Terminó la temporada, pero no el conflicto con los guardavidas en Bariloche
El intendente Gennuso esta semana rechazó recursos de revocatorias impuestas por los 33 guardavidas que debieron ser reincorporados en febrero por una orden judicial.
A pesar de que la temporada de verano terminó y con ella el acotado servicio de guardavidas que solo funcionó las últimas dos semanas de febrero, el conflicto entre la municipalidad de Bariloche y la Asociación de Guardavidas local se mantiene por la vía administrativa y judicial.
Esta semana, mediante la resolución 634/2021, el intendente Gustavo Gennuso rechazó los recursos de revocatorias interpuestos por 33 guardavidas quienes cuestionaron cambios en las condiciones laborales del municipio luego de que deba reincorporarlos a sus puestos por una orden judicial.
Para Gennuso y la asesora letrada municipal, Mercedes Lasmartres ninguno de los planteos de los guardavidas son atendibles y recordaron que esperan una resolución del Superior Tribunal de Justicia ante un recurso en queja presentado luego del fallo de la Cámara Laboral Segunda de Bariloche.
Los guardavidas pidieron que se deje sin efecto la resolución mediante la cual se contrató nuevamente a los 33 trabajadores tras la orden judicial, por considerar que no cumple la sentencia ya que se modificaron las condiciones contractuales y salariales, que afectan sus derechos laborales.
Entre los cuestionamientos de los guardavidas, señalaron que a algunos trabajadores se los cambió de playa asignada, se denegó el pago de horas extras y se incorporaron reglamentos internos nuevos.
El Gobierno municipal remarcó que lo único que hizo el 12 de febrero pasado fue recontratar a los guardavidas con el “solo fin y efecto de cumplimentar con la manda judicial” pero entiende que la sentencia “no se encuentra firme, sino todo lo contrario” ya que está pendiente una resolución del STJ.
Aun así, el intendente y la asesora letrada consideraron que debían responder a los planteos de los guardavidas, negando los incumplimientos señalados. Puntualizaron que se exige la aplicación de un protocolo de atención por el covid-19 y un reglamento operativo interno de temporada.
Estos protocolo y reglamento fueron objetados por los trabajadores pero el gobierno señaló que no están prohibidos por la sentencia porque “tienen que ver con las condiciones a través de las cuales se prestará el servicio, y no con las condiciones de contratación, las cuales no han sido alteradas”, indica Gennuso al rechazar la queja.
Respecto al no pago de horas extras, el Gobierno señala que no se abona este concepto porque “es absurdo pretender el pago de horas extraordinarias, cuando no las hubo” y remarcó que la sentencia judicial ordena que la jornada laboral de cada guardavida no debe superar las 6 horas diarias, por eso se fijó el horario de 14 a 20, al igual que en temporadas anteriores.
También rechazó el intendente un reclamo por la “devolución de las horas que correspondan ante el cierre de las playas por mal tiempo”. Respondió en este punto que “es evidente, que ante el cierre de playas por mal tiempo, el día no laborado, deberá ser compensado a posteriori a fin de completar la jornada laboral correspondiente” para no aplicar descuentos en los salarios.
En lo que respecta a “la escala jerárquica”, “jefe de logística” y el “uniforme”, también puntos cuestionados por los guardavidas como incumplimientos, el municipio dice que la premura de realizar la contratación hizo que no se cumplieran pero considera que no hay perjuicio para los trabajadores.
Otro de los puntos rechazados por Gennuso es la queja del cambio de playa para prestar funciones que afectó, en al menos un caso por tener que desplazarse 9 kilómetros entre su vivienda y su puesto de trabajo. Para el Gobierno es una “distancia de fácil cumplimiento” y además señala que en los casos puntualizados en la queja no se demuestra que el cambio de lugar de trabajo haya generado algún perjuicio material o moral.
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