Vecinos de Neuquén capital no quieren edificios altos frente al río
Hay una propuesta de la intendencia en el Deliberante para dar excepciones y habilitar torres de edificios frente al brazo del río Limay, en la zona de costanera. Fue parte de un acuerdo por la sesión de tierras para hacer el Paseo de la Costa a la altura de Leguizamón al fondo.
Los vecinos de la vecinal de Río Grande están movilizados nuevamente para evitar el desarrollo de complejos de edificios frente al río Limay, en la zona del Paseo Costero, entre el balneario Sandra Canale y Leguizamón. El Deliberante busca recompensar la cesión de terrenos que hubo para la continuidad del paseo, con la habilitación de indicadores que permitirán la construcción de torres de departamentos frente al río.
La iniciativa está en estudio en la comisión de Obras Públicas, por un expediente iniciado en el Ejecutivo que lleva la firma del intendente Mariano Gaido y el secretario de Infraestructura y Planificación, Alejandro Nicola. El proyecto alude a un acuerdo ya suscripto con los privados en 2021, en la que el municipio convino el cambio de indicadores a 9 lotes frente al río a cambio de la cesión de una porción de la parcela privada que se usó para el trazado de la calle, al lado del bombeo del EPAS, durante la ejecución del paseo costero.
«El proyecto es ambigüo y habla de autorizar indicadores en la zona», describió el presidente de la comisión vecinal, Alberto Delloro. La modificación avalaría que se puedan levantar edificios más altos de los 7 metros permitidos en las calles troncales de Río Grande, como Leguizamón, Olascoaga, Senguer o La Pampa.
El expediente tiene su origen en un acuerdo con una familia de propietarios que cedió «unos 300 metros cuadrados» para terminar el paseo costero y que la municipalidad pudiera conectar el paseo costero desde el balneario Sandra Canale hasta la salida por calle Leguizamón. Es un tramo que demoró en la conexión por los permisos que finalmente otorgó el EPAS -que también cedió terrenos- para autorizar el paso vehicular en las inmediaciones del bombeo a la vera del brazo del río Limay en el lugar.
La comisión vecinal asistirá el martes al Concejo para presentar su postura. En el expediente se indica que hubo una autorización de comisiones vecinales anteriores para avanzar con la iniciativa de cambio de indicadores, situación que los frentistas ponen en duda y exigen ver la documentación.
Se trata de la misma vecinal (con otra composición) que se opuso a la iniciativa de autorizar la urbanización de la isla 132, que también buscaba cambiar indicadores frente al cauce madre del río Limay, en otro sector del barrio, catalogado como de densidad media baja.
Como antes, varios grupos de frentistas temen que si se habilitan las torres de departamentos o 21 metros de altura que están prohibidas en el sector, se aliente a otros desarrolladores en Olascoaga y Democracia o Pampa al fondo que están a la espera solicitar excepciones para satisfacer inversones.
Ya hubo antecedentes en la ciudad, cuando el Deliberante cambió la condición de zona rural en la zona de chacras de Valentina sur, para permitir el avance de los desarrolladores en terrenos privados que no se podían lotear. Uno de los argumentos del debate fue que se autorizaba el cambio de indicador en base a las excepciones que ya se habían dado y las que estaban a la espera de que se autorizaran.
Delloro insistió en que la condición de barrio es de densidad media baja con prohibición de mega desarrollos habitacionales. Agregó que los edificios en altura complicarán los problemas de servicios en el sector. Describió que hay déficit de tendidos cloacales, problemas de conectividad, sectores sin asfalto y circulación compleja que quedaría agravada con la instalación de torres de departamentos frente al río.
Comentarios