Las dudas y certezas que atraviesan a la inteligencia artificial
Los modelos mostraron un notable avance el último año. Cómo impacta en las distintas actividades y lo que se espera para el futuro.
El 2024 estuvo atravesado de principio a fin por la inteligencia artificial. El 2023 sirvió para que nos asombráramos por las capacidades de estas herramientas, pero el año pasado se caracterizó por la utilidad que se le dio a esta revolucionaria tecnología. La guerra entre los gigantes tecnológicos en este terreno sigue siendo feroz. Y las consecuencias de esta batalla aún no son del todo claras.
A poco más de dos años del lanzamiento de ChatGPT por parte de OpenAI, podemos realizar un resumen de las certezas, pero también de las dudas que dejó la IA en el último tiempo. “En principio hubo un notable cambio. Las empresas pasaron de solo anunciar modelos a construir productos con esta tecnología”, explicó a AP Arvind Narayanan, coautor del libro “Aceite de serpiente para la IA”.
Los primeros valientes que experimentaron con ChatGPT encontraron en el chatbot tareas realmente útiles, pero también tuvieron que sortear los “delirios” que tenían- y siguen teniendo- estos modelos incapaces de reconocer por sí mismo los errores. Pese a esto, la IA generativa va ganando terreno en casi todo lo que nos rodea.
La IA, la economía y el trabajo
Está claro que construir sistemas como ChatGPT o Gemini requieren de mucha energía y eso es costoso. En ese sentido, llovieron los anuncios de inversiones. En paralelo, esta tecnología necesita tanta electricidad que los gigantes tecnológicos anunciaron diversos acuerdos para abastecerse de energía nuclear. El impacto económico también abre la consulta por el impacto ambiental. ¿Resolverá la IA los problemas complejos para justificar los altos costos? Por el momento, las herramientas demostraron ser productivas solo en algunos sectores.
“Estamos hablando de cientos de miles de millones de dólares de capital que se han invertido en esta tecnología”, apuntó Kash Rangan, analista de Goldman Sachs a la agencia internacional.
Luego surge otra duda: ¿la IA se utilizará para complementar el trabajo o para reemplazar a los trabajadores? En ese sentido, los actores de videojuegos de Estados Unidos, por ejemplo, encendieron las alarmas. A mitad de año elevaron la voz porque temían que la IA pudiera reducir o eliminar oportunidades laborales. Diversos músicos también se mostraron preocupados por el avance de esta tecnología. Algo está más que claro, por más que los modelos se entrenen cada vez con más datos y tengan más información, eso no garantiza la creatividad. Por ahora la IA carece de sentido común, analizó, a su turno, Walid Saad, experto en IA en Virginia Tech.
La IA, el futuro y la medicina
Para que esta tecnología sea cada vez más tentadora, los desarrolladores prometen que los próximos chatbots puedan hacer cosas más útiles por las personas. Esto permitiría responder una pregunta ambigua y alcanzar un modelo capaz de razonar. Se estima que gran parte de los próximos avances tengan que ver con esta variable.
En un futuro, algunos especialistas estiman que los agentes de IA podrían unirse y realizar trabajos en equipo en lugar de realizar tareas como herramientas individuales.
Si de futuro hablamos, la IA también ayudó al campo médico. El último Nobel de Química de este año fue para un trabajo liderado por Google que podría ayudar a descubrir nuevos medicamentos.
En el último tiempo, la IA ayudó a brindar diagnósticos más rápidos porque proporcionó a los médicos un punto de partida. Está claro que la inteligencia artificial no puede detectar enfermedades, pero puede procesar datos para que un médico investigue. Como en otros casos, esto también plantea algunos riesgos. Fue el caso de la herramienta de transcripción Whisper de OpenAI con precisión “a nivel humano”. Algunos expertos mencionaron algunos defectos: la herramienta tiende a inventar fragmentos de texto.
Antes del cierre del 2024, OpenAI confirmó sus intenciones de transformarse en una compañía con fines de lucro, algo que en todo momento criticó Elon Musk. Según anunció la propia empresa, esta transformación permitirá competir en un mercado cada vez más competitivo, sin perder de vista su “misión de beneficiar a la humanidad”. ¿Ocurrirá de esta manera? El tiempo dirá si se trata de una nueva certeza o de una nueva duda.
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