El video del año: así rescató una yegua a su cría que arrastraba el río en el norte neuquino

A la potranquita Chancleta la arrastró el río Varvarco y su mamá Laguna no dudó un segundo en ir al rescate. Martín Muñoz lo filmo cuando crianceros cruzaban con sus animales hacia las tierras de veranada. Mirá...

El momento en que el potrillo lucha para no ser arrastrado por el río Varvarco y la madre va al rescate. Captura de video Martín Muñoz

Es tiempo de arreos hacia las tierras de veranada en el norte neuquino, días en que los crianceros como cada año dejan los puestos de invernada y las pariciones para partir rumbo a las zonas altas de pasturas y agua de deshielo donde los chivitos ganarán peso y se harán más fuertes. Este noble oficio que se transmite de generación en generación regala imágenes que sorprenden a los turistas que los encuentran en el camino en este rincón agreste y hermoso de la Patagonia que cada vez recibe a más visitantes. En estas travesías que los sorprenden, la escena que filmó una semana atrás Martín Muñoz cuando registraba la travesía de un grupo de arrieros, es una de las más impactantes.

Los arrieros rumbo al río Varvarco. Foto: Martín Muñoz.

Ocurrió durante el cruce del Varvarco. Varios caballos ya habían logrado llegar a la otra orilla cuando una de las crías se desprendió del grupo arrastrado por la corriente, el río venía fuerte después de un invierno nevador. Pese a que intentó volver y daba saltitos como para recuperar terreno, no hubo caso: el agua se la llevó. Entonces, la madre fue al rescate.

La yegua Laguna fue a su encuentro hasta que la potranquita Chancleta quedó a salvo en la misma orilla de la que había partido, aunque unos 20 metros río abajo.

Enseguida, la madre se puso adelante como cubriéndola y así cruzaron el Varvarco.

Y aunque otra vez el agua los arrastró varios metros, lograron llegar a la otra margen, custodiados además por otro caballo, mientras los demás los miraban desde la orilla, ladraba Carbonero, el perrito chivero que ayuda en los arreos, que también fue arrastrado pero logró cruzar y se escuchaban nítidos los silbidos y los gritos de los crianceros.

Habían salido desde el paraje Las Ramadillas (a 15 km de Varvarco) por la ruta 43 para llegar 60 km y dos días después a La Pólvora, en Los Cerrilos, ya cerca del límite con Mendoza.

«Pasaron todos: los caballos, las vacas, los potrillos, los terneros. A veces en estos cruces los crianceros pierden animales, por suerte esta vez cruzaron todos», dice Martín.

El arreo continuó rumbo al puesto de veranada. Foto: Martín Muñoz.

Está acostumbrado a estas escenas, pero le impactó lo que pasó con Chancleta y su mama Laguna. «Sí, amigo. Cómo vuelve a buscar a la cría y la acompaña para cruzar, cómo se pone adelante para frenarle la corriente…»

Por eso, cuando lo compartió en las redes, escribió esto: «Amor de madre, volvió a buscar a su cría cuando la corriente del río se la llevaba».


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