Vigilancia en los volcanes de Neuquén: buscan responder más rápido si aumentan su actividad
Funcionarios provinciales y referentes del observatorio volcánico se reunieron para gestionar mecanismos de alerta temprana.
Este viernes funcionarios de la provincia de Neuquén y referentes del Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) se reunieron para abordar acciones cojuntas con respecto a la vigilancia volcánica en la Cordillera de los Andes. El encuentro tuvo como objetivo coordinar respuestas ante cualquier señal anómala que pueda indicar una posible erupción.
Con respecto a la reunión, participaron el ministro de Seguridad, Matías Nicolini; la secretaria de Planificación y Vinculación Institucional, Leticia Esteves; el subsecretario de Vinculación y coordinador de la Oficina Provincial de Tecnología de la Información y la Comunicación (OPTIC), Juan Manuel Morales; y el representante de la OAVV, Sebastián García.
Entre los temas que tocaron, hubo foco en las acciones a tomar -tanto de anticipo como de reacción- ante cualquier señal anómala que pueda indicar un posible proceso eruptivo. De esta manera, buscan coordinar las respuestas ante las alertas tempranas, para que tanto las autoridades de Protección Civil como la población pueda tomar medidas preventivas.
Desde el gobierno neuquino destacaron que la Cordillera de los Andes es una de las zonas tectónicas más activa del mundo. En este sentido, el referente de OPTIC señaló que Neuquén es la única provincia que tiene todos sus volcanes monitoreados.
En total, se localizan aproximadamente 120 volcanes activos en el arco andino entre Chile y Argentina, cuya actividad se relaciona con el fenómeno de subducción de la Placa de Nazca bajo la Placa Sudamericana. Esta interacción tectónica genera sismos y erupciones volcánicas, representando un riesgo significativo para las comunidades cercanas.
¿Qué es el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica?
El ente es un organismo científico-tecnológico del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR). Su función es estudiar y monitorear los volcanes que podrían impactar el territorio argentino.
En este sentido, producen información y conocimiento geológico de alta relevancia, a través de la observación permanente, la cual permite detectar cambios en la actividad volcánica mediante métodos visuales e instrumentales.
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