Una rionegrina fue testigo del turbulento vuelo de Aerolíneas: «Nunca vivimos algo así»
La joven, que volvía al país desde Madrid, contó que "fue una situación bastante fuerte" aunque "imprevista". Ella sufrió una fisura de sacro, por lo que debió ser atendida por personal médico.
Aerolíneas Argentinas.
Los pasajeros del vuelo AR1133 de Aerolíneas Argentinas, que tenía como ruta aérea Madrid – Buenos Aires, vivieron momentos de pánico a bordo durante la noche del martes al superar un pozo de aire, según explicaron las autoridades, por el que hubo al menos una docena de personas heridas.
Entre los pasajeros se encontraba Lucía Genoud, una joven oriunda de Roca que volvía al país, y quien debió ser atendida por personal médico tras el aterrizaje, como consecuencia de una caída durante la violenta turbulencia.
La joven habló con Guillermo Lobo, periodista de Todo Noticias a poco de haber sido dada de alta, donde relató que «fue una situación bastante fuerte». «Venía bien el viaje. Pero activaron los letreros (para los cinturones) y a los diez segundos empezó una turbulencia muy fuerte. Imprevisto» agregó sobre el traumático episodio.
Según la reconstrucción del hecho, la aeronave despegó del aeropuerto de Madrid-Barajas a las 19:51 hora local del martes 18 de octubre. La turbulencia se registró cuando el avión se encontraba sobre el océano Atlántico próximo a ingresar al continente americano, según informó la empresa a través de un comunicado.
Sobre su estado de salud, Lucía indicó que «tengo una fisura de sacro. Tengo reposo y no me puedo mover, básicamente». Es que la chica sufrió un fuerte golpe, mientras esperaba por la atención de un servicio junto a otras personas.
El momento de la turbulencia
«Justo me había levantado a buscar un vaso de agua. Si hubiese corrido a mi asiento, hubiese sido peor porque estaba ubicada al fondo del avión. Nos agarramos con las azafatas y otras personas que estaban buscando agua, y fue muy fuerte el golpe que nos dimos» señaló.
Respecto de lo extremo de la situación, Lucía agregó que «nunca habíamos vivido una turbulencia así. Incluso para el equipo de aerolínea fue sorprendente».
De los 271 pasajeros y los 13 tripulantes a bordo, doce debieron ser atendidos por personal médico con traumatismos leves luego de arribar al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, a las 4:30.
Finalmente, la mayoría fue liberado por sanidad aeroportuaria, mientras que otros tres debieron ser trasladados a centros médicos por sus heridas.
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