VIDEO | Son de Bariloche y participaron del Mundial de Tango en Buenos Aires, junto a 750 parejas
Carlos Roch y Marcela Medaglia son pareja desde hace 42 años, pero llevan solo 2 bailando tango.
Los barilochenses Carlos Roch y Marcela Medaglia se llevaron todas las miradas en el barrio porteño de La Boca. Ante un jurado, bailaron piezas de tango que los sorprendieron y por lo tanto, debieron improvisar en el momento. La pareja representó a Río Negro en el Mundial de Tango, una competencia internacional entre bailarines que se realiza anualmente desde 2003 en la ciudad de Buenos Aires.
En esta oportunidad, participaron 750 parejas de 53 países.
Roch explicó que es la primera vez que participaron en el Mundial, en la categoría “aficionados” senior, para mayores de 55 años.
Carlos y Marcela llevan 42 años como pareja y, solo 2 bailando el tango. Sucede que cuando él se jubiló, decidió que era momento para tomarse un tiempo para hacer algo distinto. “Uno se ve atrapado por la vorágine del laburo y de los chicos. Llegado el momento del jubilación, uno dispone de más tiempo y decide abordar las cosas con más profundidad. Por eso, decidimos hacer algo juntos. Ahora uno está más tranqui, vive solo, sin los hijos y se da el tiempo de hacer cosas. Algunos viajan, otros andan en bici y nosotros bailamos”, explicó.
Roch se definió como “rionegrinos” por opción. “En realidad, somos porteños, del barrio de Floresta, y llevamos 30 años viviendo acá. La técnica de la disciplina del tango nos atrapó. Marcela propuso empezar a bailar juntos y fue enamorándonos”, admitió el hombre de 59 años.
Allí donde había clases, ahí estaban ellos. Las milongas y los ensayos se fueron acentuando y fue entonces que decidieron anotarse en el Mundial de Buenos Aires. Estudiaron el reglamento y la propuesta y, acomodaron el living de su casa para facilitar los ensayos diarios. Escuchaban y bailaban música variada “para no patinar en una competencia”.
Las instancias preliminares del campeonato se llevaron a cabo en la Usina del Arte en La Boca y la final fue en el estadio Movistar Arena. “Solo 40 parejas llegaron a la final. Nosotros no pasamos las preliminares, pero estamos muy contentos porque hay gente muy grosa de todo el mundo. Compiten hasta los profesores”, contó.
La pareja tuvo dos presentaciones. La primera instancia fue ante un jurado de siete personas y bailó tres temas al azar. “Fueron tres tangos de pista -no tango escenario- y los temas los puso el jurado. Eran distintos ritmos. No sabés con qué autor y ritmo te vas a encontrar. Si es lento o más rápido. Cada orquesta tiene su tiempo. Juan D’Arienzo, por ejemplo, va rápido; Pugliese es más tranquilo”, describió.
Les llamó la atención la presencia de bailarines de Rusia o China. “Lo cierto es que a mediada en que te vas insertando en la comunidad del tango, entendés que está globalizado. Hoy es raro que en un país no haya práctica de tango. Se están dando clases en Italia, Hungría, Turquía, en infinidad de lugares. Es otro orgullo de los argentinos”, señaló.
Medirse ante otros bailarines no fue el objetivo final. La meta, aseguró Carlos, fue bailar tango y disfrutarlo junto a su compañero de toda la vida. “El jurado es muy técnico, pero la mayor satisfacción es hacer algo junto a tu compañera. Compartimos la cultura y los halagos de la gente. Se nos arrimaban y nos decían qué lindo que bailan. Es el mejor premio”, concluyó.
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