Vasectomía sin bisturí: dura alrededor de 30 minutos y tiene una efectividad cercana al 100%

La vasectomía es una técnica en particular que se está poniendo cada vez más en práctica desde el 2020.

La vasectomía sin bisturí, una intervención quirúrgica ambulatoria que dura alrededor de 30 minutos y tiene una efectividad cercana al 100% para prevenir embarazos, es una práctica cada vez más frecuente desde el 2020 en la Argentina por sus facilidades y beneficios, aseguraron especialistas que destacaron también la importancia de brindar una atención integral y consejerías que favorezcan la corresponsabilidad reproductiva y de cuidados.

«Esta técnica en particular se está poniendo cada vez más en práctica desde el 2020, aproximadamente. La mayor diferencia es que se puede realizar en consultorio y el paciente se va caminando a su casa en cuanto termina el procedimiento. No hace falta que te anestesien totalmente, ni que te quedes internado», explicó a Télam Sebastián Di Summa, director médico de Casa Fusa.

El procedimiento de una vasectomía sin bisturí consiste en «ligar el conducto deferente, que va desde el testículo al pene, el cual lleva los espermatozoides (solo el 3% del semen son espermatozoides). Se trata de una incisión de cinco milímetros en el escroto y se liga y se secciona el conducto para que no haya pasaje de espermatozoides«, compartió Di Summa.

Además detalló que «dura unos 30 minutos, es totalmente ambulatoria» y tiene una «efectividad cercana al 100% para prevenir embarazos», aunque recordó que «no previene las enfermedades de transmisión sexual».

Sobre cómo continúa la vida de una persona que se practicó una vasectomía, el director médico de Casa Fusa detalló que «el paciente no siente ningún cambio, realiza su vida con normalidad, solo hay mínimas molestias los primeros días de operado» y, en caso de desearlo, la reversión de la cirugía «es efectiva en un 80, 90% de las oportunidades».

En cuanto a los mitos relacionados a esta práctica, añadió que «esta microcirugía permite continuar eyaculando igual, teniendo el mismo orgasmo, la misma sensación de emisión sin este componente del 3% de espermatozoides, que solamente se ve al microscopio» y recordó que «no existen cambios en las erecciones».

También compartió que las complicaciones que pueden surgir, como «sangrado, hematoma o infección» son azarosas y son las mismas que en las vasectomías tradicionales, mientras que es necesario realizar un control al mes para verificar que ya no haya espermatozoides.

En Casa Fusa, un centro de salud integral con perspectiva de género y derechos humanos, ubicado en Lezica 3902 en el barrio porteño de Almagro, realizan durante todo el mes de enero vasectomías sin bisturí gratuitas.

En el 2006 se sancionó la Ley Nacional 26.130 de Anticoncepción Quirúrgica que garantiza el acceso a la ligadura tubaria y a la vasectomía como un derecho de todas las personas.

Desde ese año, la anticoncepción quirúrgica también forma parte del Programa Médico Obligatorio con cobertura total, por lo que las obras sociales o prepagas deben cubrir el 100% de la práctica, al tiempo que los servicios de salud que cuenten con los medios técnicos deben cumplirla y, en caso de no poder dar respuesta, deben garantizar la derivación a un efector de salud en donde sea posible realizarla.

Las dos primeras personas que se practicaron una vasectomía en el sector de salud pública del país lo hicieron en el 2001 en el Hospital de Villa Regina de la provincia de Río Negro.

«Acordamos que me haga la vasectomía porque la operación es más sencilla y menos agresiva que para la mujer. Además, yo tengo cuatro hijos y mi mujer, dos. Si los dos disfrutamos de la sexualidad, debemos compartir la responsabilidad en el control de la natalidad. Las mujeres siempre se hicieron cargo de tomar pastillas, ponerse un DIU, criar a los chicos. Siempre pusieron el cuerpo. Ahora llegó nuestro turno», dijo en ese momento uno de los pacientes a Página 12.

La cantidad de personas que se practican esta intervención fue aumentando a lo largo de los años en el país: el área de Monitoreo de la Dirección Nacional de Salud Sexual y Reproductiva contabilizó 56 en el 2015, 683 en 2019 y 1.610 en el 2021.

Quienes más demandan esta práctica son varones jóvenes entre 30 y 40 años, que «en general no quieren tener hijos o tienen y sienten que su paternidad ya está satisfecha con eso», compartió a esta agencia Carlota Ramírez, directora de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud bonaerense.

«Creemos que hay una gran demanda encubierta de la población que no la estamos registrando públicamente. La idea de este año es trabajar fuerte en promover estos equipos», agregó.

En la provincia de Buenos Aires se busca implementar la técnica de vasectomía sin bisturí, que ya se practica en la Maternidad Estela de Carlotto, en Moreno; el Hospital Interzonal General José de San Martín, en La Plata; y en el Hospital Zonal General de Agudos doctor Carlos Bocalandro, en Tres de Febrero.

«Tuvimos muchas dificultades para conseguir el instrumental. Es una técnica que trajimos de México con una cooperación internacional», señaló Ramírez, quien destacó que se trata de una «práctica muy ‘costo-efectiva’ ya que son 20 minutos, no requiere gran tecnología y son pinzas que no son muy caras».

Además de ofrecer servicios de vasectomía, el área de Salud Sexual y Reproductiva busca que los centros de salud del distrito brinden «un servicio de atención integral en el marco de la corresponsabilidad que incorpora otras dimensiones de la salud de los varones».

«Desde el 2022 venimos trabajando conjuntamente con el Fondo de Población de Naciones Unidas (Unfpa) en implementar un modelo de atención de servicio de acceso a vasectomías en seis hospitales con bastante éxito», dijo Ramírez.

En este sentido contó que «muchas de las consejerías son grupales, entonces los varones hablan también de otras problemáticas, tienen preguntas, hablan acerca de su sexualidad» y resaltó que «es una intervención que no solamente apunta a una práctica médica, sino que es más integral, donde muchas veces el acceso a la vasectomía es la puerta de entrada al sistema de salud».

«Los varones no suelen tener prácticas de cuidado. Se acercan al sistema de salud en las guardias o cuando van a tener un bebé. En ese momento tratamos de ofrecerles en el marco de la consejería anticonceptiva esta opción que muchos varones aceptan y también tratamos de abordar otras problemáticas que aparecen», amplió.

Además, subrayó que «cuando un hombre no se cuida y tiene un accidente o se enferma es una mujer la que cuida» por lo que consideró necesario «trabajar desde una perspectiva de equidad, de promover la corresponsabilidad reproductiva y de los cuidados».

Línea Nacional de Salud Sexual: 0800-222-3444


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