Volvió la lucha por la temperatura del aire acondicionado en los espacios de trabajo
De 20 mujeres consultadas, 15 indicaron que pasan frío en sus oficinas. Un estudio internacional determinó que el género es un factor importante para determinar el impacto de la temperatura en la productividad y el rendimiento cognitivo.
El abrigo en los espacios de trabajo compartido son una extensión más de las mujeres, sobre todo en verano, cuando las temperaturas de los aires acondicionados resultan bajas para ellas. Muchas mujeres de Neuquén declararon pasar frío. Un estudio internacional determinó que la temperatura impacta en la productividad y rendimiento cognitivo.
Se estima que con la llegada de la primavera y el verano los abrigos se van guardando y cada vez se usa ropa más ligera, sin embargo, muchas mujeres afirman que esa no es su situación.
Las temperaturas altas traen consigo temperaturas que resultan bajas para las mujeres en espacios de trabajo. En este sentido, 15 de 20 mujeres de Neuquén consultadas por Río Negro declararon pasar frío en su lugar de trabajo, y algunas dieron sus testimonios.
De las cinco mujeres entrevistadas todas afirmaron compartir sus oficinas con hombres y la mayoría indicó notar que pasa más frío que ellos. “Yo paso más frío que todos”, indicó María, y Cándida argumentó que por lo que observa en esta época, “la única que está con campera soy yo”.
Las charlas sobre el aire acondicionado no pueden faltar en los espacios de trabajo. “Todos los días se hablar sobre el aire, no al punto de discutir, pero sí se habla”, indicó Delfina, quien es la única mujer en el lugar.
“No hemos hablado porque nunca se presentó, pero cuando están las oficinas llenas soy yo la que atina a ponerse el abrigo y quedarme en silencio”, declaró Cándida, «quedo como la friolenta» remarcó riéndose.
María comentó que el aire suele prenderse a las ocho de la mañana, apenas se llega al trabajo. “Yo abro la ventana y con el aire de la mañana estoy, entonces por ahí hay que equilibrar un rato y un rato”, sugirió.
Todas las entrevistadas aseguraron tener que abrigarse en la oficina para no pasar frío. “Normalmente me pongo algo, igual que mis compañeras”, comentó Valentina, a lo que Rosario y Delfina acordaron.
“Algo que no me puede faltar cuando salgo es la campera o el suéter, porque sé que la oficina va a estar helada”, afirmó Cándida, y agregó que religiosamente lleva su abrigo, independientemente de que afuera la temperatura sea muy alta.
Las mujeres hablaron sobre el frío y la afectación en su rendimiento
Dos de cinco entrevistadas dudaron en si las temperaturas bajas afectan su rendimiento, sin embargo, las demás aseguraron que de alguna forma u otra el desempeño no es el mismo.
“Creo que puede afectar, a veces sí”, indicó Valentina. “Cuando tengo frío me cuesta concentrarme, tiemblo y siento que el cuerpo se tensiona más entonces no estas tranquila”, afirmó María.
Cándida por su parte afirmó rotundamente “olvidate que sí afecta, el 90% de mi día estoy sentada en una silla con el aire de frente y muchas veces con una campera no alcanza”. “Para pasarlo me tomo algún mate o café, para mantener el cuerpo caliente y que el frío no sea una opción de distracción”, relató.
En referencia a esto, el 2015 un estudio publicado en la revista PLOS One llamado «Batalla por el termostato: el género y el efecto de la temperatura en el rendimiento cognitivo», investigadores demostraron que la temperatura de una habitación impacta en la productividad y rendimiento, y que el género es un factor importante.
informaron que a medida que la habitación se hace más cálida, los puntajes de las mujeres aumentaban significativamente.
Los investigadores pidieron a 543 estudiantes que realicen tareas variando la temperatura de 16,19 a 32,57 °C entre sesiones.
Los resultados muestran que, dentro de un rango de temperatura de 16 y 33 grados centígrados, las mujeres generalmente exhiben un mejor rendimiento cognitivo en el extremo mientras que los hombres lo hacen mejor en temperaturas más frías.
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