Tres peluquerías y “La Mascota” de Neuquén
No fueron comercios que pasaron a la historia por ser masivamente conocidos, pero sí aportaron su grano de arena para el desarrollo de un pueblo que quería ser grande.
La actividad comercial fue pieza fundamental en un pueblo que quería ser una gran ciudad.
Así, de acuerdo a las necesidades que iban surgiendo en la población, se abrieron comercios que ahora cuentan parte de la historia de la ciudad de Neuquén.
La tierra siempre fue un gran negocio en Neuquén
Ya son por muchos conocidos el Hotel Confluencia, el bar Alegría, la farmacia de Verzegnassi, la panadería La Capital o la carnicería de los Rosa. Pero vamos en busca de otros rubros.
Cuando Neuquén aún estrenaba su capitalidad llegó a estas tierras Juan Di Bernardi quien abrió la primer peluquería que contaba con el instrumental y mobiliario adecuado para desarrollar la actividad. En 1909, César Montero, con su hijo Alfonso como ayudante, habilitó la segunda y tiempo después, Feliz Pérez y Pérez fue el tercer peluquero de la capital. José Herce se sumó al rubro años más tarde, con la cuarta peluquería.
“La Mascota” era un local de ramos generales que apostado en una de las esquinas principales ofrecía a sus clientes una amplia gama de artículos, desde cigarrillos hasta juguetes.
También supo existir el restaurante Gorosito, ubicado en calle Alcorta al 75, “donde el más refinado gourmand o el sibarita pueden encontrarse a gusto y los problemas de estómago quedan resueltos”, según era promocionado el comercio gastronómico en esa época.
Y existen muchos más que irán de a poco apareciendo en estas Páginas de Neuquén.
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