Temen que Brasil sea el nuevo epicentro mundial del coronavirus
San Pablo extendió la cuarentena y Fortaleza adoptó el confinamiento obligatorio. Colapsó el sistema sanitario en Río de Janeiro. Las cifras parecen no afectar al presidente Bolsonaro.
El gobernador del estado de San Pablo, Joao Doria, anunció hoy la extensión de la cuarentena total por el coronavirus hasta el 31 de mayo, mientras que la ciudad de Fortaleza se convirtió en la tercera metrópoli brasileña en adoptar el confinamiento obligatorio para frenar la propagación del brote, que ya dejó más de 9.000 muertos en el país.
En tanto, la Covid-19 ya causó el colapso del sistema sanitario en Río de Janeiro, el segundo estado brasileño más afectado por la pandemia, donde los hospitales padecen por falta de equipos y escasez de personal, a la vez que sus pasillos están copados de pacientes a la espera de atención.
Con 135.106 casos y 9.146 muertes, Brasil es el país de América Latina más golpeado por el nuevo coronavirus y corre el riesgo de convertirse en el nuevo epicentro mundial, según señaló esta semana una investigación conjunta de investigadores brasileños y la Universidad Johns Hopkins, de Estados Unidos.
Pero estas cifras y pronósticos alarmantes parecen no afectar al presidente Jair Bolsonaro, quien volvió a insistir ayer en reabrir la economía y acudió incluso a la Corte Suprema para pedir que los estados se vean obligados a levantar las medidas restrictivas.
Muchos gobernadores prefirieron desoír al mandatario y seguir las medidas aconsejadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades sanitarias, especialmente en las zonas más afectadas.
Tal es el caso del gobernador del estado de San Pablo, uno de los más críticos a la gestión del gobierno durante esta crisis sanitaria, quien hoy decidió prolongar la cuarentena -vigente desde el 24 de marzo- hasta finales de mayo, pese a la creciente presión del mercado.
«Ningún país del mundo pudo relajar las medidas de aislamiento mientras la curva de contagios estaba en aumento. Desafortunadamente, en las últimas semanas hubo un desprecio a la cuarentena en San Pablo y otras partes de Brasil y el número de casos ha aumentado», argumentó Doria, en lo que llamó «el momento más difícil del país en los últimos 100 años».
San Pablo, el corazón industrial y financiero de Brasil, es el foco nacional de la pandemia con 39.928 infectados y 3.206 fallecidos.
Pese a haber sido uno de los primeros territorios en imponer restricciones para frenar el contagio de la Covid-19, la situación continúa siendo crítica y puede empeorar, ya que el sistema hospitalario podría colapsar en cuestión de días, advirtió hoy el gobernador, citado por el diario Folha de Sao Paulo.
«Estamos todos atravesando el peor momento de esta pandemia y sólo no lo ven aquellos que están ciegos por el odio y la ambición personal», opinó Doria, en referencia a la postura del presidente.
El avance desenfrenado de la enfermedad llevó esta semana a los estados nororientales de Maranhao y Pará a imponer el confinamiento en sus capitales, San Luís y Belém.
Una medida similar fue tomada por el gobierno del estado de Ceará, que adoptó la cuarentena total en Fortaleza, capital estatal y quinta urbe más grande del país, en la que se restringió la circulación peatonal y vehicular, salvo para los trabajadores considerados esenciales.
De momento, esta ciudad de 27 millones de habitantes concentra el 80% de las muertes por coronavirus ocurridas en Ceará, con un total de 727, aunque las autoridades prevén que el saldo aumento hasta 4.000 para finales de mayo.
Mientras, en Río de Janeiro, el gobernador Wilson Witzel admitió el colapso del sistema sanitario.
Según datos oficiales, cerca de medio millar de personas en estado crítico esperan por un cupo en una unidad de urgencia de la red pública de salud, que ya llegó al límite de su capacidad.
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