Teatro: obsesiones de una mujer que no para de correr
“La corredora” volvió a escena tras su exitosa presentación en marzo y abril pasados. Actuada por Ana Muzzin, la obra puede verse los sábados de agosto en la sala del Club de Arte “El Biombo”, de Roca.
La gente corre por tantas cosas, (nos) dicen una mujer que corre. La gente corre para llegar o para no llegar. Por felicidad o por tristeza. Para transpirar, bajar de peso. O porque se separó. Por aburrimiento, soledad o simple éxtasis. Por muchas cosas corre la gente. Pero, ¿por qué corre ella?
¿Por qué? Por obsesión corre. Por una obsesión. Obsesión hacia una mujer que sólo ella ve. Y la ve desde un ventanal mientras corre sobre una cinta. Aquella mujer, sujeto de la obsesión de la corredora, nada en una pileta. Todo lo que sabemos de ellas lo sabemos por una de ellas, la que corre. Pero la corredora una vez se detuvo. Su obsesión no. Por eso volvió. Y por eso sigue corriendo.
“La corredora”, obra teatral escrita por Fabián Díaz, dirigida por Nicolás Caminiti y actuada por Ana Muzzin vuelve a escena los sábados agosto en el Club de Arte “El Biombo”, de Roca (ver aparte).
Tras 16 exitosas funciones en marzo y abril pasados en escenarios de Neuquén, Roca, Regina, Río Colorado y Bahía Blanca, sólo la pandemia del coronavirus y la furiosa segunda ola de contagios detuvo a la solitaria corredora.
Pero volver no fue fácil porque esta obra tiene una particularidad: Ana corre (y habla) sobre la cinta más o menos media hora o, lo que es lo mismo, media obra. Por lo que el estado físico de la protagonista es fundamental.
“Fue compleja la vuelta porque la obra demanda una exigencia física muy grande”, reconoce Nicolás Caminiti, en un diálogo con RÍO NEGRO. “Entonces, retomarla después de tanto tiempo implicó un trabajo de entrenamiento. Era la primera vez que la dejábamos de hacer y nos hizo dar cuenta de que Ana (Muzzin) requería de un entrenamiento físico para volver a escena”.
Ana, por su parte, siente que, aunque corre lo mismo que las funciones pasadas, llega un poquito más cansada. “Está bueno”, sostiene la actriz, “porque le suma al personaje, antes me cansaba mucho menos y me modificaba la actuación mucho menos. Ahora es como que no llego (risas) y me lleva a otros lugares de la actuación”.
El parate obligado por cuestiones sanitarias les dejó al menos una enseñanza: no tienen que dejar nunca de ensayar, porque en esta obra el entrenamiento físico es parte del ensayo. De lo contrario, Ana y Nicolás ya saben que volver implicará al menos un mes de puesta a punto físico.
La obsesión sigue siendo central en la obra, pero ahora ella está más frágil, más expuesta y a la vez más loca. Hay una exacerbación hacia la locura que le produce esta obsesión».
Nicolás Caminiti, director de «La corredora».
Y fue esto lo que sucedió. «Ensayamos más de lo previsto y el propio ensayo nos llevó a buscar modificaciones, retocar ciertas partes y rever otras”, revela Caminiti. «Hay momento en que le agregamos más power, más coreografía, como contrapuntos”, indica Muzzin. “Momento que requerían de más dinamismo porque veíamos que había partes que se caía un poco y le agregamos dinamismo”, agrega el director.
En este sentido, la obra muestra a una corredora más frágil y no sólo físicamente. Para Caminiti, “la obsesión sigue siendo central en la obra, pero ahora ella está más frágil, más expuesta y a la vez más loca. Hay una exacerbación hacia la locura que le produce esta obsesión. Hubo un cambio en ese sentido, aunque en líneas generales la obra es la misma”.
“La corredora” es un unipersonal pero la corredora no está sola, aunque sólo ella (ex)ponga su cuerpo en escena. Porque la nadadora es un personaje trascendente para la obra. De ella, de sus gestos, sus ocurrencias y pensamientos, solo sabemos lo que nuestra obsesiva protagonista nos cuenta.
¿Qué pasa con el público? “El público conecta mucho con la obra. Es mucho el texto y la gente sigue el texto, está ahí conmigo”, reconoce Ana. La obra se estrenó el sábado 6 de marzo pasado, una calurosísima noche de verano. Uno de los primeros comentarios que recibieron fue “necesitaba que dejes de correr porque me estaba muriendo de sed”.
Ficha técnica
Funciones: sábados de agosto a las 21.
Lugar: Club de Arte “El Biombo”, Roca.
Texto: Fabían Díaz.
Dirección: Nicolás Caminiti.
Actúa: Ana Muzzin.
Iluminación: Matías Kedak.
Operación técnica de luces: Santiago Aza Sena.
Fotografía: Carla.
Producción: Escena Urgente.
Entradas: $600. Reservas al 2914025290.
La gente corre por tantas cosas, (nos) dicen una mujer que corre. La gente corre para llegar o para no llegar. Por felicidad o por tristeza. Para transpirar, bajar de peso. O porque se separó. Por aburrimiento, soledad o simple éxtasis. Por muchas cosas corre la gente. Pero, ¿por qué corre ella?
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