Un escalador del País Vasco participó de un complejo rescate de tres turistas en el cerro Fitz Roy

Tasio Martin, un escalador y alpinista del País Vasco, participó del rescate de tres turistas chilenos en el cerro Fitz Roy, de 3.405 metros cerca de la localidad El Chaltén. La intervención se llevó a cabo de noche a partir de un aviso de auxilio del contingente, manifestando que estaban muy cansados, deshidratados, con un cuadro de hipotermia y principio de congelamiento.

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Los rescatistas debieron escalar 400 metros hasta dar con los chilenos. El descenso no fue simple ya que en varios tramos del descenso, el grupo debió bajar a rapel (un sistema que usa técnicas de cuerdas en superficies verticales).

«El año pasado estuve por la Patagonia me enamoró, por eso, decidí volver a hacer la temporada de escalada», contó Martin a Diario RÍO NEGRO a de regreso en España.

El mismo día en que la comisión de auxilio recibió el pedido de ayuda de los turistas, Tasio había intentado escalar junto a un amigo, Ivón Mendía, pero no pudieron llevar adelante sus planes y regresaron al pueblo. Allí supieron de una comunicación de los tres chilenos que pedían ayuda. «El mensaje fue confuso y luego, se perdió la comunicación con ellos. Era difícil saber exactamente a dónde estaban y cómo se los podía ayudar«, señaló.

Tasio comentó que, en un principio, se pensó que no habían sobrevivido ya que «no se habían movido durante muchas horas«. «Desde el pueblo, estaban con telescopios intentando ver. Cuando se los encontró, no se movían y pensaron que habían muerto«, acotó el joven vasco.

Al día siguiente, a través de un dron, desde Laguna de los Tres se pudo ver que la gente se movía. Bajaban a paso muy lento y entonces, se decidió activar el rescate. El clima había desmejorado: el viento era fuerte, la temperatura había bajado mucho y el pronóstico anunciaba precipitaciones. «Se hizo una convocatoria para la gente que quisiera para acercarse y terminamos subiendo dos argentinos de la comisión de auxilio, mi amigo y yo. El tiempo estaba muy feo, pero al final no llovió ni cayó nieve. Tuvimos mucha suerte«, indicó.

Una expedición de tres días que se extendió cinco

El grupo afectado había planificado una expedición a la montaña de tres días que se había extendido a cinco. «Estas tres personas subieron por la canaleta y antes de llegar a la cumbre, empezaron a bajar a por el sector conocido como franco argentino, la bajada más habitual. Estuvieron tres días subiendo y dos para bajar. En ningún momento estuvieron parados del todo, pero bajaron muy lentos«, relató Tasio. Y agregó que «acabaron en un collado conocido como La Silla que está a 400 metros del glaciar. Para llegar ahí hay que escalar, hay que asegurarse con cuerdas. Justamente en La Silla nos reunimos con ellos, pero solo dos de nosotros porque los otros dos quedaron más abajo, coordinando el rescate; mientras otro equipo avanzaba con comida».

Comentó que los chilenos llevaban dos días sin comer ni beber. «Uno de ellos tenía hipotermia severa, otra chica tenía congelada una mano y había perdido una bota. La situación no era fácil. Fue un esfuerzo de equipo increíble», advirtió.

El descenso fue lento. Los rescatistas ayudaban en el tramos donde debían hacer rapel; por tramos, debieron alzarlos. Pero las condiciones no eran las mejores con hielo y nieve. «Fue lento y muy de a poco. Antes de bajar del todo, se les dio comida, agua y algo caliente porque estaban muy deshidratados, hambrientos y con mucho frío«, describió.

Aseguró que los chicos, «por encima de los 30 años», tenían algo de experiencia, aunque «no la suficiente para encarar un cerro con el Fitz Roy»: «Siempre pueden pasar cosas así. En este caso, era más exigente de lo que pensaban. Las condiciones no eran fáciles y todo se volvía más lento. Se les hizo largo y encima no tenían comida para los últimos días. El tiempo empeoraba«.

Tasio tiene 24 años y está en la parte final de la carrera de Fisioterapia y Deporte en País Vasco. Pese a que trabaja en un refugio de montaña en Monte Gorbea, junto a su padres, a quienes describió como «gente de montaña, aun con 60 años», éste fue su primer rescate, al que describió como sumamente «intenso». «Al principio, cuando nos dijeron qué pasaba, no dudamos en echar un mano. Pero estar ahí es fuerte, incluso la toma de decisiones. De todos modos, había mucha gente y estábamos comunicados con radio«, reconoció.

Si bien Tasio había recorrido el Fitz Roy, no conocía el sector del rescate. «Tuvimos que escalar alrededor de 400 metros para dar con este grupo. Encima todo esto fue de noche porque se pudo ver a la gente con el dron recién a las cuatro de la tarde. A las 23, logramos juntarnos con los chilenos. Estaban muy arriba y con condiciones complicadas. Subir fue muy arriesgado«, indicó.

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