Valle Azul: otro barrio de Bariloche que crece sin poder acceder al gas natural
Ese sector ubicado al sur de la ciudad comenzó a poblarse, pero el sueño de la casa propia se desdibuja por la falta de gas natural y los altos costos que demanda suplirlo con otros medios. La suspensión de conexiones dispuesta por Camuzzi tiempo atrás afecta a miles de familias de Bariloche.
El crudo invierno patagónico castiga duro, sobre todo, a las miles de familias de Bariloche que no pueden acceder al gas natural en sus hogares. En este rincón del país se trata de un servicio esencial que suplirlo demanda mucho dinero por el elevado costo de la leña y de la electricidad.
Es lo que viven a diario decenas de familias del barrio Valle Azul, ubicado en la zona sur de Bariloche. No son los únicos. El problema afecta a miles de personas de numerosos sectores de esta ciudad.
Valle Azul creció en los años últimos a un ritmo frenético y las personas que se asentaron en ese lugar no cuentan con gas natural. Deben recurrir a leña o aparatos eléctricos para calentar sus casas. Otras familias dependen de la garrafa social y del Plan Calor que suministra la Provincia y la municipalidad.
Hasta julio del 2022, la suspensión dispuesta por Camuzzi de nuevas conexiones a la red de gas natural afectaba a unas 5.000 obras, tanto privadas como públicas, en esta ciudad informó días atrás RÍO NEGRO.
El sueño de la casa propia desdibujado por la falta de gas
Jorge G. y Magui se mudaron con sus dos hijos meses atrás al barrio para cumplir el sueño de la casa propia. No ha sido fácil. Sin gas natural, relataron que cuesta mucho que la vivienda, de construcción tradicional de ladrillos, se calefaccione. Tuvieron que recurrir a un termotanque que funciona con una garrafa de gas para tener agua caliente. Otra garrafa la usan para la cocina a gas.
En la vivienda instalaron calefactores eléctricos y hasta una estufa de combustión lenta. Todo sirve para combatir el frío. Contaron que la carga del tubo de gas de 45 kilos costaba hasta hace unos días 18.000 pesos. Cumplir el sueño de la casa propia por momentos se convirtió en un drama, cuando la plata no alcanza para comprar las garrafas o leña. “Cuando salimos de la casa tenemos que apagar todo para ahorrar, pero cuando volvés demora en calentarse la casa”, explicó Jorge.
Otro tema importante es que la instalación eléctrica tiene que estar preparada para no sobrecargar los cables. Eso eleva los costos de la obra.
Mudanzas postergadas a la espera del gas
La falta de gas complica los planes de varias familias que construyen sus viviendas en ese barrio, pero esperan que se resuelva el problema de la falta de accesibilidad a ese servicio para acelerar la mudanza.
“Estamos por mudarnos, pero estamos dejando pasar el invierno y mudarnos en primavera”, explicaron Laura y Marcos. “Ojalá que de acá al invierno próximo que esté el gas”, expresaron. Ese es el deseo de todas las familias que viven en esa zona. Más aún, cuando tienen a sus vecinos del barrio 645 Viviendas que ya accedieron al gas.
Sergio González está en la misma situación. Construye su casa con esfuerzo propio para en algún momento mudarse con su familia. Pero advirtió otros problemas que observa en el barrio, como el estado calamitoso de las calles por la acumulación de barro que se produce en algunos lugares. Recordó que pagó por el cordón cuneta, como hjicieron otras familias, pero la obra nunca se hizo.
También, preocupa a las familias la proximidad del vertedero municipal a cielo abierto. “En verano es terrible cuando se prende fuego eso, no se puede ni respirar. He estado trabajando en veramo porque la casa me la estoy haciendo yo y es terrible. Me imagino los que están viviendo en línea recta al basurero porque todos los años pasa lo mismo”, comentó Sergio.
“Nosotros no estamos viviendo aún en el barrio, poorque una vez que logramos terminar la casa, nació Ema, nuestra bebé, y no pudimos irnos a instalar porque no íbamos a ir con una bebé a pasar el invierno allá sin gas”, explicó Renzo.
“Entonces, decidimos seguir alquilando y ya próximente supongo que cuande cuando veamos que ya no habrá nevadas o que pase el invierno, que ya este mes será el último si Dios quiere, nos vamos a ir a la casa, pero por el momento alquilamos y tenemosa doble gasto”, contó.
Dijo que ahora están tratando de ver “cómo nos vamos a calefaccionar bien y eso lleva mucho dinero”. “A nosotros nos reperdjudicó no tener gas”, afirmó.
La junta vecinal dio los primeros pasos
La presidenta del barrio Penélope Usano informó que como junta vecinal se pudieron conformar hace poco tiempo. Dijo que están dando los primeros pasos para cumplir con todos los pasos administrativos ante Camuzzi. Señaló que hay que empezar todo desde cero para gestionar la red de gas.
Afirmó que hay un alto porcentaje del barrio que está deshabitado. Indicó que en forma permanente viven unas 80 familias.,
Comentó que tienen que organizar una asamblea para establecer si todos los vecinos respaldan el pedido del gas natural para seguir adelante con las gestiones. “Estoy loca por tener gas”, admitió la mujer que fue una de las primeras que se instaló en el barrio en 2014. “Soy una agradecida a la Provincia y la municipalidad por la garrafa social y la leña del Plan Calor”, aseguró.
Anticipó que será una obra costosa la de extender la red de gas hasta el barrio. Por eso, dijo que será fundamental conseguir apoyo.
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