Tres conflictos que complican el panorama laboral en Neuquén

Los conflictos laborales suben la temperatura y amenazan el arranque del año. La fábrica Jugos del Sur no comenzó a producir esta temporada y los 30 empleados temen que no arranque. Los empleados de la Planta Industrial de Agua Pesada de Arroyito (PIAP) denunciaron la falta de pago de los sueldos de marzo. Mientras, en los sectores en los que hay trabajo, la lucha por quién controla los puestos se disputa a punta de pistola.

En la PIAP, los empleados se reunieron con directivos de la empresa la semana pasada y lograron quebrar la voluntad de suspender a gran parte del personal por turnos rotativos. Temen que el gobierno nacional o provincial arremeta contra la planta (ver aparte).

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Una situación parecida viven en Jugos del Sur, la fábrica de concentrados de Centenario. Hace unos 20 días debió comenzar una nueva temporada pero todavía no ingresó ningún camión de fruta, no se hizo el mantenimiento de las máquinas, las deudas se acumulan y las esperanzas de 30 trabajadores se desvanecen.

Desde hace un tiempo la empresa atraviesa una profunda crisis. En junio pasado les pidieron a los trabajadores que acepten un retiro voluntario, pero se movilizaron y lograron permanecer.

“Cumplimos un horario pero no hay actividad y por la fecha creo que no arrancamos. Llegamos a las 7 de la mañana y estamos 8 horas sentados. Cortaron la luz, solo queda la guardia”, dijo Oscar Vallejos, vocero del grupo de trabajadores.

Por décadas, cada 15 de febrero se preparaban para trabajar y el 20 estaban a todo vapor. Seguían los cinco meses de temporada y la postemporada hasta octubre, pero ahora todo está frenado.

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En tanto el jueves se conoció un conflicto entre dos facciones de la Uocra que terminó con una denuncia. En los caminos hacia el yacimiento Loma de la Lata dos combis de obreros se encontraron con un grupo de 20 personas cortando el acceso.

Según testigos, el grupo se identificó como parte de la facción que dirige Juan Carlos Levi y manifestaron que ”querían que les den trabajo a ellos y no al otro grupo”, en referencia a la corriente de Juan Ángel Godoy.

Los manifestantes persiguieron a uno de los rodados pero ésta logró refugiarse en la gerencia de la empresa. La otra, sin embargo, fue interceptada. En medio de una situación violenta bajaron a una persona le exigieron el DNI y lo amenazaron con un arma. Uno de sus compañeros quiso defenderlo y recibió un golpe con la culata de un arma.

En números

Con el regreso de Víctor Carcar a la conducción del gremio de la construcción se esperaba que comience una etapa de paz, pero la violencia se mantiene.

El lunes la protesta se trasladará a los puentes carreteros

En la PIAP recién ayer se les depositó la suma de 10.000 pesos a cada empleado de la Empresa Neuquina de Servicios de Ingeniería (ENSI), que opera la planta, pero no les confirmaron cuándo van a cobrar el dinero restante.

Este incumplimiento de pagos se suma a la deuda que mantiene la empresa desde enero con su plantel, de un ítem específico que históricamente lo cobran en el primer mes del año.

El delegado gremial Juan Henriquez expresó “hicimos la denuncia a la subsecretaria de Trabajo. Tenían hasta el día 7 de marzo para poder pagar y como no pudieron cumplir, nuestro deber era notificarlo”.

Ayer luego de una asamblea general encabezada por el gremio se decidió realizar una panfleteada a orillas de la Ruta 237, para notificar a la comunidad sobre la situación actual de la empresa. Anticiparon que el lunes estarán en los puentes que unen Cipolletti y Neuquén.

La semana pasada se reunieron en Buenos Aires con autoridades nacionales y el gerente de la empresa Alexander Berwin. Lograron parar la iniciativa de la empresa de poner en stand by gran parte del personal. “Si nos mandan a la casa va a ser fácil decir ahora caen los salarios. Ese es nuestro temor, que las medidas se profundicen y que no tengamos la fuerza para defender nuestra fuente de trabajo”.