Un viaje entre los andenes y el abandono: el Tren del Valle y una demanda a través de los años
De Chichinales a Cipolletti, una recorrida por los 13 ex estaciones, su pasado y presente. Una historia de promesas incumplidas entre las vías de Río Negro y memoria de las privatizaciones.
Entre el abandono total y la melancolía de un museo. Recorrer las ex estaciones de tren no deja de representar nostalgia en lo más hondo. De una manera u otra, la idea de que las líneas ferroviarias y sus pasajeros pertenecen a un lejano capítulo del pasado se convalidan, por acción u omisión. Más aún en un presente en el que la propuesta de privatización resurge como en los 90. Pero pasan los años y la resistencia brota por los andenes curtidos: nadie pudo sepultar el reclamo por el Tren del Valle.
Este año se cumplieron 108 años desde la primera salida de “El Trencito” de la empresa Ferro Carril Sur desde la Estación de Stefenelli, en la ciudad de Roca, un 17 de enero de 1916. En aquella época las localidades eran como aldeas, nada semejante a la población actual, según expresó el periodista e investigador Hector Pérez Morando en 2006.
Hoy, las 13 ex estaciones de tren del Alto Valle de Río Negro están atravesadas por el paso del tiempo: algunas con cambio de fachada, habitadas y las hay completamente abandonadas a su suerte. Cuatro de ellas muestran su peor cara, la de la desidia y el abandono.
Todos los días, miles de personas en el siglo XXI atraviesan esos rieles, pero ningún tren volvió a las vías, pese a las constantes promesas fallidas y postergaciones. Los archivos históricos de Diario RIO NEGRO no dejan mentir. La pelea por la recuperación del “Tren del Valle” o “Interurbano” como se lo llamaba, es la historia de una promesa incumplida.
“Hemos retrocedido siglos en materia ferroviaria en la región”, apuntó Magdalena Odarda, actual legisladora de Río Negro por el bloque Vamos con Todos, quien fue presidenta de la Comisión Pro Tren del Valle.
“Hubo muchas idas y vueltas en todo este recorrido y llegamos al día de hoy donde el único servicio que se logró conseguir, es la traza que va desde Neuquén hasta Cipolletti, que se encuentra interrumpida hace más de dos años y tememos por la desaparición del Tren del Valle (Neuquén-Plottier)”, aseguró la legisladora Magdalena Odarda.
“Los responsables de que el tren no funcione no se ponen de acuerdo en quién debe hacer las reparaciones”, explicó, aunque para la legisladora el objetivo final es lograr el tramo inicial del pedido de la Comisión Tren del Valle de 2006, Chichinales a Senillosa. Luego, se sumó el reclamo por el Tren del Dique, lindero a la Ruta 151, que era el que llegaba desde Cipolletti hasta Barda del Medio.
Odarda estuvo al frente de varios de proyectos de ley vinculados a la temática entre ellas la Comisión Interpoderes Tren del Valle en la Legislatura de Río Negro y la Comisión por la Vuelta del Tren del Valle en el Senado de la Nación.
Hace dos meses, presentaron un amparo por la recuperación del tren pero no prosperó. “El juez lo rechazó indicando que había otras vías alternativas como el taxi, el remis y el colectivo; y por eso el tren no hacía falta”, dijo la funcionaria.
El estado actual de las estaciones
La ex estación de Mainqué es la máxima expresión de abandono, con un edificio deteriorado, en desuso y rodeado de escombros. Hasta un auto dañado, ropa colgada y perros vagabundos forman parte de la triste postal.
La ex estación de Guerrico representa una ruina. Es difícil acceder y hace años que no hay actividades, todo está destruido. En los alrededores un basural crece en volumen. En J. J. Gomez, a pocos kilómetros de Roca, lo que alguna vez fue el andén está usurpado por un grupo de personas que construyó un habitáculo con cantoneras. El edificio está destruido.
El andén de Chichinales está abandonado por dentro y basta con mirar desde afuera para notar los constantes intentos de robo de materiales, hasta los pisos de madera. Un tinglado deteriorado da una angustiante impresión.
Otras cuatro localidades mantienen las viejas estructuras mediante refacciones, porque los municipios que lograron administrarlas le dieron otras funciones; como en el caso de Cipolletti, Fernandez Oro, Allen y Cervantes, donde se abrieron museos.
Y en Stefenelli, Roca, Huergo, Godoy y Regina, las últimas cinco, hay oficinas públicas municipales o espacios culturales, de paseo o gastronómicos.
Los carteles están y en algunos el tiempo se detuvo como en las estaciones que todavía se encuentra la leyenda: “Sala de espera de señoras», como una marca cultural de la época, de un pasado remoto.
Una historia de desaciertos
En 2004 empezó a girar la rueda, cuando se volvió a hablar de un servicio que podría conectar Regina-Plottier luego de las privatizaciones en todo el país. El hito llegó en 2006 cuando surgió un movimiento popular que puso el tema en agenda, la Comisión Pro Tren del Valle. Una promesa nacional de reactivación en el tramo Chichinales-Senillosa confirmó que en 2006 había decisión política. En ese entonces era masivo el pedido por parte de vecinos, estudiantes y sectores políticos de todos colores de Neuquén y Río Negro. Se juntaron más de 30.000 firmas por el regreso del tren de pasajeros.
Parecía que ya era un hecho para 2007 con la empresa Ferrosur a cargo; pero hubo idas y vueltas constantes durante dos años. El proyecto nuevamente cayó en un “cono de sombras”, como tituló este diario en 2009.
El tren estaba tan cerca que logró escalar al Congreso de la Nación para su debate. Las máquinas que podían transportar 197 pasajeros en cada viaje iban a llegar desde el exterior, el financiamiento de Nación estaba comprometido (10 millones de dólares en 2008 lo que equivalía a 31 millones de pesos), pero los anuncios nunca se concretaron.
El tren del valle parecía estar condenado a un “destino de fracaso”, como título su carta de lectores el ciudadano Juan Pablo Serra, quien señaló que los 120 kilómetros de habitantes continuarían con sus pésimas líneas de comunicación y transporte.
La línea de tren entre Cipolletti y Neuquén también fue un anuncio, entre 1997 y 2001. La estación de Cipolletti fue reacondicionada tras la promesa de que la empresa Ferro Coop (Olavarría) iba a poner en marcha el servicio interurbano entre esas dos localidades, con un pasaje accesible y un tiempo de viaje de 15 minutos. Las máquinas iban a llegar desde España para poner en marcha este servicio.
Sin mayores concreciones, en 2001 fue noticia que “faltaban 300.000 pesos para poner en funcionamiento la vía” y en pocos meses, el atraso en las obras y la falta de avances comprometidos ganó los titulares del diario.
La privatización y una ola que vuelve
“El proceso de la privatización en nuestro país fue un verdadero ferrocidio”, recordó Odarda en una entrevista con Diario RIO NEGRO.
“Ese proceso mostró cómo afectó la privatización de la empresa Ferrocarriles Argentinos a miles de pueblos que estuvieron a punto de desaparecer por el cierre de las estaciones, los más de 15.000 despidos del sistema ferroviario argentino».
Magdalena Odarda, legisladora de Río Negro.
Además, dijo que la privatización destruyó miles de kilómetros de vías férreas, se cerraron talleres y «toda la infraestructura que fue abandonada”, apuntó. Este desmantelamiento logró recuperarse en parte cuando los trenes volvieron a manos del Estado a través de la empresa Sofse (Trenes Argentinos Operaciones, Sociedad del Estado) creada en 2008 y “ahora está dentro del listado de las empresas que van a ser nuevamente privatizadas”, explicó.
Para Odarda, el plan del presidente Javier Milei es otorgar en concesión todos los servicios ferroviarios y “volver a la década del 90 con los cierres de trenes de pasajeros”. Lo cierto es que los trenes permiten descongestionar las rutas y evitar así víctimas fatales por incidentes de tránsito, en este caso, en la Ruta Nacional 22 o Ruta Provincial 65, por ejemplo.
“Estamos reclamando que esta empresa siga en manos del Estado y se sigan recuperando ramales de pasajeros porque los ferroviarios, sus hijos, nietos y los jóvenes piden la vuelta del tren porque es una forma de comunicación que une a los pueblos”, argumentó la legisladora.
Además, los trenes son muy valorados a nivel mundial por ser transportes con mayor seguridad y menor contaminación.
Un nuevo proyecto de Ley
La legisladora está trabajando en la idea de que el Tren del Valle integre la empresa Tren Patagónico. “Seguramente el Tren del Valle va a ser una empresa rentable por la demanda y eso va a ayudar también para el funcionamiento del Tren Patagónico”, dijo.
“Quizá Río Negro pueda hacerse cargo de la concesión del Tren del Valle dentro de su empresa provincial hoy Tren Patagónico Sociedad del Estado”, dijo.
“Es una alternativa que vamos a ofrecer al gobierno (provincial) para que definitivamente el Tren del Valle sea un derecho cumplido”, cerró Odarda.
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