Su vida dio un vuelco dramático por una tragedia en la Ruta 40 y el pedido de justicia la mantiene en pie

Sintió de manera repentina un dolor intenso en el abdomen, mientras trabajaba en su carro de comidas en Bariloche. Por algunos segundos, a Yamila Legarreta hasta le costó respirar. Tuvo la sensación de que le habían arrancado algo de su vientre. Observó el celular y su expareja y padre de su hija Martina no había contestado el mensaje que le había enviado, porque no tenía señal. Se inquietó. Había despedido con un beso a su pequeña porque su papá, Lisandro Linares, la había pasado a buscar para pasar el fin de semana en Villa La Angostura. Pero nunca llegaron. Tampoco Exequiel Linares (hermano de Lisandro) y su hijo Taiel.

Los cuatro viajaban en una camioneta Fiat Strada Adventure que fue embestida por un camión de cargas Mercedes Benz Axor, que conducía un chofer brasileño. Los dos hermanos y sus hijos murieron como consecuencia de la colisión, en la Ruta Nacional 40. Martina tenía 6 años.

El camionero Carlos Artur Peder Da Silva fue acusado por la fiscalía de haber causado el choque que causó las muertes de los hermanos Linares y sus hijos. El fiscal de Villa La Angostura Adrián De Lillo le atribuyó un homicidio culposo agravado por la pluralidad de víctimas. La madre de Martina se constituyó en querellante en la causa y adhirió a la acusación de la fiscalía.

La causa se encamina al control de acusación que se desarrollará el 2 de octubre próximo. En esa audiencia, el juez Ignacio Pombo resolverá si admite la acusación de la fiscalía y la querella y se definirá si el chofer será sometido a un juicio oral y público.

El imputado permanece en Bariloche donde fijó domicilio y le impusieron como medida cautelar la obligación de presentarse periódicamente en una comisaría de esta ciudad. Su defensora oficial intentó tiempo atrás que le permitieran retornar a Brasil, con el compromiso de comparecer cuando sea requerido por la Justicia neuquina, pero el juez rechazó ese pedido.

Yamila recordó a su hija este sábado en el lugar donde ocurrió el siniestro vial. No estuvo sola. La acompañaron familiares y amigos. También, parientes de los hermanos Linares que viajaron desde la capital neuquina, junto a miembros de la agrupación Estrellas Amarillas de Neuquén.

Sobre el asfalto pintaron estrellas amarillas para advertir que en ese punto (kilómetro 2062) de la Ruta Nacional 40 ocurrió una tragedia vial. También instalaron carteles con fotos y mensajes.

Recordó que su expareja y padre de su hija había viajado ese 1 de junio pasado desde Villa La Angostura hasta Bariloche, porque su nena tenía una presentación con su grupo de gimnasia rítmica en el CEF 8. La nena pasaba habitualmente los fines de semana con su padre que vivía en la localidad neuquina, donde también tenía su domicilio su hermano Exequiel y su hijo.

Relató que esa tarde su mamá vio la noticia que había ocurrido un choque grave en la ruta a Villa La Angostura. Pero nadie informaba quiénes eran las víctimas. En una foto, parecía que era la camioneta de Exequiel. En esa zona no hay señal de celular.

Yamila preguntó en bomberos, en el hospital. Nadie pudo darle información. No aguantó más. Cerró su carro de comidas y se fue hasta el lugar del choque. Su hermano la llevó en auto y su familia la acompañó.

El recuerdo de lo que observó esa tarde en la ruta es desolador. Ahí comprendió por qué había sentido como que “me arrancaban algo dentro mío”. “Es terrible”, explicó.

“No se va a superar nunca la muerte de mi hija. Ella vivía conmigo, y la extraño demasiado”, expresó. “Dormía conmigo, la retiraba de la escuela”, rememoró. “Mi casa quedó vacía”, describió.

Comentó que su hijo mayor de 14 años optó por vivir con sus abuelos, que están en el mismo terreno. Desde aquella tarde del 1 de junio su vida dio un vuelco terrible. “Lo único que me mantiene en pie es pedir justicia para Martina y las demás víctimas”, sostuvo.

Contó que tuvo que esperar 17 horas para que le entregaran el cuerpo de su niña, porque fueron trasladados hasta Villa La Angostura, porque la fiscalía de esa localidad tomó la investigación. “Fue terrible tener que regresar a la casa y esperar esas 17 horas”, reveló.

Contó que nunca había sentido tanto frío como aquella noche en la Ruta 40. Caía una débil nevada y la temperatura había descendido tanto que había hielo sobre el asfalto. Dijo que tuvo que caminar bastante hasta que encontró señal para avisarle a la madre de los hermanos Linares que ellos habían muerto y también sus dos nietos en el siniestro vial.

En noviembre de 2015, la mujer había perdido a su esposo y padre de Lisandro y Exequiel Linares. El hombre murió por las graves quemaduras que sufrió al incendiarse la casa que habitaban en Villa La Angostura. En ese incendio murieron dos hermanos pequeños de Lisandro y Exequiel.

La última imagen que Yamila tiene de su hija y que está grabada en su memoria, es la Martina bailando, feliz, aquella tarde en el CEF 8 de Bariloche.