Tras un largo conflicto, decretaron la quiebra de Embotelladora Comahue
La justicia dictaminó este lunes el fallo. La deuda con el fisco suma más de 300 millones de pesos.
La Justicia definió ayer decretar la quiebra de la firma Embotelladora Comahue, que se encontraba desde fines de 2016 en concurso preventivo.
Los principales acreedores de la empresa son la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), trabajadores de la firma y proveedores. La deuda con el fisco suma más de 300 millones de pesos.
El monto total verificado de acreedores quirografarios suma algo más de 33 millones de pesos, mientras que los acreedores comunes importa un monto de capital de 13,7 millones de pesos, destaca el escrito del Juez Diego De Vergilio, a cargo de la causa.
La Justicia había otorgado un nuevo plazo, que venció el 22 de agosto, para que las empresas interesadas en reflotar la producción de la Embotelladora Comahue presenten un proyecto de salvajate, buscando de esta manera evitar su quiebra. Pero el plazo se venció y nunca se pudieron reunir las conformidades necesarias con los acreedores.
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La firma Varberg era la única que se presentó en la etapa del concurso preventivo. La empresa debía concretar un plan económico financiero para poder quedarse con Embotelladora Comahue, pero para eso debía tener la aprobación de los acreedores.
Cabe recordar que del informe que elaboró el síndico designado en el proceso concursal, referido a la situación patrimonial de la empresa y su valuación, se definió formalmente que “las acciones representativas del capital social de Embotelladora Comahue no tienen un valor real y actual de mercado positivo a los fines de la eventual transferencia de su titularidad (inexistencia de valor positivo)”.
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