Vértices, un ciclo a corazón abierto que cuenta las historias no escritas de los ídolos

Distintas glorias del deporte argentino formaron parte de esta serie de entrevistas organizadas por el Diario Río Negro, que promete más capítulos para el 2024.

El Burrito Ortega fue uno de los invitados al escenario de Vértices en este 2023. (Foto/Matías Subat)

El Pato Fillol se acomoda en el sillón y muestra las palmas de sus grandes manos impregnadas de gloria deportiva. De pronto las cierra sobre su pecho y rememora el “Abrazo del Alma”, una de las imágenes más icónicas de la historia de los mundiales de fútbol.

Sus ojos se humedecen, los nuestros también. El colmado auditorio del Diario Río Negro asiste emocionado al recuerdo del primer gran arquero de la Selección Argentina, que abre su corazón en la primera entrega de Vértices, el ciclo de entrevistas con personalidades destacadas del deporte argentino.

El Pato Fillol y su profunda emoción al recordar al Abrazo de Alma, luego de que Argentina le ganara a Holanda la final del Mundial ’78. «Vi la imagen de Jesucristo…», dijo el gran arquero. (Foto/Andrés Maripe)

La charla mano a mano con el Pato se vuelve intimista, reveladora, profundamente expresiva y carente de poses. Es en definitiva, la materialización de una idea periodística que nació con la intención de conocer aspectos y vivencias poco exploradas del entrevistado de turno.

Vértices se instaló para poder despojar el velo interior que recubre los secretos mejor guardados de los ídolos. En un mundo hipercomunicado, las hazañas deportivas de estos personajes han sido y serán replicadas por siempre. Pero detrás del mito, del campeón, del héroe, también está la historia no escrita que atesora sentimientos encriptados pocas veces contados.

Este ciclo de entrevistas organizado por el Diario Río Negro, inédito en la región, tuvo en el año que ya se va, la dicha de acercar figuras notables y siempre predispuestas, que pudieron interactuar con la audiencia. Hubo preguntas por parte de la gente, fotos, firmas de camisetas y por sobre todo mucho afecto.
“El cariño permanente de la gente es lo que me hace venir a estas charlas al interior del país”, nos dijo Ariel Ortega, que superó con amplitud la prueba de la idolatría. El Burrito, hijo pródigo de River, fue uno de los protagonistas de las cinco entregas que tuvo Vértices en este 2023.

El Burrito Ortega en el MNBA de Neuquén, ante un sinfín de camisetas de River que esperan ser firmadas. (Foto/Matías Subat)

El ciclo fue de carácter itinerante y las sedes se movieron entre General Roca, Cipolletti y Neuquén, con la intención de ampliarlo a otras ciudades de la región para el 2024.

El estreno fue en Roca con el Pato Fillol y siguió en el Complejo Cultural de Cipolletti con la visita de Sergio ‘Cachito’ Vigil, el padre de Las Leonas, más allá de que el legendario entrenador afirme con sabiduría que él más bien es “el hijo afortunado de esas mujeres”, integrantes del glorioso seleccionado argentino femenino de hockey.

El poder de la palabra de Cachito Vigil, que deleitó a la audiencia en el CCC de Cipolletti. (Foto/Flor Salto)

La capacidad de Vigil para mantener atenta a la audiencia es notable. Cuando Cacho habla, el mundo se detiene. En las 24 horas que Vigil pasó junto a Río Negro, en cada una de sus intervenciones regalaba una nueva enseñanza de superación y compromiso.

“Toda la vida fui un aprendiz. Yo aprendí de mis jugadoras, de mi staff… Hoy tengo 58 años y tengo los mismos miedos que el primer día, las mismas ilusiones y la misma confianza. En cada equipo hay un ‘dream team’ esperando que lo descubras. Yo creo en la experiencia y no en el experimentado. La experiencia es tirarse al vacío todos los días”. Cachito Vigil en su máxima expresión.


Si de ídolos de trata…


En la tercera y cuarta fecha de Vértices el desafío fue saber si el poder de la idolatría de dos iconos históricos de River y Boca, se mantenía intacto a pesar del retiro y el paso del tiempo.
En el escenario de Vértices, tanto Arnaldo Ariel Ortega como Carlos Fernando Navarro Montoya superaron con creces esa prueba de veneración popular.

El Burrito se presentó en el auditorio del Museo Nacional de Bellas Artes de Neuquén a sala llena y quedó en claro el magnetismo inalterable de uno de los mayores ídolos de la historia riverplatense. El vínculo de amor incondicional entre Ortega y la gente es lo que convenció al jujeño para ponerse la camiseta de Vértices.

Ariel Ortega superó ampliamente la prueba de la idolatría. Fiesta ‘millonaria’ en la tercer entrega de Vértices. (Foto/Matías Subat)

“Lo más maravilloso que te da el fútbol, River y la Selección, es esto: el cariño de la gente, el amor incondicional a pesar del tiempo…” El Burrito apenas puede terminar la frase. La ovación de los hinchas presentes en el auditorio confirma que la idolatría no es algo que se pueda comprar. Se es o no, sin dobleces.


El día que jugué con Ortega


La larga fila a las afueras del Museo neuquino rememoran aquellas tardes en las boleterías del Monumental donde el Burrito, con gambetas y quiebres de cintura, regalaba su arte domingo a domingo en el barrio de Núñez.

Cuando la gente ya se había acomodado y en la sala con cabía un alfiler, Ortega y este cronista enfilaron juntos hacia el escenario, pero antes de encarar el pasillo final, la organización del evento nos hizo esperar por un par de minutos en una pequeña salita apenas iluminada.

Nos mantuvimos en silencio por un buen rato, pero momentos antes de avanzar hacia el estrado, el Burrito me da la mano, me abraza y me dice: “Vamos que la rompemos…”.
Desde esa noche puedo afirmar sin dudar que una vez me di el gusto de jugar con el Burrito.


El Mono Navarro Montoya marca el pulso xeneize y dice que Messi no existe



Elegante y con el porte de siempre, Carlos Fernando Navarro Montoya se para frente al público que ovaciona. Las banderas de Boca tapizan las paredes del auditorio del Diario Río Negro donde todo es azul y oro. “Por algo somos la mitad más uno…”, tira el legendario arquero xeneize, en el primer guiño cómplice con el público que no para de vivarlo.

El Mono Navarro Montoya, el referente xeneize que pasó por el escenario de Vértices, en Roca. (Foto/ Andrés Maripe)

“La gente de Boca es muy especial. Después de tantos años, uno que es hincha de estos colores, lo entiende y se disfruta donde vaya de este cariño. Nos vinculamos con nuestro club a través de un sentimiento. Creemos que somos capaces, desde la tribuna, hasta de modificar cosas. Sentimos que pertenecemos. Por eso somos tan especiales, en general es así el hincha argentino”.

Navarro Montoya habla de todo y de todos. Cita a Maradona, a Pelé… “Lograron concitar la atención del mundo con el simple hecho y tan poderoso a la vez, de jugar bien a la pelota. Este es el gran magnetismo que tiene este deporte”. En el mismo grupo pone a Messi. Y por un instante dudamos de una afirmación que rápidamente es aclarada.

“Messi no existe. Es una utopía. Es imposible pensar antes de la irrupción de Messi, en que un futbolista pudiera conseguir todo lo que él logró. De verdad, a veces pienso que Messi no existe. Estar 15 años como el N°1 y conseguirlo todo… Pero no hablo sólo de los títulos, sino también de cómo esa adoración planetaria lo hizo ser un ídolo y referente mundial”.


Dos Leonas sueltas en Cipo


En la última fecha del año del calendario de Vértices, la mujer deportista fue la protagonista. Y lo fue por partida doble.
Delfina Merino y Belén Succi le dieron un formato inédito al ciclo, y esta vez el lugar elegido fue el auditorio del Hotel y Casinos del Río de Cipolletti, que fue desbordado por jóvenes adolescentes amantes del hockey dispuestas a conocer los secretos para ser una Leona.

Belén Succi y Delfina Merino, ídolas de las amantes del hockey en la región, que coparon la sala del Hotel y Casinos del Río de Cipolletti. (Foto/Flor Salto)

Succi, la legendaria arquera del seleccionado femenino, y Merino, consagrada como la mejor jugadora del mundo en 2018, afirman que para ser parte de la elite leonina, hay una historia de abnegación.

“Somos Leonas en todos los ordenes de la vida, no solamente a la hora de ponernos la camiseta y salir a jugar. Somos Leonas cuando nos toca ir a trabajar, cuando estamos con nuestras familias o amistades. Nuestra pasión es el hockey, pero hay que sacrificarse”.
Delfi y Belén aportaron su frescura en la última puesta en escena del año de Vértices, que para este 2024 que ya llega promete más.

Broche de oro para el primer año de Vértices, con el auditorio colmado para escuchar a Las Leonas Belén Succi y Delfina Merino. (Foto/Flor Salto)


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