Volcán Villarrica, con actividad cerca de Neuquén: ¿Por qué es considerado uno de de los más peligrosos?

El volcán Villarrica es uno de los más peligrosos de Sudamérica. Analizan su actividad y el posible impacto en la Patagonia.

El volcán Villarrica, ubicado en el centro-sur de Chile, es considerado uno de los más peligrosos de Sudamérica debido a su actividad constante y su potencial para generar erupciones explosivas. En las últimas semanas, el volcán volvió ser noticia luego de que las autoridades chilenas decidieran reducir el perímetro de seguridad, a pesar de las sucesivas explosiones registradas en los meses recientes.

Este cambio generó preocupación tanto en Chile como en Argentina, especialmente en las provincias limítrofes de Neuquén y Río Negro.

El Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin) y el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) informaron que el Villarrica permanece bajo alerta técnica amarilla, lo que implica una vigilancia constante ante posibles cambios en su actividad.

Álvaro Amigo, jefe de la Red Nacional de Vigilancia Volcánica de Sernageomin, explicó que la decisión de reducir el área de exclusión de 1,5 kilómetros a un kilómetro del cráter se basó en la disminución de la frecuencia de explosiones y la baja actividad instrumental observada en los últimos meses.

A pesar de esta disminución en la actividad, el Villarrica sigue siendo un volcán potencialmente peligroso. Marcelo Lagos, geógrafo y doctor en Ciencias Ambientales de la Pontificia Universidad Católica de Chile, conversó con Diario RÍO NEGRO para explicar por qué este volcán es considerado tan riesgoso.

«El Villarrica es uno de los volcanes más activos de Sudamérica, con una historia de erupciones que incluyen eventos explosivos significativos», señaló Lagos.

«No hay certezas absolutas en la vulcanología, pero la historia y los datos nos indican que el Villarrica tiene el potencial de generar grandes erupciones», dijo.

El último evento eruptivo significativo del Villarrica tuvo lugar en 2015 y, aunque fue intenso, también fue relativamente breve. Sin embargo, Lagos advirtió que el mayor peligro de una erupción radica en la incertidumbre sobre su duración.

«Una erupción volcánica puede comenzar de manera repentina y no sabemos cuándo terminará, lo que la hace más impredecible que un sismo», explicó. «Este es uno de los factores que hacen del Villarrica un volcán tan peligroso».

Otro aspecto que aumenta el riesgo asociado al Villarrica es su proximidad a áreas pobladas tanto en Chile como en Argentina. El volcán está situado en la cordillera chilena, a pocos kilómetros de la frontera con Argentina, lo que lo coloca relativamente cerca de ciudades de la Patagonia argentina como Aluminé, Junín de los Andes y San Martín de los Andes, en la provincia de Neuquén.

«La cercanía del Villarrica a Neuquén y a otras localidades de la Patagonia argentina hace que cualquier actividad significativa del volcán sea motivo de preocupación», destacó Lagos.

Además de la actividad volcánica, también se ha planteado la posibilidad de que el Villarrica pueda desencadenar actividad sísmica en la región.

No obstante, autoridades aclararon que, aunque los movimientos telúricos pueden estar asociados con la actividad volcánica, estos generalmente no representan un peligro significativo para los residentes de la Patagonia.

«La última vez que la zona del Villarrica experimentó un terremoto de gran magnitud fue en 1960. Es poco probable que ocurra un sismo gigante en el corto o mediano plazo que esté directamente relacionado con la actividad del volcán«, indicó.


Volcán Villarrica, con actividad cerca de Neuquén: antecedentes y monitoreo


A pesar de estas explicaciones tranquilizadoras, los especialistas continúan monitoreando de cerca la actividad del Villarrica. La vigilancia constante es esencial para detectar cualquier señal de una erupción inminente y permitir la implementación de medidas de seguridad adecuadas para proteger a las comunidades cercanas.

El historial de actividad del Villarrica, que incluye erupciones importantes en 1948-1949, 1963-1964, 1971, 1984 y 2015, subraya la necesidad de una preparación continua y una vigilancia constante. Las autoridades de Chile y Argentina han colaborado en múltiples ocasiones para desarrollar planes de contingencia y medidas preventivas que garanticen la seguridad de las poblaciones aledañas.

En conclusión, aunque actualmente la actividad del Villarrica no representa un peligro inmediato para Neuquén y Río Negro, no se puede descartar la posibilidad de una gran erupción en el futuro.

Los expertos siguen vigilando de cerca el volcán y trabajando en planes de emergencia para minimizar los riesgos y proteger a las comunidades. La clave radica en la vigilancia constante y la cooperación entre las autoridades chilenas y argentinas para mitigar cualquier posible amenaza.


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