Tragedia en Aluminé: un tercer tripulante salvó su vida porque no pudo subir al helicóptero
Como se iba a realizar un vuelo de prueba, el mecánico no pudo abordar la aeronave que cayó en un cañadón del Lote 39 de Quillén.
El Servicio Integrado de Emergencias de Neuquén se encuentra en Aluminé desde el 20 de diciembre, realizando la cobertura sanitaria a los brigadistas que combaten el fuego en Quillén ante posibles lesiones de diversas gravedad. Luciana Obregón, la titular del SIEN, detalló a Telefe Neuquén cómo un mecánico salvó su vida al no poder subirse al Bell 412SP que protagonizó la tragedia en Aluminé.
Como indica el procedimiento, tres personas debían tripular un helicóptero que realiza tareas vinculadas a incendios forestales. El piloto, el copiloto y un tercer pasajero, que es el mecánico.
La aeronave estaba lista realizar un vuelo hasta el cañadón del Lote 39 de Quillén, pero sólo subieron dos personas. El mecánico se quedó bajo tierra porque el vuelo se realizaba para hacer una vuelta para probar el funcionamiento bambi bucket (una técnica para usar el balde para transportar agua), según el dato que les habían brindado al personal del SIEN.
Obregón comentó que debieron realizar asistencia psicológica a este mecánico, quien se mostró conmocionado cuando se dio a conocer que el helicóptero había caído y se confirmaran las muertes de las personas que estaban a bordo.
“Fue tremenda la situación porque los brigadistas no sólo estaban cansados – porque llevan 10 días trabajando en el lugar-. Es muy complejo, el clima no ayuda para nada. Ayer se esperaban ráfagas de 60 kilómetros por hora y cuando nosotros estábamos trabajando en el lugar el informe meteorológico –por VHF- informaba que había ráfagas de 100 km por hora” expresó Obregón.
“Lo más oportuno fue replegarlos y nosotros sugerimos la intervención de primeros auxilios psicológicos para el personal”. El gabinete psicopedagógico de Aluminé, fue el encargado de iniciar la terapia catárquica, que ayudó a los brigadistas a “poder continuar”.
Cómo llegaron al lugar de la tragedia
Obregón comentó: “Ayer estábamos en el lugar, en el puesto médico que tenemos montado en el campamento de Corfone, y el jefe del Manejo Provincial del Fuego nos avisa que se había caído un helicóptero”.
El equipo de emergencias médicas se acercó al helipunto, que estaba a 200 metos, y los trasladaron cerca del lugar donde ocurrió el siniestro.
“Nosotros descendimos y aguardamos porque nos dijeron que había una explosión y se veía una columna de humo negro”. El SIEN tiene como principal directiva no intervenir en caso de que no estén dadas las condiciones para evitar nuevas posibles víctimas.
Una vez que se dispersó el humo y era seguro, pudieron descender. “Cuando llegamos al lugar encontramos por un cañadón, restos del helicóptero y un cuerpo sin vida”, agregó Obregón. “Nosotros teníamos la información que eran dos ocupantes del helicóptero. Y con los brigadistas que estaban presentes, -en el cañadón no había incendio activo, pero en una de las laderas sí y ahí había gente trabajando-. Esa gente vino inmediatamente y empezó a realizar el rastrillaje arriba y hacia abajo en busca del segundo cuerpo”.
La titular del SIEN comentó que intuían que el otro cuerpo podía estar entre los restos que estaban encendidos, pero confesó que tenían esperanzas de que podía haber sido despedido durante la caída, y que podría estar herido. “Una vez que pudieron enfriar los restos con agua pudimos remover y encontrar el segundo cuerpo”, mencionó Obregón.
La funcionaria sanitaria comento que ese cañadón era un lugar de difícil acceso, tupido por el Ñirental. “Entramos a través de una faja que habían hecho los brigadistas para contener el incendio”.
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