Verano en Las Grutas: te recomendamos tres playas agrestes, tranquilas y novedosas
El Buque, al sur de la villa balnearia, Punta Villarino a 65 km por ruta 3 y Punta Verde, a 15 km, son rincones ideales para visitar en febrero.
Si estás en Las Grutas y sos de los que aman la playa pero se cansan de visitar cada día el mismo punto, ésta es una nota ideal para vos. Porque, muy cerca del balneario, hay rincones agrestes y no tan difundidos, que encierran la belleza de esos sitios tranquilos, dónde conectarte con la naturaleza no requiere de mucho más que llegar, enamorarte de la vista y celebrarlo con un chapuzón.
En todos los casos hay que recordar que descubrir costas así requiere del compromiso de siempre, pero con una cuota extra. Es decir, el cuidado de no circular por lugares inhabilitados para vehículos, el de no perturbar a la fauna marina y el de mantener limpio el entorno. Después, todo será el disfrute de paisajes soñados, que están al alcance de los que busquen conocerlos.
El Buque
La primera parada es El Buque, una playa que está a 8 km de Las Grutas en dirección al sur. Para llegar tenés que tomar ese camino de arena y ripio que, como primera ‘estación’, tiene al balneario Piedras Coloradas. Esta playa queda un poco más distante, y no cuenta con servicios.
Se llama así porque, cuándo el mar baja, descubre la restinga (esa superficie de roca que hace de lecho marino) y en un sector la piedra tiene una forma similar a estas naves. Es tan imponente que, en sus recovecos, el agua queda retenida, formando piletas naturales en las que es un placer refrescarse.
Con marea baja los más chicos descubrirán pulpos, cangrejos, estrellas y esponjas, mientras que los amantes de la pesca (cuándo la pleamar reine) podrán beneficiarse con los buenos piques de pesca variada.
Como no hay paradores, hay que aprovisionarse para disfrutar sin complicaciones del día de playa.
Punta Villarino
Esta playa es una joya escondida en el Puerto San Antonio Este, a 65 km de Las Grutas por ruta 3. Está sobre el mirador sur, al bordear una curva de las extensas costas del muelle. Allí existe un apostadero de lobos marinos, que hicieron de ese punto “su” sitio preferido. Hay un puesto de control de guardas ambientales, que te brindarán consejos para que puedas admirarlos, pero sin perturbarlos. Sobre todo en momentos en los que hay que extremar recaudos por el brote de gripe aviar que afecta a la especie.
La costa, como en la mayoría de las playas portuarias, está cubierta por un manto de restos de moluscos bivalvos, erosionados por el viento y blanqueados por el sol. El contraste de esa blancura con el azul intenso del agua genera una postal única, digna de descubrir.
Punta Verde
Punta Verde está a 15 km del balneario, en San Antonio Oeste. Es la playa favorita de los sanantonienses, que, por su cercanía con el centro y la tranquila belleza de su costa, la eligen para disfrutar los días de playa.
Allí la arena es densa y está salpicada por conchillas y canto rodado, que forma un lecho donde todos los tonos del sepia se funden con los dorados y blancos de la arenilla y algunos caracoles.
Un dato a tener en cuenta es que el sector es el que primero ‘se llena’ de agua en pleamar, así que cuándo el calor aprieta es clave para los que disfrutan de divertidos chapuzones.
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