Tras la denuncia por abuso en J.J. Gómez, por qué no empiezan las clases
Para la ministra de Educación, Mónica Silva, se quebró el vínculo “entre los padres que querían agredir a los mismos docentes que todos los días les dan clases a sus hijos”.
No sólo rompieron los vidrios de las puertas y ventanas, sino que también se rompió el vínculo entre los padres y los docentes que diariamente enseñan a los hijos de cientos de personas que viven en J.J. Gómez y en los barrios rurales aledaños.
Esas personas fueron las mismas que, enfurecidas, el 13 de junio arremetieron contra el edificio y el personal de la Escuela Primaria Nº 286, y a fuerza de piedras e insultos intentaron hacer justicia por mano propia cuando un docente de música fue denunciado por supuestos casos de abuso sexual que, hasta el momento, todavía no lograron ser confirmado ni en la Justicia ni en el plano administrativo del Ministerio de Educación.
Ese es el punto de conflicto. Es el nudo que ahora los especialistas del Equipo Técnico de Apoyo Psicológico (ETAP) intentan trabajar para volver a retomar esa relación que hasta hace un mes era de total normalidad.
Para la ministra de Educación, Mónica Silva, no sólo existe un daño psicológico, sino también pedagógico porque se quebró un vínculo cotidiano “entre los padres que querían agredir a los mismos docentes que todos los días les dan clases a sus hijos”.
“Tranquilamente una de esas piedras en la cabeza de cualquier maestro lo podría haber matado. No sólo rompieron las ventanas y las puertas sino que también ingresaron al patio de la escuelas y algunos violentaron las ventanas. A las docentes las salvó que se resguardaron en un aula”, dijo todavía sorprendida la ministra Silva.
Incluso aclaró que una vez que el maestro sospechado fue retirado por la policía, muchos papás intentaron buscar venganza contra las propias maestras que estaban en el edificio, en lo que calificó como un hecho de extrema violencia.
“Una cosa es la reacción por la denuncia contra el docente y otra muy distinta es la que tomaron contra las maestras. ¿Cómo los papás que envían a sus hijos a la escuela ejercieron violencia contra los propios docentes? ¡Son los que educan a sus hijos todos los días!”, expresó Silva quien aseguró que fueron muchos los papás que participaron de esta violenta acción.
Enfatizó en que ahora hay que trabajar desde lo psicológico con todos los integrantes de la comunidad educativa, y serán ellos mismos “los que decidan el momento para volver a dictar clases”.
“Los daños edilicios ya fueron reparados por la empresa de mantenimiento, ahora es un problema más de fondo el que debemos abordar”, dijo la titular de la cartera educativa, quien a casi un mes del hecho, sostuvo que todavía no se puede explicar por qué los propios padres ejercieron tanta violencia contra la institución.
Aclaró que tal vez sea un tema que se deba evaluar con los organismos municipales o sociales y explicar el fenómeno. “Nosotros debemos abordarlo hacia adentro de la institución”, señaló.
Silva no descartó que las actividades puedan retomarse normalmente tras el receso invernal pero en varias oportunidades remarcó que esa no será una decisión del Ministerio de Educación sino que dependerá directamente de los docentes y directivos de ese establecimiento.
En relación al equipo directivo, Silva declaró que tanto la directora como la vicedirectora están con licencia psicológica por lo que se buscará reemplazantes para que la escuela vuelva a funcionar con total normalidad.
En tanto que del maestro de música acusado de abusar de las alumnas, sostuvo que siguen adelante las actuaciones en el plano de la Junta de Disciplina pero hasta el momento y tal cual ocurrió en la Justicia, no hay elementos para para acusarlo de ningún hecho de este tipo.
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