Tolaba le controlaba las redes a Delia y le cambiaba la foto de perfil

Sus amigas y compañeros de trabajo declararon que el acusado del femicidio le había “hackeado el Whatsapp”. Aseguraron que sufría violencia sexual. Llegó a perseguirla cuando estaba con su nueva pareja. “Yo la he seguido y lo he comprobado”, le dijo al dueño de la empresa en la que ella trabajaba.

Las hermanas y la madre de Delia asisten todos los días al debate, junto con asistentes que las acompañan. Foto Juan Thomes.

Delia Aguado trabajaba en una empresa dedicada al desarrollo de obras en áreas urbanas e hidrocarburíferas. “Ella era el sostén del hogar”, aseguró su empleador. Un día vio que había modificado la foto de perfil que tenía en Whatsapp. Se lo dijo y ella le contó que su esposo, Diego Tolaba, era el que lo había hecho: cambió la imagen por una en la que aparecían juntos. Había encontrado la forma de hackearle el teléfono. Sus amigas también lo sabían, Delia les había pedido que la llamaran y no le enviaran mensajes.

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