Talibanes postergan el anuncio de su Gobierno en Afganistán y siguen los combates
El movimiento talibán no solo volvió hoy a postergar el anuncio de su nuevo Gobierno en Afganistán sino que además los combates continuaban en la región del valle de Panjshir.
Pese a lo anunciado ayer, el movimiento talibán no solo volvió hoy a postergar el anuncio de su nuevo Gobierno en Afganistán, esperado en el mundo para saber si repetirán el modelo represivo de los 90 o cumplirán con su promesa de ser «inclusivos», sino que además los combates continuaban en la región del valle de Panjshir, donde se concentran las fuerzas de la llamada resistencia que se niega a aceptar el retorno al poder de los islamistas.
Mientras estos dos frentes siguen abiertos, Qatar anunció hoy que el aeropuerto de la capital afgana fue reabierto de manera parcial para reiniciar los vuelos con ayuda humanitaria al país, algo que venía reclamando la ONU en medio de una crisis humanitaria grave.
El embajador de Qatar en Afganistán, Said Mubarak al Jayarin, informó que el equipo de trabajo técnico de su país logró reabrir parcialmente el aeródromo para la llegada de vuelos de ayuda humanitaria, que ya comenzaron a llegar, según una entrevista con el canal Al Jazeera.
El aeropuerto internacional se encuentra a apenas cinco kilómetros del centro de Kabul, la capital, y solo cuenta con una pista de despegue, lo que obliga a los aviones a dar vueltas por encima de la ciudad hasta quedar libre.
La comunidad internacional, especialmente las potencias y las organizaciones humanitarias occidentales, han reclamado como prioridad la reapertura del aeropuerto de Kabul, el respeto a los derechos de las mujeres y opositores y la formación de un Gobierno que no repita las políticas represivas y extremadamente conservadores del primer Ejecutivo talibán entre 1996 y 2001.
Pese a que aún el nuevo régimen islamista no ha emitido reglas claras hacia las mujeres -tarea que deberá asumir el Gobierno, una vez que sea anunciado y asuma-, la relación ha sido entre tensa e incierta en estas últimas semanas.
Por un lado, llamó a las trabajadoras de la salud y educación que vuelvan a trabajar -algo prohibido en su primer Gobierno-, pero despidió a periodistas en medios públicos y activistas han denunciado que los talibanes impusieron ambientes segregados entre mujeres y hombres en oficinas públicas, escuelas y otros espacios.
Además, han habido algunas protestas incipientes y pequeñas en las calles, pero hoy milicianos talibanes reprimieron con gases lacrimógenos una marcha de mujeres que pedían en Kabul ser incluidas en el próximo Gobierno.
Esta es la segunda protesta de mujeres que se lleva a cabo en Kabul en los últimos dos días y la tercera desde que los talibanes llegaron al poder, después de que el pasado jueves otra veintena de afganas se congregara en Herat, una importante ciudad del oeste del país, para reclamar sus derechos en el nuevo Gobierno talibán.
Todavía no está claro cuál es el problema que complica el anuncio, excepto que continúan los combates contra los grupos armados que se identifican como la resistencia al nuevo régimen talibán en el valle de Panjshir, al noreste de Kabul.
Ayer los talibanes habían declarado su victoria en Panjshir, pero todo indica que la situación en esa zona estratégica aún no se ha resuelto a favor de ninguno de los dos bandos.
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