Un instructor hizo snowboard en una montaña de basura en Bariloche para generar conciencia
Un grupo de amigos conformaron la asociación Somos B para concientizar respecto a la basura que genera la sociedad. "No es una iniciativa para apuntar con el dedo a nadie. Es de nosotros para nosotros", contaron.
“En Bariloche existe una montaña que nadie quiere enfrentar” se lee al comienzo de la pieza audiovisual que elaboró un grupo de amigos de Bariloche. A las imágenes impactantes en drone de las montañas, le siguen otras muy distintas. En este caso, se puede apreciar una montaña de 30 metros de altura de basura en el vertedero y a un intrépido snowboardista en la “cima” preparado para la acción.
Tiempo atrás, este grupo de amigos conformó “SomosB”, con el foco puesto en el vertedero de Bariloche ya que, según un informe publicado por ISWA (International Solid Waste Association), este basural es uno de los 50 más contaminantes del mundo “con el agravante de que se encuentra emplazado en pleno ejido urbano con viviendas a menos de 100 metros”.
La pieza que fue filmada y editada por un productor audiovisual se difundió a través de las redes sociales. En tres días, alcanzó unas 300.000 personas. “Muchos barilochenses nos escribieron preguntándonos a dónde estaba el vertedero. Hay imágenes con un drone para que se pueda ver la dimensión”, advirtió Jimena Loureiro, una de las integrantes del grupo.
¿Por qué semejante contraste? “El ingreso principal de Bariloche proviene del turismo. Siempre nos jactamos del cerro Catedral, pero también está esta cara, la cara B. Nos parecía importante mostrar el contraste entre lo fantástico que tenemos y las montañas de basura que generamos y de las que nadie se hace cargo”, manifestó esta mujer de 36 años.
Recalcó que el objetivo es concientizar a la comunidad civil, estatal y privada respecto al manejo de los residuos. “Queremos dejar en claro que no es una iniciativa para apuntar con el dedo a nadie. Es de nosotros para nosotros. Se trata de generar hábitos sin tirarle la pelota al municipio”, agregó.
La finalidad del grupo, aclaró, es que “la comunidad active, que repiensen los hábitos de consumo, que tomen conciencia al tirar basura y entiendan que no desaparece por arte de magia”
El snowboardista del vertedero
Esteban Cossy asumió el desafío de descender la montaña de basura en su tabla de snowboard. Es instructor en el cerro Catedral desde hace 21 temporadas y trabaja también en Lake Tahoe, en California.
“Estoy entrenado, pero fue intenso llegar ahí. Empecé a caminar y me enterraba en la montaña de basura con cero solidez. Te vas enterrando entre las botellas, en pedazos de fierros, ladrillos y pensas: ‘¿Me voy a tirar por acá?’ Me lo replanteé”, admitió. Pero al pensar en la finalidad del grupo, volvió a tomar coraje. “Por suerte, no pasó nada en las dos bajadas que hice y eso que me revolqué en la basura”, manifestó.
¿Bariloche o plan b?
Respecto a la denominación “SomosB”, sus integrantes admiten que no hay una razón concreta. Por Bariloche o quizás, por Plan B. “Se trata de encontrar una alternativa; tenemos un propósito. El foco está ahí: en la necesidad de ampliar la capacidad de recupero de la basura de Bariloche. La comunicación es una herramienta”, dijo Loureiro.
“Somos personas comunes y corrientes con sus trabajos en ámbitos distintos que nos reunimos con un interés en común que es preservar la ciudad. Somos amigos y nos apoyamos en colaboradores externos como biólogos e ingenieros”, puntualizó Lo describió como “independiente y autogestionado de manera austera”.
El video publicado estuvo acompañado por una petición ante Change.org respecto a la capacidad de procesamiento de la planta de recupero de residuos “muy por debajo de la necesaria para atender a la población de Bariloche y la masiva afluencia turística”.
«La responsabilidad ciudadana, empresarial y estatal debe estar puesta en reducir y reutilizar la mayor cantidad reciclables, pero se necesitan acciones intermedias en el corto plazo para que nuestra ciudad deje de enterrar el 80% de la basura que genera», plantearon en la plataforma.
Loureiro advirtió que «la petición no tiene validez jurídica pero sirve para generar masa crítica«.
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