Tragedia en las carreras de caballos: Río Negro tiene una ley que las regula, pero el antidoping no es obligatorio

Un jinete y dos caballos murieron en Villa Regina y en Bariloche en menos de una semana. Si bien no se hizo una necropsia para conocer la causa de las muertes, alertan sobre el uso de estimulantes a los animales.

Río Negro aprobó las carreras de caballos en 2019. Foto: archivo

Un jinete y dos caballos murieron en carreras de equinos en Villa Regina y Bariloche en menos de una semana. En el primer caso, el animal se desplomó y murió. Quien lo montaba cayó, lesionándose y murió horas después. En Bariloche, una yegua de Ingeniero Jacobacci murió a causa de un paro cardíaco.

No se hizo una necropsia de los animales para conocer la causa de las muertes. Este tipo de estudios solo se realiza si es solicitado por el propietario del animal o de forma oficial. Sin una denuncia, no se envían muestras al laboratorio para realizar los estudios toxicológicos que tienen costos elevados.

Ambos casos generaron conmoción y pusieron en agenda, una vez más, la polémica en torno a la falta de controles de los animales. ¿Quién se responsabiliza por la sanidad de los animales que ingresan a los hipódromos?, ¿quién fiscaliza que haya un veterinario en cada carrera de caballos?.

Río Negro cuenta, desde 2019, con una ley que autoriza la realización de carreras de caballos en hipódromos o canchas cuadreras. La normativa fue impulsada tras una investigación que llevó adelante Diario RÍO NEGRO en 2015.

La normativa establece la prohibición de suministrar al animal cualquier sustancia que pueda modificar «su aptitud o rendimiento, sean estimulantes como depresoras». Determina también que quien incumpla esta disposición será sancionado con la pérdida de la carrera, la inhabilitación absoluta de 1 a 5 años y una multa equivalente al doble del premio obtenido. También contempla la intervención al Ministerio Público Fiscal a fin de que constate la posible comisión del delito.

Sin embargo, la ley no establece la obligatoriedad de los controles de doping. «Es un gris lo que ocurre en los hipódromos pequeños«, coinciden los veterinarios especialistas en equinos.

La autoridad de aplicación de la ley provincial es Lotería de Río Negro. Diario RÍO NEGRO intentó comunicarse con el responsable para consultar sobre los alcances de la norma, aún sin suerte.

También se consultó a las autoridades del Senasa si se fiscaliza que haya profesionales en cada evento hípico. «Desde el Senasa se emiten los DTE (Documento de Tránsito) y cada evento debe tener un veterinario privado -acreditado en Senasa- como responsable. Es un requisito», respondieron.

Los estimulantes son cada vez más comunes en las carreras de caballos:


Roberto Espósito es veterinario en Viedma y desde hace 32 años se especializa en los caballos. Fue convocado en numerosas ocasiones por parte de algunos hipódromos para oficiar como veterinario y conoce la dinámica. «Hoy hay muchos estimulantes. Y también hay muchas drogas que ocultan esos estimulantes, la presencia de determinados analgésicos. Se las saben todas. Por eso, los controles de los laboratorios son muy específicos y deben tener aparatología para procesar las muestras», especificó Espósito que hoy se desempeña como subsecretario de Fauna Silvestre de Río Negro.

El veterinario David Barneix, otro especialista en equinos, advirtió también que «todo el mundo hace uso excesivo de drogas para estimular el rendimiento de los animales. No a modo de medicamento porque el animal tiene dolor. Hay tanta oferta de drogas en mercado sin restricciones y mucha necesidad de la gente que va y corre el caballo y, apela a todos los recursos que tiene».

Espósito comentó que generalmente, el antidoping se lleva adelante «en las carreras oficiales de los grupos 1, 2 y 3»: «Son las que entran dentro del cronograma a nivel nacional. Hay un estricto protocolo a seguir: a quién se saca sangre y orina, se extrae una muestra por triplicado, debe estar presente el cuidador y el veterinario actuante».

Esas muestras se envían en una caja cerrada, con una clave, al Laboratorio de San Isidro donde se procesan por separado. Este mecanismo se reitera en los hipódromos de San Isidro, La Plata, Santa Fe, Rosario y Córdoba, pero no en los hipódromos más chicos del país.

«El problema es que la mayoría de las provincias tienen carreras chicas en los hipódromos donde no hay controles ni inspección veterinaria. Cada hipódromo debería tener una comisión de carrera con un reglamento y la solicitud de antidoping», indicó y acotó que al no ser «carreras oficiales no se exige un veterinario oficial que evalúe a los animales» o que pueda solicitar un control antidopaje.

Barneix admitió que es difícil determinar «si un caballo está drogado o no. Un veterinario sabe, pero al análisis demora más de una semana, más el costo. Para el hipódromo es muy oneroso. Tampoco hay una ley que acompañe todo esto y los controles solo son en los hipódromos oficiales».

Espósito recalcó que en Río Negro, no hay un laborarorio que pueda procesar muestras. «Muchas veces, los laboratorios aprobados para antidopong te envían los kits que se pueden usar en el momento y deben enviarse en seguida. Cada hipódromo debería tener varios kits preparados para mandar una muestra. Pero al no ser obligatorio, no tienen por qué hacerlo«, dijo.

Espósito consideró que el Colegio Veterinario de Río Negro debería participar en el debate como asesor o consultor para elaborar una propuesta que regule la actividad. «Hoy tenemos una ley, pero lo principal no está estipulado. Hoy que tanto se habla del bienestar animal, hay que mejorar esto no solo en Río Negro sino en todos los hipódromos. Uno no está en contra de estos eventos deportivos, pero lo primero que debe primar es la salud del animal«, valoró Espósito.

«Eventos privados», que la Dirección de Zoonosis de Bariloche no puede intervenir:


Tras el incidente de la muerte de una yegua en el hipódromo de Bariloche, la Subsecretaría de Inspección General de Bariloche confirmó que esta institución está habilitada para las carreras cuadreras de caballos y que, una vez por mes, elevan un pedido de permiso de eventos.

Sin embargo, la Dirección de Zoonosis de Bariloche advirtió que no puede intervenir en las carreras en tanto es «un ámbito privado». «Sanidad puede trabajar en la vía pública o ante una denuncia por maltrato animal. Pero al no tener una denuncia no podemos intervenir, salvo que la justicia abra un expediente judicial para investigar», señaló Pablo Roque, el titular de la cartera y destacó que «el Municipio llega hasta la habilitación».

Puntos de la ley que regula las carreras de caballos en Río Negro:


La ley provincial 5359 establece que el caballo ganador accede a un premio compuesto por un porcentaje de los remates de apuestas realizadas. De ese total, el 20% es destinado al jockey; otro 20%, al cuidador y el restante 60% corresponde al propietario.

En caso de que el caballo ganador sea sujeto a un control antidoping, el premio se paga una vez que se obtenga los resultados y que sean negativos.


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