Supermercados no quieren dejar de vender golosinas en líneas de cajas
Presentaron una queja formal ante la Legislatura, que aprobó en primera vuelta un proyecto que prohíbe la oferta de esos productos en los sectores de pago.
El sector supermercadista con bocas de expendio en la provincia de Río Negro trasladó sus quejas a la Legislatura, rechazando una iniciativa en proceso de aprobación que prohíbe la oferta de productos que contengan dulces en proximidades de las cajas de pago.
La queja asegura que la sanción de una normativa en ese sentido afectaría el derecho de libre comercio.
La Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que componen las principales cadenas nacionales y provinciales, observó el proyecto alegando que “vulnera las garantías constitucionales tales como libertad de comercio, derecho de propiedad e igualdad ante la ley”.
La entidad considera que “se excede en el ejercicio de las competencias legislativas de las provincias, atentando contra el principio de jerarquía de leyes, todo lo cual tiene reconocimiento en nuestra carta magna”.
La protesta firmada por el director ejecutivo, Juan Vasco Martínez, plantea que el objeto de la norma aprobada en primera vuelta Legislatura “es una materia vedada al legislador provincial, dado de que, inequívocamente nos encontramos ante la regulación de un aspecto referido al derecho comercial”
Sobre esto último agrega la nota que este derecho como las materias penal, civil o laboral, “es denominado derecho de fondo y su jurisdicción corresponde a la Nación”, y más allá del poder de control y de las facultades administrativas de la Provincia de Río Negro, “el órgano adecuado para legislar debería ser el Congreso de la Nación y no la Legislatura provincial”.
En cuanto a la oferta de productos dulces, la ASU observa que esta gama forma parte del “núcleo duro” de las actividades típicamente comerciales o de intermediación desde que se trata de un factor de la competencia del mercado.
En la presentación, se pone como ejemplo que este sector de ventas no tiene demasiado peso en el mercado de golosinas. Por caso, los supermercados venden un 10”, los autoservicios un 8%, los almacenes un 26% y los quioscos se llevan la gran parte de la participación comercial con un 56%.
La propuesta del legislador Leandro Lescano (JSRN) votada por unanimidad de los presentes en una de las últimas sesiones prohíbe todo tipo de ofertas de alimentos y bebidas con alto contenido de azúcar o jarabe de maíz de alta fructuosa -incluyendo las infusiones energizantes- en proximidades inmediatas y de hasta tres metros de cajas registradoras.
A su entender, las golosinas no tienen valor nutritivo, en tanto que la mayoría de las bebidas dulces con jarabe de maíz de alta fructuosa “desempeñan un papel equitativo en el aumento de peso o la diabetes”.
Además, cuestiona la estrategia de venta con el fin de evitar “situaciones de oferta compulsiva” en virtud de que las cajas constituyen un “paso obligado” que “no pueden ser evitados por los consumidores” al momento del pago.
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El proyecto de ley surgió con fines de salud, y el autor, Leandro Lescano, advirtió que los costos directos de la atención sanitaria de la diabetes representan ya entre un 2,5% y un 15% de los presupuestos anuales de atención de salud.
Observa que en el continente americana, el 77% de las muertes y el 69% de la carga de enfermedades atribuye a las Enfermedades Crónicas no Transmisibles
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