Tenis para Ciegos, un deporte que se expande y llega a Bariloche
Hoy y mañana se desarrolla un torneo con 24 jugadores como parte de las actividades de los Juegos de Río Negro.
Cuando una mamá con dos niñas ciegas le preguntó a Eduardo Rafetto si podrían aprender a jugar tenis sus hijas, este instructor que lleva 32 años en la materia, dijo “¿por qué no?” y comenzó a estudiar y buscar cómo hacerlo. La respuesta vino de Japón, donde están los pioneros en el tenis para ciegos que le enviaron manuales y las primeras dos pelotas. En un año Eduardo comenzó la experiencia de enseñar el deporte que ahora hace pie en Bariloche.
La Asociación Argentina de Tenis para Ciegos comenzó a funcionar hace 9 años y logró grandes avances en poco tiempo. Actualmente hay escuelas para enseñar de manera gratuita este deporte en Viedma, Catriel, Santa Rosa, Tandil y Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Hoy llegaron a Bariloche 24 jugadores que participan de un torneo que fue incluido en las finales de los Juegos de Río Negro y la actividad busca hacer pie en la ciudad, donde ya hay interesados en tener esta práctica.
“Promovemos lo deportivo y lo social, en esta instancia están los jugadores interesados en competir pero tenemos cien alumnos en todas las escuelas del país y en muchos casos les interesa asistir como un espacio de encuentro”, dijo Rafetto a “Río Negro”.
El desafío de jugar con los ojos del alma
Rubén Petruccelli, es uno de los jugadores que llegaron desde Viedma. “El tenis me sacó del sedentarismo y a los 60 años comencé a hacer un deporte como nunca lo hice en mi vida”, relató el hombre con baja visión que con entusiasmo remarcó: “el tenis es lo mío”.
Rubén busca contagiar esa pasión por el tenis: “es un deporte amable porque una vez que conocés el espacio no tenés obstáculos” afirmó. También intenta llevar un mensaje a otras personas ciegas o disminuidos visuales al plantear que busquen integrarse a estos espacios deportivos y que “no se queden en sus casas encerrados porque hace mal”.
La dinámica del deporte en un 90% cumple las reglas del tenis convencional aunque se utiliza una pelota más grande que la habitual, que en su interior contiene una pelota de ping pong y dentro de ella perdigones que emiten un sonido metálico al contacto para orientar a los jugadores. También hay una particularidad que en la cancha para ciegos la delimitación está marcada con una soga que genera relieve y se permiten entre dos y tres piques dentro del área (depende de la categoría del jugador) antes de pegar a la pelota con la raqueta.
A Viedma el tenis para ciegos llegó por inquietud de Rubén que se enteró la existencia en 2017 y comenzó a gestionar la posibilidad de que se formen instructores en su ciudad y que se dicten clases. Así tomó contacto con la Asociación Argentina de Tenis para Ciegos y hoy la capital rionegrina cuenta con una escuela que enseña de manera gratuita a 14 alumnos.
Los instructores son del Instituto de Formación Docente de Educación Física que se formaron en esta disciplina. El staff está compuesto por Mariela Crsitobal, Agustina Cassia, Florencia Caballero, Graciela y José Hueraman y Gastón Chávez.
En Bariloche, la asociación Los Búhos, que creó el primer equipo de fútbol para ciegos de la ciudad, mantiene lazos con la entidad de tenis nacional y el grupo de Viedma, con la intención de multiplicar la experiencia en la cordillera.
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