Tren Solidario: cumplida la misión en Río Negro, repudiaron el destrato oficial en Godoy
Los organizadores de la iniciativa humanitaria lamentaron un entredicho con el jefe comunal. No fue la única ciudad donde debieron resolver imprevistos.
Desde que se anunció el viaje N°52 del Tren Solidario, se anticipó la mecánica de entrega de las donaciones y el objetivo fundacional de la propuesta: reclamar por el regreso del servicio de pasajeros. Sin embargo, aún así tuvieron que sobrellevar incómodos episodios.
“Necesitamos que se sepa el maltrato que recibimos de parte del intendente de Godoy, una falta de respeto total”, dijo en diálogo con RÍO NEGRO, María de los Ángeles García, que junto a su esposo Sergio Rojas, titular de Rieles Multimedio, encabezan la organización de estas salidas humanitarias desde 2001.
“Cuando llegamos a Godoy se nos acercaron desde el Concejo Deliberante para anticiparnos que nos iban a entregar la declaración de interés municipal, entonces nosotros le pedimos que se convoque al intendente para hacer una foto todos juntos”, explicó Rojas. Cuando el jefe comunal se acercó, siguió el relato, vino con un planteo que los descolocó. “Resolvéme este problema, abrime el museo porque yo convoqué a la gente para ver eso y no solo para que vean pasar al tren”, aseguró que fueron los dichos de Albino Garrone, titular del Ejecutivo.
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Cabe recordar que el Tren Solidario arribó con tres vagones del Museo Ferroviario Nacional, que iban a estar disponibles para recorrer durante la estadía en la última parada del itinerario, en Cipolletti, el único punto donde la formación se quedó desde el viernes 8 al sábado 9. Tanto ese agregado histórico como los viajes en sí de esta iniciativa, explicaron desde la organización, tienen justamente el objetivo de reivindicar la lucha por el regreso del servicio de pasajeros, pero no son espacios turísticos para visitas guiadas.
Lejos de poder entenderse en ese entredicho, Rojas aseguró haber escuchado insultos de parte de Garrone, lo que terminó de elevar la tensión del momento, obligando a la intervención de terceros para no empañar la entrega de la ayuda, que en esta localidad iba dirigida al Consejo Pastoral.
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“No estoy de acuerdo con esos actos demagógicos en los que se hacen miles de kilómetros para entregar cosas en desuso”, dijo Garrone en diálogo con RÍO NEGRO. A su entender hubo un “error de comunicación”, ya que al anticipar “que el tren venía con un museo, nos dio lugar a pensar que lo podríamos visitar. De lo contrario, no tiene sentido brindar esa información. Otra cosa que nos dió a entender esa posibilidad fue el pedido de que convoquemos gente. Imagínese que yo no voy a convocar gente para ver cómo se descarga ropa usada de un tren, convocarla para ver un museo es bastante más atractivo”, opinó.
Sobre los insultos, asumió que se quejó con su secretario respecto a la actitud de “estos porteños”, que “son todos iguales y que creen que nosotros somos todos unos negros”. “Eso fue mi responsabilidad, admito que yo podría haber callado y nadie pasaba un mal momento, pero creí necesario dar a conocer mi descontento (…) Desde Godoy anualmente se hacen donaciones similares a la Línea Sur, pero los vecinos que van comparten con la comunidad”, sostuvo.
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Cabe recordar que las donaciones de alimentos, ropa, juguetes y útiles escolares, más de 20 mil kilos en esta edición, fueron los aportes voluntarios de los 246 pasajeros que venían a bordo, además de algunas empresas. Todo arribó clasificado para evitar entregas de prendas u objetos en mal estado, además de encontrarse rotulado y separado por institución a la que iba dirigida.
“Estos viajes vienen desde 2001, llevamos más de 50 salidas, no podemos guiarnos por la gestión que esté de turno, por eso trabajamos de manera apolítica, sin ideología”, fue una de las aclaraciones de Rojas en su momento, aunque aseguraron que cada municipio fue notificado previamente de lo que se iba a realizar. Río Negro ya había tenido experiencias previas en Bariloche, Viedma, Jacobacci y las localidades cercanas.
García, por su parte, valoró la actitud del resto de los vecinos, que los esperaron con regalos. “No fue así en los demás lugares durante el regreso, en Mainqué nos trataron de una forma espectacular, al igual que en Cervantes, Huergo y Río Colorado. Los pasajeros a bordo también bajaron a la estación y se llevaron para el viaje mucha de la oferta gastronómica que ofrecían los stands que se armaron para la ocasión”, afirmó.
Rumores malintencionados
El Tren Solidario anticipó su visita con ayudas para 40 instituciones inscriptas previamente, entre las que se encontraban comedores, iglesias, centros de rehabilitación, entre otras entidades. Sin embargo, ya durante el viaje supieron que personas anónimas estaban haciendo circular la versión de que la ayuda se iba a entregar a las familias particulares que se acercaran. Eso motivó que reforzaran la campaña de comunicación en redes sociales, aclarando la mecánica real de la entrega de donaciones, para evitar desbordes.
Aún así, al momento de pasar por Allen o Cipolletti, los esperaban grupos de vecinos que manifestaron su necesidad y la falta de contención que sufrían desde las áreas de asistencia que funcionan en los municipios. Para no desatender esas urgencias, desde la organización se buscó la alternativa para ofrecerles una ayuda, pero en el caso cipoleño tuvo que intervenir la policía para que las instituciones beneficiadas no sufrieran la sustracción de alguno de los bolsones que recibieron. Ni en Allen ni en Cipolletti se ofreció respaldo oficial a la organización ferroviaria, para sortear las consecuencias de esos rumores.
Tal como repudiaron los asistentes al arribo en Allen, allí tampoco se cumplió con el compromiso municipal de poner en condiciones la estación, que recibió el paso del tren rodeada de yuyos, cubierta de tierra y suciedad de los animales que allí circulan.
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