Temux: al cabo de ocho años, algunas noticias para recordar

El 1 de abril de 2005 la noticia de que el papa Juan Pablo II, por la gravedad de su estado de salud, había recibido la extremaunción, dio la vuelta al planeta. También pasó por Neuquén, pero los directivos del Banco de la Provincia del Neuquén, no obstante su fe católica, leyeron con mucha mayor preocupación otra, publicada en la página 15 de este diario. El título decía: “Solicitan informes por préstamo de 12 millones en una sucursal del BPN”. Después se supo que otros doce millones se habían desvanecido en un viaje de ida y vuelta al banco Standard Chartered Bank, de Nueva York, como resultado de una maniobra contable. Los solicitantes que se habían atrevido a pedir ese tipo de información eran los diputados opositores Beatriz Kreitman, Carlos Moraña y Raúl Radonich. Como el secreto bancario autorizado por la ley 21.526 era estricto –aunque fuera usado con cierta frecuencia para proteger no tanto a los clientes como a los funcionarios– los legisladores no estaban del todo seguros de que la información sobre irregularidades en las operaciones de la firma beneficiada por el crédito –la exportadora de carnes Temux– fuera cierta. Radonich, por eso, fue prudente al hablar de violación de normas del Banco Central: “No estamos diciendo que sea así, sólo estamos pidiendo que nos informen”. Pero, con el paso del tiempo, fue así, y mucho peor. Los diputados querían saber si se había otorgado esa ayuda a Temux y, de ser así, quién o quiénes la autorizaron, y si la empresa había presentado garantías suficientes. En realidad, lo que querían era darle publicidad al caso, porque no tenían expectativas de una respuesta satisfactoria. A instancias del gobernador Sobisch y de su presidente Luis Manganaro, el banco había sido convertido en sociedad anónima en el 2000, con lo cual sus funcionarios quedaron liberados del control que la ley 2141 fija a las entidades del Estado provincial. Sin control El 2 de abril de 2005 el título de portada de este diario –“El Papa se muere”- confirmaba que no quedaban esperanzas para Juan Pablo II. Pero el silencio del directorio del BPN se debía a que no tenía respuesta para dar a la inquietud que los legisladores habían hecho pública. Moraña se preguntaba, en una declaración publicada el mismo día, si con el crédito “no se estaría pagando algún compromiso” asumido por Sobisch para pagar su campaña presidencial. El diario Infobae decía en esos días que el préstamo tenía como destinatario final al frigorífico CEPA, que se encontraba técnicamente quebrado. Sus dueños eran los hermanos Juan y Jorge Terrado, asociados a Marcos Gastaldi en la quiebra del banco Extrader. Fueron acusados por el delito de asociación ilícita, pero finalmente sobreseídos por falta de pruebas suficientes. Después, en 2009, recibieron una condena por defraudación. Según una versión que no fue posible confirmar Manganaro, presidente del BPN en 2003, habría tenido reuniones informales con los Terrado ese año. Un Terrado, Gabriel Alejandro, estuvo entre los primeros directivos de la firma. Un sándwich de milanesa Ese Terrado es el que aparece en una nota enviada por Temux en noviembre de 2004 a la fundación Fundepa, entonces presidida por Jorge Sobisch y gerenciada por Carlos Chiáppori, informando que la firma había decidido donar doce mil pesos mensuales “para acompañar el desarrollo de la actividad de la misma”. El primer cheque –del que “Río Negro” tuvo una copia– llevaba una firma y un sello en el que figuraba Gabriel Alejandro. Teniendo en cuenta que la deuda de Temux por adelantos en cuenta corriente ya sumaba millones, el solidario aporte de Temux era apenas simbólico, no más que un gesto simpático. Pero después se supo, por el mismo Sobisch, que la fundación se ocupaba de colectar aportes para su campaña presidencial, y que “una campaña no se paga con un sándwich de milanesa”. Eso es verdad. Sobre todo si se trata de la campaña suya, la más costosa si se la compara con la cantidad de votos que recibió. Noticias de Kogan El contador Ariel Kogan, hoy concejal, fue un diputado provincial justicialista que se distinguió por sus aportes de datos a la instrucción de la causa a cargo del juez Marcelo Muñoz, desde el requerimiento del fiscal Pablo Vignaroli, también requerido entonces por el banco para que se pusiera al día con las cuotas de un préstamo. Su primer aporte fue la presentación al juez, en julio de 2008, de documentación probatoria de una operación de alquiler de títulos públicos a favor de la Cooperativa Santa Elena, integrante del grupo Temux , por un monto de 4.620.000 millones de pesos, que cuadruplicaba el tope crediticio que tenía esa firma. La operación habría sido autorizada por la contadora Adriana Velasco, designada entonces subgerente general de Contaduría y Finanzas (hoy gerente general), y el contador Carlos Maidub, gerente financiero. La operación formaba parte de un plan más amplio, presentado a Sobisch a fines de 2004, destinado a financiarle a Temux el pago de su deuda. Un segundo aporte de Kogan reveló documentación sobre que –dijo en un comunicado de junio de 2010– “desde el 31 de marzo de 2004 el grupo Temux estaba pidiendo al BPN 35.500.000 pesos en asistencia crediticia y que a partir del 1 de abril, al otro día, sin que tuviera el grupo la calificación crediticia correspondiente, ya se le estaban acreditando millonarios fondos mediante distintas operatorias con la intervención de los gerentes y el directorio”. Aseguró que “en esa época los 35.5 millones pedidos por Temux como límite de crédito superaban todo el capital del BPN, pero eran seguramente la operación del desfalco que llegó sólo a 22 millones de pesos porque el BCRA detectó que el BPN estaba a punto de quebrar”. “Al gobernador le pareció bien” La operación de alquiler de títulos públicos mereció un comentario de Juan Pablo Bugner, quien a fines de 2004 era “director ejecutivo” del banco. Lo hizo al ser indagado en la causa, después de confirmar que el 27 o 28 de diciembre de 2004 el directorio se había reunido con el gobernador Sobisch y el ministro de Economía, Claudio Silvestrini. Dijo Bugner que el presidente del directorio, Félix Racco, “informó” al mandatario que la operación de alquiler de los bonos se había hecho “para lograr un mejor recupero” y que “se decidió ahí buscar la regularización de la cuenta y no el cierre”. Luego, tras no poder recordar si la idea había sido de él o de Racco, fue preguntado para que dijera quién había tomado la decisión, a lo que contestó que “al gobernador le pareció bien, le estábamos informando, pero la decisión era del directorio”. Repreguntado sobre si el gobernador había participado de la decisión reiteró que “se le informó”, y que “ya estaba tomada la decisión de regularizar la cuenta”. Qué habría hecho el directorio si a Sobisch no lo hubieran parecido bien las medidas adoptadas para regularizar la deuda de Temux fue la pregunta que no se hizo. El propósito de la respuesta tenía un doble objetivo: desvincular a Sobisch de la decisión y, a la vez, dejar constancia de que “le pareció bien”, lo que constituía un respaldo para la decisión del directorio.

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El caso de corrupción que llega a juicio oral en Neuquén

Jorge Gadano jagadano@yahoo.com.ar