridad, desatadas por la muerte de George Floyd durante su detención.
«Reducir el crimen y mejorar los estándares (de las policías) no son objetivos contradictorios. No necesitamos más tensión y división; necesitamos acercar a las fuerzas de seguridad y las comunidades, no separlas», aseguró Trump en un mensaje a la nación desde el jardín de la Casa Blanca.
Sin mencionar a un dirigente o una ciudad o estado en particular, el mandatario criticó a aquellos que proponen o aprobaron reformas policiales más duras o que denuncian un racismo estructural en las fuerzas de seguridad.
«Tenemos que buscar un compromiso, pero me opongo terminantemente a los esfuerzos radicales y peligrosos de desfinanciar, desmantelar y disolver nuestros departamentos de policía, especialmente ahora que conseguimos el nivel más bajos de crímenes de nuestra historia reciente», sostuvo en referencia a los reclamos del movimiento Black Lives Matter (Las Vidas Negras Importan).
«Tendremos una reforma, sin debilitar a nuestras talentosas fuerzas de seguridad», agregó Trump, según el canal de noticias ABC, y cada uno de los cambios de su decreto incluyen la voz y los argumentos de las policías.
«Con este decreto priorizaremos préstamos federales del Departamento de Justicia para los Departamentos de Policía que busquen acreditar de manera independiente que cumplen con los estándares más altos en los entrenamientos de uso de la fuerza y para desescalar situaciones», anunció el mandatario.
«Muchos creen que un entrenamiento adecuado hubiera prevenido muertes trágicas. Por eso, como parte de este nuevo proceso de credenciales, se van a prohibir los estrangulamientos (en las detenciones), excepto si la vida de un oficial está en peligro», aseguró.
Tanto Minneapolis -donde fue asesinado Floyd- como Nueva York prohibieron en los últimos días el uso del estrangulamiento en las detenciones policiales, pero a diferencia del mandatario, no pusieron ninguna excepción.
El decreto presidencial también exige que los departamentos de policía «tengan y compartan información sobre abusos creíbles, para que los oficiales con problemas significativos no puedan simplemente cambiar de un departamento de policía a otro».
Asimismo, destinará más fondos federales «para ayudar a los oficiales que tratan con personas que viven en las calles, tienen enfermedades mentales o un problema de adicción de droga».
«Daremos más fondos para personal como trabajadores sociales y oficiales que ayuden en estas situaciones complicadas», explicó el mandatario.
Trump repitió una y otra vez que se trataba de «un gran paso», se mostró «dispuesto» a aprobar futuras iniciativas que apruebe el Congreso y hasta destacó que «el presidente (Barack) Obama y el vicepresidente (Joe) Biden nunca siquiera intentaron arreglar esto durante sus ocho años de gestión».
Sin embargo, las medidas anunciadas por el mandatario, quien desde el primer día criticó las protestas desatadas por el asesinato de Floyd en Minneapolis, prácticamente no tienen en cuenta ni los reclamos más profundos que siguen exigiendo los manifestantes en las calles ni tampoco las propuestas más moderadas de organizaciones civiles y líderes opositores que empezaron a discutirse o hasta fueron aprobadas en varias ciudades y estados.
Muchos de estos cambios son parte de las jurisdicciones de gobernadores, alcaldes y de los poderes legislativos a nivel federal y local. Sin embargo, la comunidad afroestadounidense está reclamando al presidente reformas concretas que sí le competen a él.
Por ejemplo, suspender las ayudas directas a departamentos de policía que hace años son utilizadas para militarizar a sus agentes, un proceso que, según organizaciones de derechos civiles y activistas afroestadounidenses, no hizo más que potenciar la brutalidad policial, especialmente contra esa y otras minorías.
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