En La Lobería un grupo de personas molestó a un lobo que salió a descansar a la playa
A pesar de las indicaciones de guarda ambientales y guardavidas, el grupo de personas no hicieron caso y se volvió a reiterar las recomendaciones.
La Lobería es una de las pocas playas del país donde se puede pasar una jornada agradable en compañía de la naturaleza. Se encuentra a 60 kilómetros de Viedma, sobre la ruta Provincial N° 1 y esa playa forma parte del área natural protegida Punta Bermeja.
Hay que tener en cuenta que los lobos son los dueños del lugar y que hay que respetar las indicaciones de la cartelería, como así también de la información brindada por guarda ambientales y guardavidas, para compartir una jornada agradable junto a los lobos.
Sin embargo, hay personas que omiten toda esta información y hasta las advertencias.
Un vídeo enviado por un guardavida, muestra como un grupo de personas se acercan demasiado a un lobo macho adulto. Según precisaron desde Punta Bermeja, este grupo de personas ya había sido advertido. Luego un guardavida le reiteró la recomendación, pero hicieron «oídos sordos».
Destacaron que esta situación «altera el descanso y le provoca estrés al animal. Su reacción, por lo general, es irse al agua pero tengan en cuenta que como todo animal silvestre si se siente en peligro o amenazado su reacción puede ser un rugido, una corrida y hasta una mordida».
Detallaron que «resulta un peligro para ambos, personas y animales, por favor les pedimos que mantengan distancia de 10 a 15 metros para que no ocurra ningún accidente». Entre las indicaciones también está prohibido bajar con perros a la playa.
La idea es que se pueda disfrutar responsablemente a través de la observación y la fotografía a una distancia prudente.
También recomendaron que «no hay que alimentar a la fauna silvestre, no hay que intentar tocar, no hay que gritarle. Respetemos su descanso y su espacio».
En enero y febrero la actividad de los lobos marinos aumenta, teniendo en cuenta que se encuentra la colonia a pocos kilómetros y se torna habitual que ejemplares lleguen a las playas para descansar.
Es clave no molestarlos para seguir observándolos a una distancia prudente y evitar cualquier accidente que pueda ocurrir. De esa manera se puede seguir disfrutando a la naturaleza en su máxima expresión.
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