Video | La huerta del hospital Heller y Proda cumplió 11 años cultivando comunidad: «Acá somos todos huerteros»
La huerta está frente del centro de salud del oeste. Allí, además de trabajar la tierra, se derriban estigmas y se cultivan "vínculos sanos".
La huerta comunitaria del Hospital Heller y el programa Proda cumplió 11 años consolidándose como un espacio de encuentro e inclusión. Lo que comenzó como una simple iniciativa para producir compost, se convirtió en un proyecto clave, donde vecinos, profesionales de la salud y pacientes «son todos huerteros» y trabajan la tierra, pero también «vínculos sanos».
La psicóloga y trabajadora del área de salud mental, Luisina Croceri contó que hace más de 11 años nació la huerta. Señaló que el impulsor de la idea fue Daniel Bruno, un trabajador social del hospital que, junto a su compañera Andrea Properzi, gestaron “un emprendimiento sociolaboral para usuarios de salud mental”.
El proyecto original era “armar y vender compost”, indicó Croceri. Sin embargo, con el tiempo la idea fue creciendo y se transformó en algo mucho más grande: una huerta urbana y la primera en la ciudad.
Se instaló en el terreno baldío frente al hospital y lo que comenzó con algunas manos que trabajaban la tierra llamó la atención de los vecinos. “Empezaron a mover y espontáneamente se empezaron a unir a lo que estaban haciendo y ahí se armó el proyecto de la huerta comunitaria”, relató la psicóloga.
11 años cultivando un espacio de trabajo colectivo
“Estos 11 años fueron de mucho crecimiento, sostenimiento y ganas”, expuso Croceri. “Tener dispositivos de este tipo en salud y que se sostenga tantos años es muy importante”, expresó. Es que implica un involucramiento de muchas personas.
La psicóloga indicó que es un espacio para encontrarse con el otro y además derribar estigmas. “Lo que siempre promovemos acá es que dentro de la huerta somos todos huerteros y huerteras”, comentó. Allí participan personas que son usuarias del servicio de salud mental, pero también profesionales de la salud y vecinos.
«Para desamar un poco el estigma que hay en relación con el paciente nosotros trabajamos de forma horizontal»
Luisina Croceri, trabajadora del área de salud mental
La psicóloga indicó que se dejan de lado esas pertenencias y que en ese espacio surge una de las más importantes que cultiva el vínculo entre todos, ser huertero o huertera.
El encontrarse con el otro también es un punto clave del proyecto, “que no es cosa sencilla en esta sociedad y en las formas que hoy tenemos de vincularnos”, aseguró.“La idea acá es venir a pasarla bien, hacer vínculos diferentes y saludables, más allá de las tensiones y conflictos que puede haber, como en todo grupo”, señaló.
Agregó que la soledad de muchos también es un impulsor en estos encuentros. ”Por esto también trabajamos en fortalecer los lazos”, dijo.
El compost: el corazón de la huerta
La ingeniera agrónoma y trabajadora de Programa de Desarrollo Agroalimentario, Mariana Benotti, relató que los huerteros trabajan la tierra casi todos los días.”Vienen a regar y trabajar en sus bancales», indicó. Por otro lado, el equipo del hospital junto con Proda se reúne los martes y jueves donde realizan actividades en conjunto y se comienza con el armado del compost.
«Nosotros decimos que el compost es el corazon de la huerta porque gracias a eso después tenemos las cosechas».
Mariana Benotti, ingeniera agrónoma y trabajadora de PRODA
Así, los huerteros logran tener mucha diversidad de especies y de plantas distintas. «Nos interesa atraer insectos benéficos para que la huerta pueda sostenerse sin la aplicación de ningún plaguicida», contó la ingeniera agrónoma. Aseguró que todo lo que se cosecha es «orgánico y muy saludable».
Cada bancal es trabajado por vecinos del barrio, quienes pueden llevarse lo que cosechan para su propio consumo. Sin embargo, en los bancales comunitarios, las cosechas se reparten entre todos. «Todos prueban un poco de lo que hay», manifestó.
Una colecta para el corazón y el festejo
Las trabajadoras de la huerta contaron que actualmente hay una colecta activa que surgió de manera espontánea para la decoración por su festejo. Sin embargo, contaron que algunas cosas también sirven para el compost.
«Estuvo muy interesante, porque se promovió la posibilidad de reciclar materiales que tengamos en la casa, desde botellas de plástico, telgopor, que por ahí algunos esmaltes viejos, pinturas y más», indicó Croceci.
Señaló que en noviembre se realizará el encuentro provincial de huertas y es la primera vez que se realizará en la del hospital Heller.
«Junto con los centros de salud estamos trabajando en conjunto para ser los anfitriones de ese espacio, lo vamos a decorar lindo para darle la bienvenida a todos los compañeros que vienen del interior», expresó la psicóloga. Por esto, dijo que aún reciben donaciones y mencionó: «lo que tengan en casa lo pueden acercar a la huerta para el festejo».
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