Voy Turismo en la Patagonia
Mariela Aliborton llegó a los 18 al golfo San Matías porque su padre debía trabajar como ingeniero y usó como argumento "mirá que hay mar" para convencerla de mudarse. Y si al principio no quería saber nada, después no se pudo despegar más. Entre encuentros cercanos con ballenas y lobos marinos, tablas y rescates, esta es su apasionante historia.