Soledad Barruti nos enseña a estar «bien comidos»
La periodista y autora de los libros Mala Leche y Mal comidos, dictará un curso sobre la industria alimentaria actual, sus consecuencias y las acciones necesarias para generar una transformación hacia la real Soberanía Alimentaria.
Por Victoria Rodriguez Rey (@victoriarodriguezrey)
Soledad Barruti es muy inquieta. La moviliza que no se sepa qué se come cuando se come. No solamente conocer sobre la infinita cantidad de ingredientes que tiene un ultraprocesado sino dimensionar también qué impactos ambientales, económicos, sociales y culturales tiene cada paquetito de mercado.
Soledad busca incansablemente alternativas sanas, limpias, justas y ricas que comparte diariamente a través de sus redes sociales con la idea de orientar a la población sobre el complejo acto de alimentarnos. Lo que le inquieta a esta joven periodista es la gran brecha entre los que pueden comer y los que no. ¿Por qué es difícil acceder a la comida real? ¿Por qué cada vez son más caros los alimentos buenos? ¿A qué tipo de alimento accede la gran mayoría? De tal desconocimiento vamos desarrollando una “cultura zombi” entendida por aquella “que nos lleva a comer sin saber y avanzar en el mundo de una manera adicta”, sostiene Barruti.
Pensar en acciones transformadoras del sistema alimentario actual implica indiscutiblemente la participación del Estado. Resulta fundamental garantizar el acceso de la población a la información. Avanzar con el rotulado frontal de alimentos, como política pública, es una manera de saber qué se está comprando, qué se está consumiendo. Además, el control de la publicidad vinculada a la promoción de productos alimentarios que no son saludables para la población, es otro paso. Sucede que cuando el pacto entre empresas mediáticas oligopólicas y empresas alimentarias es tal, es más complicado llevar adelante esa regulación.
“Los poderes mediáticos son reproductores de los poderes de turno porque son divulgadores de la publicidad con la que se confunde o se tapa la información. Es una trampa increíble en la que estamos metidos como sociedad. Por eso creo tanto en la comunicación alternativa y en los espacios de formación para que cada uno pueda llevarse información para reproducir de otra manera y ahí exigir políticas públicas fuera de los canales habituales. Son necesarias las políticas públicas para que nos igualen, pero para que esas políticas públicas puedan ser reclamadas es necesaria una sociedad previamente informada. Es un juego macabro que hay que romper por algún lugar. Por eso creo en la divulgación de información a través de otros canales de comunicación no hegemónicos”, dice Soledad.
Brindando siempre guías esperanzadoras hacia la construcción de una cultura alimentaria donde el alimento sea una conexión con el cuerpo, con la vida, generador, por sobre todas las cosas, de placer, Soledad Barruti en agosto brindará un curso de cuatro encuentros. Un espacio pensado como “una caja de herramientas para salir de esta cultura zombi”.
Algunos de los temas a abordar en el curso de Mal comidos a Bien comidos:
* Primer encuentro: Agricultura vs agronegocio. ¿Cómo pasamos de producir alimentos en armonía con la naturaleza a declararle una guerra química y genética a plantas, animales, insectos, que estalla contra nosotros mismos?
* Segundo encuentro: Granjas industriales. ¿Qué pasaría si los criaderos tuvieran paredes de cristal? Las granjas modernas son los negocios más ocultos y peligrosos del mundo.
* Tercer encuentro: La trampa del supermercado (Y la salida perfecta) Desde que un puñado de corporaciones tomó el mando de nuestra alimentación y entre neurólogos, ingenieros, publicistas y perfumistas dieron forma a un universo comestible y bebible donde nada es lo que parece, estamos más enfermos que nunca.
* Cuarto encuentro: Un menú para la revolución posible. Tal vez es la pregunta que más se hace quien quiere cambiar y no sabe cómo. Soberanía Alimentaria, agroecología y buen vivir.
Más información: www.cckonex.org
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