Aborto legal: a las puertas de otro debate intenso y transversal
El gobierno nacional enviará en los próximos días el proyecto para tratarlo en extraordinarias. Como en el 2018, los números en el Congreso siguen siendo ajustados y el resultado incierto. Entrevistas a Silvia Sapag (senadora del FdT), Lorena Matzen (diputada de la UCR) y David Schlereth (diputado del PRO).
Cómo anunció la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, el Poder Ejecutivo enviará en los próximos días al Congreso los proyectos de legalización del aborto y el “Plan de los Mil Días”, iniciativa esta última que establece un acompañamiento de la maternidad y de los tres primeros años de vida de niños y niñas en situación de vulnerabilidad. El gobierno planea tratarlo en extraordinarias, a partir del 1 de diciembre.
El texto aún no fue difundido. El gobierno decidió armar el suyo propio, no se conoce qué similitudes tendrá con el de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito que se volvió a presentar por octava vez el año pasado, contemplando algunos de los consensos logrados durante el debate del 2018: despenaliza y legaliza el aborto en las primeras 14 semanas de gestación y más allá de ese plazo cuando corre riesgo la vida o la salud de la mujer y en casos de violación. La iniciativa del Ejecutivo contemplaría la objeción de conciencia, pero Ibarra no dio detalles sobre si se habilitaría la objeción de conciencia institucional, aunque advirtió que “las instituciones de salud están para hacer cumplir las normas de la salud pública”.
Volverá a iniciar un debate duro, que en 2018 atravesó a todos los bloques, que expuso la enorme ignorancia de algunos legisladores, y genero masivas movilizaciones en las calles del país. Los números en el Congreso siguen siendo ajustados, sobre todo en el Senado, donde se abre la incógnita de si habrá empuje del gobierno para inclinar la balanza a favor de la aprobación.
El titular del bloque del Frente de Todos en el Senado, José Mayans, reafirmó en la semana su postura contraria a la legalización del aborto. «Nuestra Constitución es provida. Tenemos tratados internacionales que hablan de los derechos del niño, tenemos el pacto de San José de Costa Rica y después tenemos el Código Civil argentino. Son todos provida”, dijo, y agregó: «No es el momento. Estado no puede autorizar la muerte de nadie”.
1: ¿Cuál es su posición?
2: ¿Tanto la oposición como el oficialismo tienen internas claras. ¿Hay posibilidad de que esto genere rupturas internas?
3: ¿Qué posibilidades de aprobación? Al tratarse de un proyecto del Ejecutivo, ¿puede haber obediencia partidaria en este caso?
4: ¿Fue lógica la postergación del proyecto todos estos meses? ¿Por qué ahora y no el año que viene?
5 (VERDE): ¿Por qué un proyecto del gobierno si ya estaba el de la Campaña? ¿Una forma de apropiarse del tema?
5 (CELESTE): ¿El proyecto de los mil días es forma de diluir resistencias respecto a la legalización del aborto?
Sapag: “No creo que el Ejecutivo vaya a influir”
1) A favor de la interrupción legal del embarazo, porque nadie tiene que intervenir sobre la autonomía de los cuerpos de las mujeres. A la mujer se le ha cercenado siempre su autonomía, hay que devolvérsela. La falta de autonomía ha hecho que tengamos que recurrir a la interrupción de forma clandestina, lo que ha llevado a la muerte de muchísimas mujeres, y graves consecuencias sobre su salud. Es necesario y es urgente.
2) No, no creo. Cada uno defiende su postura, pero rupturas dentro de las fuerzas no creo. Sabemos que es un debate muy transversal, no por eso uno deja de respetarse y trabajar juntos. Acalorado va a ser.
3) Sinceramente no lo sé. He escuchado al presidente de nuestro bloque, Jose Mayans, que marcó claramente su posición: él es religioso, dijo que le parecía inoportuno en este momento de pandemia. Yo no estoy de acuerdo, pienso que en pandemia nuestra situación se ha agravado y es cada vez más urgente, ya no se puede permitir que pase el tiempo. Yo no creo que el tema de que lo mande el Ejecutivo pueda incidir tanto, está más allá de los partidos políticos esto. Nosotros tenemos que tratar de convencer a quienes tienen una postura no tan firme como la de Mayans. No sé si el Ejecutivo va a poder influir sobre los legisladores oficialistas. Quizás los gobernadores de provincias pueden influir. El Ejecutivo quiere que salga. Pero hay que seguir tratándola hasta que salga.
4) El Presidente había prometido que iba a mandar la ley. Que cuestiones tan necesarias como esta se hayan postergado por la pandemia no me parece mal, recién estamos volviendo a la actividad parlamentaria normal, empezando a fijarnos qué dejamos sin hacer, entre esas cosas el proyecto de la interrupción voluntaria del embarazo. Me parece bien que una promesa que se hizo este año se cumpla este año.
5) Si sale, ¿qué importa? Si el gobierno quiere llevarse el éxito, fantástico. Si la Campaña tiene que relegar esos laureles, ¿qué importa? Lo que importa es que esté la ley, si el Ejecutivo quiere mandarla, contemplando los temas que planteó la Campaña. No lo había pensado así. Lo importante es que salga. El gobierno enviará el proyecto, nosotros en el Congreso lo discutiremos.
Schlereth: “La historia se lo demandará al Presidente”
1) Mi posición, tal como voté en 2018, es en contra del aborto. El valor de la vida humana, su dignidad, y el derecho humano a nacer y vivir es prioritario y más relevante que cualquier otro derecho. Hay sobrados argumentos científicos, jurídicos, bioéticos y sociales que sostienen esta postura. La ciencia determinó sin duda que desde la concepción hay vida humana en desarrollo y solo basta que pase el tiempo suficiente para que se produzca el nacimiento de ese ser humano. Desde el punto de vista jurídico, quien pretenda la legalización del aborto, debería antes plantear una reforma constitucional y anular la adhesión a tratados internacionales que protegen la vida humana desde la concepción.
2)En JxC siempre somos respetuosos de las posturas de cada diputado y esto quedó demostrado en el 2018. Pero definitivamente el Presidente va a provocar una nueva ruptura y una enorme confrontación en la sociedad que va a profundizar aún más la crisis generalizada que vivimos los argentinos, y esto es gravísimo. Dijo en campaña que enviaría el proyecto, pero dijo también, que su principal objetivo de gobierno sería unir a los argentinos. Elige priorizar un tema por sobre la unidad de los argentinos que es lo que más necesitamos, y la historia se lo va a demandar.
3) El resultado está abierto. Sería negativo para el debate democrático y para el ejercicio de la responsabilidad de representación popular, que diputados del oficialismo tengan que modificar su postura contraria al aborto por presiones del presidente o de su gobierno. Bajo ningún punto de vista cabe la ¨obediencia partidaria¨, y si así fuera, sería una pésima señal para la sociedad y una claudicación imposible de explicar para esos diputados.
4) Esa pregunta debería responderla alguien del gobierno o el propio presidente. Personalmente, creo que nunca es momento ni la circunstancia apropiada para plantear un proyecto que desvaloriza la vida humana y plantea eliminar vida humana como respuesta a situaciones de vulnerabilidad social, marginalidad o bajo el planteo falso de invocar cuestiones de salud pública. Hay otras alternativas. La especulación política sobre temas tan delicados habla pésimo del gobierno y demuestra una degradación de valores que alarma.
5) La idea de acompañar a las madres y sus bebes en sus primeros mil días precisamente debe tener como finalidad evitar los abortos y generar un acompañamiento y ayuda concreta desde el Estado y desde cientos de organizaciones de la sociedad civil en todo el país dispuestas a involucrarse y ser parte de las soluciones, con el fin de evitar la práctica del aborto. Esto no es nuevo, de hecho, hemos presentado proyectos en este sentido. Es contradictorio plantearlo junto con la legalización del aborto, y peor aún utilizarlo como moneda de cambio, como lo presentará el gobierno.
Matzen: “Esto no es un tema del oficialismo. Es de todas las mujeres”
1) Pienso que nadie puede decir livianamente que está a favor del aborto, pero es una realidad que tampoco nadie puede negar que exista y por la cual son víctimas y mueren mujeres, principalmente las mujeres pobres. Debemos descriminalizar de manera efectiva, y tomar el tema como un problema de salud pública. Sólo el abordaje integral permitirá contener a esas mujeres que atraviesan por esa difícil decisión y que desde la contención tienen mejor libertad de elección. El aborto existió, existe, y seguirá existiendo. Visualizarlo y abordarlo es una cuestión de Estado. Esconderlo y negarlo, sólo suma trágicas consecuencias.
2) Este tema, como pocos, genera debates y son discutidos transversalmente, no tienen color político. Por eso cada espacio respeta la libertad y la conciencia al momento de tomar la decisión. Pertenezco al partido que protagonizó la primera presentación de un proyecto de despenalización, a través de la entonces diputada Florentina Gómez Miranda, en el gobierno de Alfonsín. Claro que hay distintas opiniones en mi bloque, pero el respeto a la pluralidad y a las libertades no dan lugar a rupturas.
3) Tengo fuertes expectativas de su aprobación, pero claramente los números son ajustados, especialmente en Senado. El proyecto del oficialismo aun no lo conocemos, pero si es importante destacar que la lucha responde a todas las organizaciones que formaron parte de la Campaña donde se involucraron un conjunto de ciudadanía sin distinción de colores políticos, ni sexo ni edad, y esa lucha lleva más de 14 años. El oficialismo “recogió el guante” y entendemos que hará propia esa lucha, respetando sus avances y el trabajo y camino hasta aquí realizado. Seguramente allanará los caminos del consenso.
4) Realmente, la postergación del proyecto no tuvo sentido. Demanda mucho más para el sistema de salud pública la llegada de mujeres con las consecuencias de un aborto clandestino, que si fueran contenidas de antemano. Como muchos momentos en la Argentina, la emergencia termina tapando y descartando los debates de fondo.
5) Apropiarse de temas como los Derechos Humanos, Igualdad de género, matrimonio igualitario, derechos de identidad entre tantos pareciera ser moneda corriente, es parte del relato y el mito de gobierno que el oficialismo ha demostrado una y otra vez. Pero esto no es un tema del oficialismo. Estos es un tema de todas las mujeres, que entendemos que esta situación no debe ser criminalizada y que abogamos por tener acceso a la información, a las estadísticas, a la contención. Es importante que el Estado se encuentre presente. Donde el Estado no está presente hay otros que se aprovechan de la desesperación y convierten la salud en un negocio.
Cómo anunció la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra, el Poder Ejecutivo enviará en los próximos días al Congreso los proyectos de legalización del aborto y el “Plan de los Mil Días”, iniciativa esta última que establece un acompañamiento de la maternidad y de los tres primeros años de vida de niños y niñas en situación de vulnerabilidad. El gobierno planea tratarlo en extraordinarias, a partir del 1 de diciembre.
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