Terapias con relativa calma en Roca: pocos casos de covid-19
La capacidad de contención del sistema público se complementa con el sector privado, donde actualmente hay alta ocupación de las terapias, pero con baja incidencia del coronavirus.
La ocupación de camas de terapia intensiva rondaba ayer el 50% en el hospital de Roca. En el sector privado la cifra era más alta y se acercaba a la capacidad plena, aunque eso no significa una señal de alarma en el contexto de pandemia, porque la mayoría de esos internados no eran pacientes con covid-19.
En la UTI del López Lima había ayer seis camas ocupadas y siete libres, según informaron profesionales del sector. Y con respecto a las personas con cuidados permanentes, sólo tres eran pacientes afectados por el virus que ya alcanzó a más de 57.000 rionegrinos.
Hay que destacar también que en el centro público roquense está armada desde marzo una segunda sala de terapia intensiva, en el marco de un plan de expansión de camas en el Alto Valle que incluye a los hospitales de Allen y de Regina.
Para un eventual crecimiento significativo de los contagios y de los casos graves, el mapa del sistema público de la región sanitaria tendría 26 unidades: 13 en Roca, siete en Villa Regina y seis en Allen. Esa capacidad de contención se complementaría con el sector privado, donde actualmente hay alta ocupación de las terapias, pero con baja incidencia del coronavirus.
Por ejemplo, desde el Sanatorio Juan XXIII informaron ayer que la unidad de cuidados intensivos tiene una fluctuación de la demanda que no baja del 70%, pero con una marcada predominancia de pacientes que tienen patologías no asociadas al covid-19.
En este escenario aparecen las personas que se realizan cirugías programadas y aquellos que ingresan por eventos traumáticos ocurridos en la vía pública. Ante un incremento de los contagios de coronavirus, probablemente esos factores de internación se verán reducidos y el mayor porcentaje de camas quedaría para personas con covid-19. Por esa razón, en las instituciones de salud hay relativa calma, esperando que las medidas preventivas tengan efecto y que no regresen los complejos días del 2020, cuando era imposible conseguir una cama libre en todo el Alto Valle.
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