Incertidumbre por las reservas turísticas de febrero en Bariloche
Llegan al 50% de las plazas habilitadas del sector hotelero. Apelan a los visitantes que deciden a último momento las vacaciones y emprenden el viaje. Es el mes del público chileno.
“Febrero es una incógnita”. Así se refieren los operadores turísticos a las previsiones para el segundo mes del año. A una semana de que concluya enero, las reservas turísticas en Bariloche apenas alcanzan el 50% para febrero.
Los locales confían en que se repita la experiencia de enero con muchos visitantes que llegan sin reservas o lo hacen a pocos días de desembarcar en la ciudad.
El presidente de la Asociación Hotelera Gastronómica de Bariloche, Martín Lago, se refirió a “un cambio conductual” a partir de la pandemia por Covid-19: la gente espera a reservar a “último momento”.
“Con la pandemia, se suspendieron vuelos, hubo reprogramaciones, cierre de fronteras, y la gente no sabía hasta último momento si podría hacer algo. Por eso, la modalidad de reserva cambió. Esto lo vivenciamos la primera quincena de enero, cuando teníamos un 69% de reservas y consolidada la primera quincena, la ocupación nos dio un 85%. Mejoró 16 puntos”, resumió Lago.
Reconoció que los valores históricos de enero dan cifras de ocupación por encima del 90% en Bariloche, que se contrapone al 85% de la primera quincena de enero. “Para esta segunda quincena prevemos volúmenes de ocupación similares. De modo que enero cerraría seis puntos por debajo de los valores históricos”, manifestó.
Consideró que “febrero arranca peor que enero que tenía una previsión del 69%. Esperamos y confiamos en mejorar la performance a medida que nos acercamos a la fecha”.
En lo que va de la temporada, los operadores resaltaron un mayor volumen de extranjeros en Bariloche. Estadounidenses, franceses, alemanes, italianos, españoles, israelíes, británicos, brasileños, colombianos y ecuatorianos.
También se recibió gran cantidad de chilenos en autos particulares y a través de dos vuelos semanales de Sky Airline que une Santiago de Chile y Bariloche. “Si bien son 500 personas que ingresan por semana y no es un número muy significativo, permite que varios extranjeros puedan llegar a Bariloche desde Chile”, especificó Lago.
Febrero suele ser el mes de vacaciones en Chile. Pero el hábito de consumo de este público ya está bien estudiado por los barilochenses: suelen cruzar la frontera en auto, sin reserva, y al llegar a la ciudad, consultan varias tarifas de alojamiento.
“Esperamos recibir a muchos chilenos en la ciudad aunque, hasta el momento, no hay un gran volumen de reservas. Estimamos que se puede dar sobre la fecha. El chileno suele contratar alojamiento una vez que está en la ciudad. Viene en su auto y van mirando complejos de cabañas, comparando valores y ahí definen la contratación”, recalcó Lago.
La nostalgia del Previaje
El empresario turístico consideró que “la crisis genera que el turista sea muy medido en gastos. El Previaje generaba un aliciente para que la gente consuma. Esta temporada, sin ese estímulo, hay una caída no solo en las reservas sino en el consumo en general. La gente compara precios, consulta, pregunta por planes de financiación”.
En relación a la caída de turistas en Bariloche, señaló: “Hoy, hay menos barreras y hay más confianza para subirse a un avión. Brasil está teniendo una buena demanda de argentinos”.
En hostels y campings, se resuelve a sobre la hora
Desde la Asociación de Hostels y Campings de Bariloche, recalcaron que el nivel de reservas para la primera quincena de febrero es del 65% y del 25%, para la segunda mitad del mes en ese segmento.
“Excepto enero -que es un mes que se reserva con anticipación cuando la gente accede a las vacaciones-, para el resto de los meses, la gente no reserva. Lo hace en la misma semana en que viaja o a lo sumo, diez días antes. La gente va viajando y planificando el viaje sobre la marcha”, aclaró Pablo Molteni, secretario de la entidad.
Valeria Waroquiers, presidenta de la Asociación de Hostels y Campings y administradora de un camping, aseguró que reciben gran cantidad de consultas, pero lo cierto es que los turistas llegan sobre la hora.
“Hay mucho chileno que no reserva y viene. Este año nos llamó la atención la gran cantidad de extranjeros, pero es el mismo escenario de 2019. Cuando cerraron todo por la pandemia, habían quedado un montón de extranjeros varados en el camping. Estuve los dos primeros meses ayudando para que se volvieran”, dijo.
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