«Si hay un riñón que hubiese querido recibir, era el de ella», el enfermero de Neuquén que aceptó el trasplante de su excuñada

Fue el primer trasplante de una donante viva sin relación sanguínea con el receptor en el hospital Castro Rendón. El protagonista padecía "poliquistosis renal".

Un emotivo hito en la larga trayectoria del hospital Castro Rendón de Neuquén se vivió en diciembre, cuando se realizó el primer trasplante de una donante viva sin relación sanguínea con el receptor del órgano. La historia tiene como protagonistas a Gisella que, sin dudarlo, decidió donarle un riñón a su excuñado y enfermero Diego que padecía de «poliquistosis renal», una enfermedad terminal. «Si hay un riñón que hubiese querido recibir, era el de ella«, manifestó él, tras el éxito de la cirugía.

El trascendental acontecimiento fue el 11 de diciembre del 2023 en el hospital Castro Rendón de la capital provincial y consistió en el implante de un riñón donado por la excuñada de un paciente con enfermedad renal terminal.

Diego tiene 51 años y nació en Entre Ríos, pero vive en Neuquén. Es enfermero y perfusionista del mismo hospital hace nueve años y fue quien recibió el riñón. Tiene la enfermedad «poliquistosis renal» hace más de 20 años y desde hace cuatro está en diálisis. «Hace un tiempo supe que tenía que trasplantarme», contó.

Su familia se enteró de la dura situación que debía atravesar Diego, pero él no sabía que su donante sería una de las personas más importantes de su vida, su excuñada, Gisella. «Nos conocemos hace más de 20 años. Fue muy lindo y natural, cuando me ofreció, acepté enseguida”, manifestó el enfermero.

A pesar de estar atravesando una enfermedad terminal, Diego mantuvo una actitud positiva y expresó “siempre estuve convencido de que no me voy a morir de los riñones«, aseguró. «El espíritu siempre lo tuve en alta. Si hay un riñón que hubiese querido recibir, era el de ella. Así tenía que ser”, expresó.

Gisella tiene 47 años, es de Cinco Saltos, se dedica a la pastelería y es la otra protagonista de esta historia. «Tomé la decisión sin consultar a mi familia y solo les dije lo que iba a hacer”, contó Gisella. “Si bien no somos familiares de sangre, Diego es mi familia, es el papá de mi sobrina y eso lo convierte en un familiar mío, ¿cómo no voy a ayudarlo?”, se preguntó Gisella.

“Para mí fue como ir a donar sangre, no miré el riesgo que puede tener una cirugía, sino el beneficio que le iba a provocar a él, porque se puede vivir bien con un solo riñón» explicó la donante.

Diego, por su parte, no tiene palabras para describir el enorme acto de solidaridad que realizó Gisella. “Pienso en la situación y pienso que ella se sacó un riñón para mí. Cada vez que le mando mensaje le digo «hermanita del corazón y del riñón», comentó.

La intervención de la justicia de Río Negro


La donación fue posible por una decisión de la justicia de Río Negro puesto que la ley de trasplante de órganos solo alcanza a las personas que están unidas por un vínculo sanguíneo.
El 4 de diciembre, hace justo un mes, un juez civil de Cipolletti abrió las puertas al trasplante renal entre estas dos personas que no comparten vínculos sanguíneos. Para lograrlo, se presentó una medida autosatisfactiva, con el objetivo de vencer las restricciones impuestas por el artículo 22 de la Ley de Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, que limita la ablación solo a parientes consanguíneos.

En este caso singular, la única persona con la clave de la compatibilidad resultó ser la hermana de la mujer que fue esposa del paciente. Fruto de esa unión, nació una niña. La donante, además de ser tía, carga con el honor de ser la madrina de esa pequeña.
Ella fue sometida al escrutinio de los integrantes del Cuerpo de Investigación Forense del Poder Judicial, del Departamento de Servicio Social y de un fiscal de la Cuarta Circunscripción. Todos concluyeron que se trataba de una decisión envuelta en «discernimiento, intención y libertad». Durante el proceso también declararon los médicos de Neuquen que estuvieron a cargo de la operación.


El enfermero de Neuquén que recibió el riñón de su excuñada: sobre la donación de órganos y el Castro Rendón


«Quiero decirles para los que pueden ser donantes, que pregunten a la persona que lo necesita, no tengan miedo, no es necesario ser familiar de sangre para donar un riñón en vida”, mencionó Diego. “Cuando el trasplante es de donante vivo, la cirugía es mucho más sencilla, el riñón implantado comienza a funcionar más fácil, yo estaba muy tranquilo y a ella la vi tranquila también», comentó.

Instó a la gente a informarse sobre este tema. “Creo que muchos no donan por miedo, porque creen que después de la cirugía van a tener alguna complicación, que la vida va a cambiar, pero la rutina va a seguir siendo la misma”, expuso.

El enfermero aseguró que es un proceso que fue bien hecho. «Empezamos en abril con muchos pasos, el equipo del hospital fue increíble como trabajó, había muy buena onda de todos”, detalló.

Equipo del hospital Castro Rendón. Foto: Neuquén informa.

“Siempre dije que el mejor lugar para trabajar es en este hospital, sobre todo en lo humano y lo comprobamos, más allá de que nuestro proceso médico fue muy satisfactorio, el proceso de atención psicológica también lo fue” afirmó Diego.

Tanto Diego como Gisella coincidieron en que el equipo de salud del HPN “fue increíble antes, durante y después de la intervención”.


El enfermero de Neuquén que recibió el riñón de su excuñada: el trabajo del equipo del hospital


Matías Melideo, jefe de la Unidad de Trasplante Renal del Servicio de Nefrología fue quien coordinó, junto con el equipo de salud, el proceso. Comentó que Diego tiene una enfermedad llamada poliquistosis renal.

«Es una enfermedad que se transmite entre familiares, tiene una descendencia genética, generalmente muchos miembros de la familia están afectados y por eso es más difícil encontrar donantes en vida dentro del grupo familiar”, comentó el especialista.

Diego estaba en la lista de espera y aparecía en un ranking lejano, con pocas chances de recibir un riñón, hasta que se presentó Gisella como donante. “Pasó todo el proceso escalonado donde se hizo el chequeo y que sus riñones funcionen bien para tener el apto clínico, también de infectología, la compatibilidad que se hace en el Laboratorio Central de Salud, se repitió en varias oportunidades y daba que se podía hacer el trasplante”, relató.

Además, “la parte médica estaba completa y debimos iniciar el proceso judicial, dado que la ley establece que más allá del cuarto grado de consanguinidad se necesita ser autorizado el trasplante por no ser parientes de sangre”, agregó Melideo.

En la evaluación pre-trasplante trabajaron distintas áreas, como Laboratorio, Bacteriología, Hemoterapia, el equipo Psicosocial, Imágenes, Cardiología, Infectología, Genética, Laboratorio Central, mientras que en la cirugía lo hicieron el Equipo Quirúrgico de trasplante (Cirujanos, Anestesiólogos e instrumentadoras quirúrgicas y Enfermería).

El cuidado del postoperatorio se llevó a cabo en la Unidad Cardio Renal por el equipo médico y de Enfermería. Además, el receptor requiere una preparación y prescripción de fármacos muy específica que se coordina con el Servicio de Farmacia. Todo el equipo administrativo, de traslado y auxiliares «fue elemental en todas las etapas».


El enfermero de Neuquén que recibió el riñón de su excuñada: la importancia de un hospital donante


En el 2023 el HPN realizó 24 trasplantes, observado un aumento dado que el año anterior realizó 16. “Hemos aumentado la lista de espera, el equipo tiene más experiencia para hacer trasplantes más complejos y de todos los pacientes que hemos trasplantado ninguno ha requerido diálisis”, resaltó Melideo.

El HPN es un hospital donante: entiende que la importancia de la procuración de órganos y tejidos es una responsabilidad de todo el equipo de salud, el cual se encuentra capacitado y fuertemente comprometido para participar y colaborar con todo el proceso.

Así mismo, cuenta con una Unidad Hospitalaria de Procuración de Órganos y Tejidos (UHPROT) en el marco del Programa Procurar del INCUCAI (Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante) que garantiza las etapas del proceso de detección y donación, como también las acciones de comunicación y formación en los equipos de salud de todas las áreas.


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