Tres jerárquicos de una empresa son responsables por la muerte del operario en Catriel

El hecho ocurrió en noviembre de 2016. Mauro Malmoria realizaba trabajos en la red cloacal de esa ciudad y falleció al descender a una cámara que no había sido correctamente ventilada. Murió intoxicado con gas sulfhídrico.

Tres empleados jerárquicos de la empresa Rimsol, contratada por el Municipio de Catriel para realizar reemplazos en los colectores cloacales de esa localidad, fueron declarados penalmente responsables por la muerte de Mauro Malmoria, el operario que falleció intoxicado por trabajar en una cámara cloacal que no fue correctamente ventilada.

El fallo fue por mayoría, y una de las juezas votó en disidencia. El tribunal confirmó que el presidente del directorio de la empresa, César Augusto Marino, el responsable técnico de esa obra, Claudio Ramiro Monge y el encargado de la Seguridad e Higiene Horacio Genovese cometieron el delito de homicidio culposo. Fue en concurso ideal, con lesiones graves culposas de los otros integrantes de la cuadrilla que también realizaban tareas con Malmoria.

Las penas previstas para este delito van desde un año a cinco años de prisión, y desde fiscalía adelantaron que buscarán que la condena sea por encima de los tres años de prisión, lo que implica que no serán excarcelables.

El paso que sigue es que desde la Oficina Judicial se fije una fecha para la audiencia de cesura, en la que pedirán penas antes de que se de a conocer el fallo del tribunal.

El fallo que dio el veredicto estuvo a cargo de la jueza Florencia Caruso, con una argumentación contundente que fue muy contundente con la argumentación. Sostuvo que los tres imputados no tomaron las medidas necesarias en cuanto a seguridad y capacitación para realizar la tarea que se encomendó a los obreros.

La empresa Rimsol tiene asiento en Bahía Blanca y firmó un contrato con la municipalidad de Catriel para realizar mejoras en las instalaciones de la red de cloacas en el barrio Carod.

Un dato relevante: Quedó confirmado que la firma, además de que no proporcionó los elementos de seguridad mínimos, tampoco contaba con un medidor de gas sulfhídrico, sustancia que inhaló Malmoria y que derivó en su muerte casi en el acto. Con ese detector este trágico final se podría haber evitado.

Pese a que no se realizaron mediciones en el lugar del hecho, si se hicieron otras a pocos metros de allí, en otra cámara, y las cifras dieron 10 veces por encima del umbral permitido.

Crónica de una muerte evitable

El hecho ocurrió el 19 de noviembre de 2016 aproximadamente a las 17:50,
en la intersección de las calles Rumania y Córdoba. Allí Mauro Malmoria y sus compañeros estaban realizando un bypass en una tubería cloacal, a unos cuatro metros e profundidad. En el interior del pozo dos de ellos se intoxicaron con el gas que, al ser más pesado que el aire, se mantenía en la parte inferior. Los dos trabajadores se descompensaron. Un tercero bajó a socorrerlos y también sufrió los mismos síntomas.

Producto del gas tóxico un total de cinco personas resultaron con heridas, algunas de ellas de gravedad. Tres, los más graves, fueron derivados a Cipolletti mientras que los dos restantes quedaron internados en el hospital local.


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