Sepultado por una avalancha en Bariloche: la historia de Augusto y cómo sobrevivió 11 horas bajo la nieve
El cordobés de 29 años logró crear una burbuja de aire en la nieve para poder respirar. Le salvó la vida. También, le permitió tomar su teléfono para pedir ayuda.
Durante once horas, Augusto Gruttadauria permaneció sepultado bajo la nieve tras ser atrapado por una avalancha en Bariloche, en el cerro López, durante la tarde del miércoles.
La búsqueda se prolongó por horas, pero ante las condiciones adversas y los riesgos extremos, los rescatistas decidían suspender las tareas hasta el día siguiente, sin saber si las condiciones climáticas les permitirían buscar lo que, hasta ese momento, suponían era un cuerpo. Sin embargo, un llamado a las 3 de la mañana echó por tierra todos los pronósticos. Era Augusto. Estaba vivo y continuaba sepultado.
Las tareas se retomaron de inmediato. El cordobés de 29 años había logrado crear una burbuja de aire en la nieve para poder respirar. Eso le salvó la vida. Además, le permitió tomar su teléfono para pedir ayuda.
Cuando los restacatistas de la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche lograron encontrarlo, fue asistido. Sentía dolor y congelamiento. Debían aguardar la llegada del helicóptero proveniente de San Martín de los Andes, pero la mayor complejidad era la topografía del lugar que complicaría el aterrizaje. Sin embargo, lograron improvisar una especie de helipuerto y pasadas las 8 de este jueves, el joven fue trasladado hasta el Varadero de Parques Nacionales, al este de Bariloche, donde lo aguardaba una ambulancia del hospital Ramón Carrillo.
Avalancha en Bariloche: El llamado menos pensado
Martín Raffo, un médico integrante de la Comisión de Auxilio del Club Andino Bariloche, asistió y acompañó al joven cordobés en todo momento. Al término del operativo, no pudo evitar quebrarse.
“Nos sorprendió gratamente a las 3 de la mañana cuando logró comunicarse. Lo que menos imaginás es que te llamen para una cosa así. Obviamente se decidió ir rápidamente a su búsqueda”, relató Raffo. Afortunadamente, los tres guías de alta montaña que habían sido los primeros en asistir a las víctimas ayer permanecían en el refugio. Tras el llamado de Augusto, encararon el ascenso hasta el lugar señalado.
“Él quedó en la parte más alta de la avalancha. Desde donde estaba él hasta el depósito -que fue el lugar en el que ayer se estuvo buscando-, hay más de 700 metros y una pendiente de 45 grados. O sea, nos llevó más de una hora y algo llegar desde el depósito hasta donde estaba él”, especificó Raffo.
En un primero momento, los rescatistas tenían dos planes de evacuación. El helicóptero era el plan a y en caso de no poder aterrizar, habría que encarar un trabajo técnico de cuerdas para sacar al joven hasta el depósito y finalmente, hasta abajo. “La suerte nos acompañó en todo momento» -«, advirtió Raffo.
«Una avalancha gigante» en Bariloche
Raffo insistió en que la avalancha grado D3 que se produjo ayer por la tarde fue “gigante”. El primer paso fue buscar a las tres personas que estaban desaparecidas.
Una turista escocesa murió en el acto; mientras que otro joven sufrió lesiones leves y un cuadro de hipotermia. Fue asistido en el hospital público, pero no quiso quedarse internado.
“Siempre se hace una búsqueda priorizando la seguridad para el grupo de rescate. No nos olvidemos que el lugar seguía siendo peligroso y Augusto estaba 700 metros más arriba. Se continúa la búsqueda en la medida en que la seguridad lo permita. Es la regla número uno de cualquier rescate. En este caso, lo que cambió todo fue tener el llamado y saber que estaba vivo. Si no, no tenía ningún tipo de sentido”, afirmó Raffo.
Tras la comunicación, inmediatamente se retomó el protocolo de búsqueda. “Créanme que estaba súper riesgoso para todos lo que estaban ahí. Si está la idea de que alguien no está con vida, no se pone a nadie en un lugar de riesgo”, dijo.
La suerte ayudó. El viento que se sentía en la ciudad no se percibía en la montaña. Cuando el piloto del helicóptero consultó por radio sobre las condiciones para aterrizar, los rescatistas improvisaron un pequeño helipuerto que “le permitiera apoyar la aeronave lo menos posible y sin frenar el motor”. “Lo cargamos como pudimos y acá estamos. Lo cierto es que recibir ese llamado y que, además, las cosas resulten porque hay que llegar hasta el lugar, sacarlo, evacuarlo hasta un lugar seguro, es muy difícil. Que todo se alinee como hoy. Por eso, me bajé del helicóptero y me quebré emocionalmente”, señaló Raffo.
Estado de salud del herido en la avalancha de Bariloche
Durante su traslado, el joven cordobés se quejaba del dolor.
Fuentes del hospital Ramón Carrillo explicaron que aún no se cuenta con el parte médico del joven de 29 años. “Está consciente, lúcido y están completado los estudios. El objetivo es subir su temperatura”, informaron. A media mañana, el paciente pidió el traslado al sanatorio San Carlos.
Cuando ocurrió el accidente, el muchacho hacía esquí de travesía con otras dos personas. Según indicaron, la avalancha se produjo casi en el filo de la montaña “cuando uno cruza el último arroyito, cercano al refugio”. “Es un lugar con una pendiente de más de 45 grados, es decir que si sucede algo como lo de ayer será de magnitud”, manifestaron.
Raffo insistió en la necesidad de planificar y prevenir cualquier actividad en la montaña: “Hoy hay un grupo que se dedica a informar sobre los riesgos de avalanchas. Hay que tener en cuenta nadie está exento, pero para reducir esos riesgos hay que estar capacitados. No es ni la primera ni la última vez que nos va a tocar asistir a alguien en una avalancha. Le ha pasado a gente también muy idónea. Se puede reducir el riesgo pero no se va a eliminar nunca”.
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