Ser estudiantes hoy para construir futuro: ocho historias de esfuerzo en Río Negro y Neuquén
Un Día del Estudiante con la meta de sobrevivir. La crisis los golpea como nunca, pero trabajan, cursan y pelean por lograr sus objetivos. Testimonios de universitarios y secundarios.
Juan Ignacio Lago Fernández tiene 27 años y cinco trabajos mientras estudia para ser profesor de Educación Física en la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) en Bariloche.
Le faltan cinco finales para recibirse, mientras es profe de fútbol y de historia en tres instituciones y de manera temporaria es coordinador en viajes de egresados y docente de escuelas privadas.
“Siempre tuve la vocación de enseñar a través del cuerpo. Arranqué como entrenador de rugby desde chico y empecé la carrera de entrenador de fútbol”, contó. Ahora va por más, quiere seguir estudiando. Y se anotó para la carrera de Filosofía, otra de sus pasiones.
Vive con su familia “afortunadamente”, dice porque no podría alquilar. Sufre el aumento de colectivo y las distancias. Para él estudiar en la universidad era una convicción porque creía que era la mejor manera de formarse. Una de las principales necesidades es contar con “boleto estudiantil”, dijo.
María José Nahuelanca (28) migró desde Esquel (Chubut) a Roca para estudiar en el Instituto Universitario Patagónico de las Artes (IUPA) el profesorado de danzas folclóricas. Llegó persiguiendo una vocación en plena pandemia pero ahora se encuentra a la deriva ante los aumentos de alquiler. “Todavía estoy resolviendo dónde vivir estos próximos meses, lo cual me tiene muy preocupada”, contó.
No tiene becas y su único sustento económico hoy es su mamá, que hace todo lo posible pero no le alcanza. Dijo que los alquileres son “impagables” y se suman a los gastos de universidad, fotocopias, alimentos. El único beneficio que tiene es el comedor una vez al día.
“Tenemos que pararnos frente a la realidad social, económica y política. Me atraviesa a mí y a muchos estudiantes. Es mucha la deserción”.
María José Nahuelanca, estudiante IUPA Roca.
“Cada mes se hace un poco más complicado vivir, hoy con el gobierno que no ayuda y nos golpea al pueblo trabajador y a mí como estudiante y futura docente también”, opinó. Ante la realidad agobiante, decidió sumarse a una agrupación estudiantil, la Unión de Estudiantes de Arte (Unesa). “Tratamos de mantenernos activos, defendiendo nuestra educación pública, todos los derechos que nos quiere quitar el gobierno de turno”, dijo.
Luján Santamarina (25) es una apasionada por su carrera y ya está en la etapa final, escribiendo su tesis de grado para la Licenciatura en Turismo, gracias a una beca de Estímulo a la Vocación Científica del CIN. Tiene 25 años y estudia en la UNCo. Forma parte del Centro de Estudiantes y es militante como consejera Superior por “Encuentro Comahue”.
“Los primeros años de la carrera vivía con mi familia en una chacra donde no teniamos internet. Durante la pandemia apenas pude cursar, luego viví en una residencia compartida y por suerte el año pasado conseguí un alquiler accesible para mudarme sola, con el apoyo de mi familia y de algunos trabajos que tuve”, contó.
Para ella, sostenerse económicamente “es difícil” por más que su familia ayude. “A veces tenés que trabajar igual para aliviar un poco la carga y colaborar con los gastos”, dijo. No todos los trabajos permiten seguir estudiando, y explicó que muchos solo pueden acceder a condiciones informales, precarias o con horarios rotativos o de noche, lo que afecta el ritmo académico.
“Las becas son un aporte pero no alcanza”, dijo. No cubre ni una factura de luz ($35.000) con la beca de investigación de $26.000. “Es necesario contar con políticas que nos acompañen a los estudiantes para que podamos cursar, recibirnos y ejercer, si al final lo que nos motiva es ser profesionales para contribuir a la sociedad”, aseguró la joven.
Mantenerse en carrera tiene varias dificultades: tiempo, dinero, energía y sentarse a estudiar mientras el contexto económico “presiona constantemente, mientras pasan cosas terribles e injustas que a veces frustran y tiran para abajo”, se lamentó Luján.
Victor Diconca tiene 29 años es uruguayo pero vive en Roca hace muchos años. Estudia Profesorado de Interpretación Musical con orientación en Canto, en IUPA. Tiene casa propia pero sin empleo formal, subsiste dando clases particulares, hacer masajes y changas. “Ajusto todo lo que sea gasto de disfrute”, contó.
El obstáculo principal para seguir estudiando es “lo caro que está todo”, apuntó. “La poca perspectiva que tiene todo de mejorar económicamente. Lo mucho que se bastardea desde lo económico y lo discursivo a la educación y a la cultura”, dijo y habló de una proyección laboral “mediocre”, sin demasiadas oportunidades.
“Es duro ver que tus compañeros la están pasando mal. La deserción es muy fuerte. Los ánimos en general están muy bajos”,
Victor Diconca, estudiante IUPA Roca.
Luis Keller (25) estudia Licenciatura en Sistemas de Información en la UNCo en Neuquén. Actualmente está construyendo su casa, mientras vive en un departamento en el terreno de sus padres. Se mantiene los estudios trabajando desde segundo año de la carrera.
“Desde el primario me interesaba la robótica. Ya en el colegio técnico aprendí sobre programación, lo cual me apasionó”, contó. Las visitas al Balseiro y el Invap en la secundaria lo dejaron anonadado. Arrancó como monotributista desarrollando pequeños sistemas para empresas y en 2021 logró su primer trabajo estable en una clínica en el área de Sistemas, escaló pero tuvo que renunciar para priorizar sus estudios. En paralelo, empezó a armar su empresa de software que ya tiene dos años de trayectoria. Además, es docente (ayudante) en su facultad.
«Llevar una carrera universitaria en paralelo con el trabajo requiere de mucho esfuerzo y constancia”.
Luis Keller, estudiante UNCo Neuquén.
Secundarios: reclamos y una etapa para no olvidar
En los secundarios las preocupaciones y necesidades son distintas, pero en todas las escuelas hay problemáticas estructurales, Así lo plantean los estudiantes.
Lisandro Guth Nicolaus está en quinto año del CET 3 de Roca y ocupa el rol de vicepresidente del Centro de Estudiantes. “A muchos compañeros se les complica llegar a la escuela, ya que viven muy lejos y el boleto de colectivo aumentó en forma desmedida”, contó. El comedor se redujo, muchos chicos no llegan a comer y falta mantenimiento edilicio.
“Ser estudiante secundario para mí es la herramienta para el desarrollo laboral y la puerta de entrada a la formación universitaria”.
Lisandro Guth Nicolaus, estudiante CET 3, Roca.
Desde la Escuela Agraria de Villa Regina, Victoria Correa está a poco de egresar y solo siente nostalgia por dejar atrás la escuela y ansiedad por lo que viene en la universidad. “Ser estudiante para mí es una de las etapas más lindas y mucho más la etapa secundaria”, aseguró la chica de 18 años. De acá a fin de año, solo piensa en disfrutar cada momento con sus compañeros y docentes.
Nicolas Cuevas es de Choele Choel, pero estudia en el CET 17 de Roca. Está en sexto año, también en la cuenta regresiva. “Yo trabajo para mis gastos, pero mis padres sostienen mis estudios”, contó. El problema a principio de año era la falta de transporte.
“Actualmente hay reclamos en la escuela. Uno es por condiciones edilicias aptas, más equipos de laboratorio y herramientas”.
Nicolás Cuevas, estudiante CET 17, Roca.
Qué es ser estudiante hoy
“Ser estudiante y de arte es ser ante todo tenaz. Requiere mucha voluntad”, opinó Victor de Roca. Desde su lugar, sueña y pelea por puestos laborales dignos para el sector cultural, que está delegado a subsistir “independientemente”.
“Ser estudiante es un generador de cambio. Es alguien que tiene altas posibilidades de generar metas transformadoras para la sociedad a partir de su formación”,
Juan Lago Fernández, estudiante UNCo Bariloche.
Para María José de Roca, ser estudiante en el contexto es “muy difícil” por las dificultades para sostener el estudio y la economía. “Cada vez son menos las ganas, pero la unidad, amistades y compañeros de lucha nos estamos acobijando y atrincherando; porque no hay que darle el brazo a torcer, defender los espacios público”, comentó. Dijo que en el día del Estudiante habría que festejar, pero no se puede mirar para el costado.
“Ser estudiante en la universidad pública hoy es asumir mayor responsabilidad de todo lo que está puesto en juego”, dijo Luján de Neuquén y agregó: “Implica apoyar las demandas para mejorar las condiciones de todos los que somos parte, salarios, presupuesto, becas”.
“Es fundamental que los estudiantes nos pensemos como parte activa de la sociedad, con capacidad para lograr cambios”.
Luján Santamarina, estudiante UNCo Neuquén.
Hay festejos a pesar del mal clima
La primavera y el día del estudiante llegaron a la región en medio de un frente de mal tiempo, con nevadas en la cordillera y vientos en los valles y por eso el cronograma inicial de actividades sufrió cambios y varias actividades previstas se suspendieron.
En Las Grutas, desde las 14 en la Tercera Bajada hay exposición de autos y carros gastronómicos. Al final del día será la “Color Fest”. En la Quinta bajada habrá actividades recreativas, deportivas y culturales de escuelas secundarias.
En Bariloche, se reprogramó para el miércoles 25 de septiembre por el clima. Ese día desde las 15 en el Centro Cívico habrá música con DJs destacados, juegos, premios, sorpresas entre otras actividades con egresados. Organiza el municipio.
En Neuquén, se suspendieron los festivales en la Universidad del Comahue y la Plaza de las Banderas. En El Chocón, habrá actividades recreativas y deportivos desde las 11, pero no se podrá acampar.
En el Lago Pellegrini, Cinco Saltos, habrá actividades y se incrementarán los controles. Sobre el cobro de entradas, el ingreso es gratuito, pero no se descarta que durante el fin de semana se decida el cobro de algún bono contribución.
Si bien no se prevén eventos oficiales en Roca, con motivo de las celebraciones estudiantiles reforzarán los controles.
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