No hubo recursos del Estado neuquino en favor de mapuches que se llevaron lo que no les correspondía. Hubo una comunidad decidida a recuperar lo poco que le quedaba luego de sufrir un una estafa.

Esa es la postura de los técnicos que conforman el Comité Local de Emergencia Rural Huiliches, en el sur de Neuquén, quienes aseguraron que el conflicto desatado entre los dueños de una estancia en Valcheta y la comunidad mapuche Chiquiluhuin debe ser analizado como “un posible hecho delictivo”, con los crianceros como víctimas.

Como informó “Río Negro”, el acuerdo firmado entre los productores neuquinos y los dueños de la estancia “La Carolina”, ubicada en la estepa rionegrina, terminó en forma violenta y con una denuncia penal. Allí los propietarios del campo afirmaron que la comunidad mapuche se estaba llevando las crías que debía dejar como pago, luego de que vacas y ovejas fueran trasladadas a Valcheta desde el sur neuquino, para evitar que mueran entre la nieve y las cenizas del volcán Calbuco.

Los técnicos del CLER Huiliches –que intervinieron en todo el proceso– salieron a contar una historia diferente y afirmaron que “ante la verificación mediante visita técnica de incumplimientos ante lo pautado, y amparados en una de las cláusulas convenidas, los pobladores deciden retirar los escasos animales y regresarlos a sus territorios”.

Los profesionales detallaron que de unos 540 animales que se llevaron el año pasado, “se alcanzó a recuperar menos de un tercio”.

“Esto es prueba más que fehaciente del incumplimiento del señor Villareal (dueño de la estancia)”, dijeron desde el CLER, afirmando que “las expresiones vertidas por los dueños de la estancia generan opiniones xenofóbicas, y pretenden transformar a las familias estafadas en personas violentas, alejándose así de una cultura de la paz”.

El comunicado del CLER fue firmado por profesionales de distintos organismos, ente ellos Ministerio de Producción, INTA y el hospital de Junín.