Triunfazo y dulce espera

FBaires

Su regreso de Europa y una lesión en medio del torneo instalaron algunas dudas, pero Milito las despejó con fútbol y goles. Un verdadero ejemplo.

A un paso. Cerca. Muy cerca quedó del título Racing después de golear (3-0) a Central en el Gigante de Arroyito, con una actuación descollante de Diego Milito, el emblema, ese que ayer se vistió de gigante con un par de goles y una asistencia. La Academia sigue dependiendo de sí misma para festejar, y lo logrará seguro si derrota en la última fecha a Godoy Cruz en Avellaneda, en un Cilindro que estará lógicamente a estallar.

Ahora, los hinchas académicos deberán bancarse dos semanas la ansiedad ante la chance de dar una vuelta olímpica después de 13 años, ya que la definición del torneo se estirará hasta el 14 de diciembre a pedido de River, que jugará este miércoles la ida de la final de la Copa Sudamericana.

El equipo de Diego Cocca, con Milito como figura, resultó victorioso en un partido clave, que le permitió llegar a los 38 puntos y acumular la quinta victoria consecutiva con el aditivo que no le convirtieron goles. Sin dudas, un rendimiento que lo dejó a las puertas de un campeonato que no obtiene desde el Apertura 2001.

El líder, a pesar del resultado final, no tuvo una tarea sencilla ante un Central golpeado por perder la final de la Copa Argentina y el alejamiento de Miguel Russo. El DT interino, Hugo Galloni, apeló a varios juveniles que en el primer tiempo complicaron a Racing.

Central fue dominador del juego y tuvo las situaciones más importantes ante un Racing sorprendido, que no tuvo la posesión del balón y no supo frenar las proyecciones del juvenil Franco Cervi.

El local acumuló situaciones de riesgo en el inicio pero Sebastián Saja estaba inspirado. Entonces, Racing aprovechó la falta de contundencia del Canaya y se puso en ventaja a los 41’, cuando Germán Voboril pasó al ataque, le dio el balón a Milito, el Príncipe lo aguantó y observó en soledad a Videla, que apenas recibió la pelota sacó un disparo que pegó en el palo izquierdo de Mauricio Caranta; el rebote le quedó a Gastón Díaz, que convirtió en off side.

En la segunda etapa, Racing jugó más tranquilo, y apostó una vez más al contraataque, pero esta vez fue eficaz. A los 13’, el defensor colombiano Yeimar Gómez Andrade tuvo el empate con un remate de cabeza, pero no le dio la dirección justa frente a Saja.

Racing le sacó provecho a todo y tuvo a un Milito en llamas, que sobre los 19’ definió con categoría cuando eludió a Caranta tras un gran pase en profundidad de Bou. Mientras la parcialidad de Central manifestaba su mal humor arrojando una botella y encendedores al campo juego, con hostigamiento a periodistas porteños (ver aparte), Racing selló la victoria con otro gol del símbolo de este equipo, Milito (34’), quien definió de manera magistral ante Caranta, y tras un pase de Luciano Aued.

Racing, al final de cuentas, se quedó con un éxito que le costó más de lo pensado y que ratificó su buen momento. No tanto en el juego, porque quedó en deuda una vez más, pero a base de resultados y efectividad edificó una campaña que lo deja a un paso de gloria, después de 13 años.

Con este triunfo mantuvo la ventaja sobre sus seguidores, con cinco éxitos seguidos (1-0 vs. Gimnasia La Plata, Banfield, Quilmes y River; 3-0 vs. Central). La última derrota fue en la fecha 10, ante Atlético de Rafaela.

En tanto, Central, con 18 unidades, profundizó su crisis futbolística y no gana desde la jornada 12 (2-0 a Newell’s). Racing mostró templanza y sólo le falta un peldaño de la escalera a la gloria.